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Juicio en Zaragoza: Echa a la mujer a la que alquiló una habitación y acaba condenado por abusos

La Fiscalía pedía diez años de cárcel, pero la pena queda reducida a tres porque el tribunal no aprecia violación.

Los dos acusados, durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
Los dos acusados, durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
Guillermo Mestre

La Audiencia de Zaragoza ha llegado a la conclusión de que el paquistaní Abu S. sí se aprovechó sexualmente de la mujer de 53 años con la que compartía piso en el barrio Jesús. La víctima aseguró en el juicio que el acusado llegó a penetrarla con un dedo, pero los magistrados no han hallado pruebas suficientes para atribuirle una violación. Por ello, aunque la Fiscalía pedía diez años de prisión, la pena ha quedado reducida a tres: dos por los  tocamientos y otro por las lesiones, ya que la mujer tuvo que ser asistida también de varios cortes en el pecho.

Los hechos que han dado lugar a esta condena se remontan al 12 de abril de 2018, cuando la sala del 091 de la Policía recibió la llamada de una mujer que no podía entrar en casa y se había encontrado todas sus pertenencias en el rellano. Cuando llegaron los agentes, la comunicante les contó que tenía subalquilada una habitación a un paquistaní que la noche anterior la había violado. Les indicó que en el piso vivía un segundo hombre, primo del anterior, que también se había colado en su habitación un mes antes.

Sin embargo, la Sección Tercera tampoco considera probados los supuestos abusos sexuales que se imputaban a Noor M., quien se enfrentaba a una condena de tres años de cárcel y ha sido finalmente absuelto. Su abogado, José Antonio Soriano, cuestionó desde el primer momento la consistencia del relato de la mujer. Durante su informe, se mostró convencido de que los trastornos psiquiátricos que padece    podrían haber condicionado su sorpresiva acusación. Y lo cierto es que el tribunal no ha considerado suficiente el testimonio de la denunciante para condenarlo.

Las dos psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) que examinaron a la denunciante reconocieron haberle detectado «síntomas simulados». «Pero eso no quiere decir que los hechos que relata sean falsos, eso no podemos saberlo», puntualizaron las especialistas. «Lo que sí nos llamó la atención fue que entre el primer episodio de supuestos abusos y el segundo llevara una vida completamente normal, sin alterar sus rutinas, cuando supuestamente estaba amenazada y debería haber tenido miedo», explicaron. «Es muy inestable y tiene una gran impulsividad», concluyeron.

La propia hija de la víctima, que compareció como testigo, confesó que un primer momento dudó de la versión de lo sucedido que dio su madre: «En situación límite, no disocia la realidad de la fantasía», apuntó,

Cabe recurso ante el TSJA

Tanto el condenado como su primo negaron haberse aprovechado sexualmente de su compañera de piso. Según estos, no tuvieron ningún problema con ella hasta que le reclamaron los impagos y le advirtieron que si no abonaba el alquiler la pondrían en la calle. De ahí que la abogada de Abu S.,María León, pueda plantearse todavía un posible recurso de la sentencia ante el TSJA. En cualquier caso, la condena de tres años no implica que el condenado tenga que entrar necesariamente en prisión, ya que las penas que se le imponen por cada delito no superan los dos años y puede pedir la suspensión.

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