Sin rastro de Alkarim después de 3 días peinando el Ebro

Los operarios buscan desde el agua, el aire y las orillas al menor, desaparecido el sábado por la tarde cuando se bañaba. Desde el Ayuntamiento de Zaragoza aseguran que se dedicarán "todos los medios necesarios".

Ni los buzos ni los drones ni el helicóptero que sobrevuela estos días el cauce del Ebro a su paso por la capital aragonesa han obtenido ninguna pista del paradero de Alkarim, el chico de 13 años que desapareció el pasado sábado cuando se bañaba en el río. Ni los perros especialmente adiestrados para estas situaciones han podido seguir su rastro. Las labores de búsqueda tampoco dieron resultado este lunes después de tres días de intenso trabajo pese a que el operativo "cuenta con todos los medios", tal y como recordó el concejal delegado de Bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza, Alfonso Mendoza.

Los trabajos se retomaron a las 8.30 con la unidad de buceo de los Bomberos sondeando el agua y la canina recorriendo las orillas. También se reactivó el vuelo de los drones. Mendoza destacó que el 80% de los bomberos de guardia en la ciudad participaron el domingo en la búsqueda del menor. El edil destacó el "trabajo y esfuerzo" de estos profesionales que "muchas veces se ponen en riesgo para dar una solución a esta situación dramática".

La tormenta de esa tarde complicó los trabajos ya que "aumentó el caudal del río", que pese a lo que pueda parecer es "muy tramposo", advirtió el concejal. "Muchas veces parece que está en calma mientras las corrientes van por debajo de la superficie". Por ello, pidió a los ciudadanos que extremen el cuidado: "El Ebro es muy bonito, pero es muy peligroso, no es un sitio adecuado para bañarse".

Los buzos continuaron su trabajo de rastreo "palmo a palmo" bajo agua, en la zona donde fue visto por última vez el joven, a la altura del embarcadero de la Expo, y avanzaron "aguas abajo", hasta el puente de La Almozara.

El jefe del servicio de Bomberos de Zaragoza, Eduardo Sánchez, tildó la búsqueda de "una aguja en un pajar", porque el desaparecido podría haber sido arrastrado por la corriente del río. Por ello, se busca a pie, con barcas y se realizan fotografías de alta definición con los drones, que intenta localizar pistas o indicios. Estos aparatos son capaces de otear el fondo del río y, por medio de la geolocalización, facilitar unas coordenadas a los efectivos para que acudan al lugar indicado para comprobar el hallazgo. Por desgracia, aún no han captado fotos de utilidad.

Una búsqueda "muy peligrosa"

"Estamos empleando toda la técnica que tenemos a nuestro alcance, ya que no hay que descartar ninguna opción de búsqueda", recalcó Sánchez.

Por último, el jefe del servicio de Bomberos detalló que la búsqueda subacuática en el tramo urbano del río es "muy peligrosa", porque los especialistas pueden quedar agarrados entre los hierros de los puentes u otros objetos de construcción.

No se descarta ninguna posibilidad, pero el equipo de rescate que busca a Alkarim, el chaval de 13 años del Gancho desaparecido el pasado sábado en el río Ebro, sospecha ahora que su cuerpo ha podido ser arrastrado aguas abajo del embarcadero de la Expo.
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