ocio infantil

Slow Play, un parque infantil donde aprender ensuciándose las manos en Zaragoza

La nueva instalación, dirigida a niños de 3 a 7 años, se ubica en el Parque Deportivo Ebro. Su apertura oficial tiene lugar este sábado, 1 de mayo.

La nueva zona infantil en el Parque Deportivo Ebro.
La nueva zona infantil en el Parque Deportivo Ebro.
Marcos Cebrián

¿Recuerdan aquella época en la que una piedra, un palo o una caja se convertían en prácticamente cualquier cosa que tuviera cabida en su imaginación? Estos elementos tan mundanos podían convertirse en una espada, un bastón mágico, un fuerte del lejano oeste o una joya de valor incalculable gracias a nuestra imaginación. Y esta es precisamente la base que sustenta al denominado juego libre, aquel que surge de forma espontánea, sin ser dirigido ni interferido por ningún adulto.

Un concepto que la zaragozana Rebeca Vázquez, promotora de este nuevo proyecto impulsado por la empresa de turismo activo Tierraventura, defiende a capa y espada. “Queríamos que los más pequeños pudieran vivir eso que muchos adultos recordamos de nuestra infancia en el pueblo y que poco a poco se va perdiendo por nuestros frenéticos ritmos de vida”, afirma.

Una alternativa que busca explorar el mundo interior de los más pequeños, un mundo en el que cada vez tienen menos posibilidades de adentrarse, pues -explica- están todo el tiempo ocupados haciendo muchas cosas: “En el colegio están dirigidos por los profesores, igual que en las extraescolares con los monitores”. Una realidad que, unida a la llegada de la pandemia, hizo que crear un espacio de juego en plena naturaleza y al aire libre fuera todavía más interesante.

Por eso el nombre de este nuevo espacio, ‘Slow Play’, pues la zaragozana admite sentirse completamente representada por la filosofía que defiende este movimiento. “No se trata de jugar lento, o despacio, sino de jugar centrándose en lo que está haciendo en cada momento y disfrutarlo”, añade.

La nueva instalación, dirigida a niños de 3 a 7 años, se ubica en el Parque Deportivo Ebro. Su apertura oficial tiene lugar este sábado, 1 de mayo, aunque llevan varios días haciendo algunas pruebas con los más pequeños de la casa. “Hasta ahora está teniendo una acogida increíble. Los niños lo están pasando fenomenal jugando con la tierra, las piedras y el agua”, asevera.

El espacio, que cuenta con más de 1.500 metros cuadrados de extensión, se divide en varias zonas como el arenero, un espacio dirigido a las construcciones, las cocinas, el espacio del agua o las camas elásticas. “Es impresionante observarles y comprobar las cosas que hacen, cosas que a un adulto jamás se le ocurriría”, admite Vázquez, que asegura que este parque busca convertirse en un espacio vivo y dinámico en el que aprender ensuciándose las manos. Además, aunque cuentan con un aforo de más de 300 personas tras aplicar las restricciones, han optado por reducirlo a 150 -50% por debajo de lo que marca la normativa- para garantizar la seguridad de los participantes.

Sin embargo, los más pequeños de la casa no estarán solos durante su aventura. En todo momento contarán con el acompañamiento de los tres monitores que forman parte del equipo de ‘Slow Play’, preparado para observar y, en el caso de que sea necesario, provocar el juego. “En ocasiones, algunos niños necesitan un pequeño impulso para comenzar a dar rienda suelta a su imaginación, y es eso lo que tratamos de generar para tratar de introducirlos en este mundo”, advierte.

¿Y qué pasa con los padres?

Además, cada sábado a las 11.00 a.m. habrá un espectáculo teatral al aire libre dirigido al público familiar a cargo de la compañía local Callejeatro. Este fin de semana arrancarán con un espectáculo circense pero cada fin de semana será diferente.

En cuanto al horario, el centro abrirá los viernes, de 16.00 a 20.00 horas, y los sábados y domingos de 10.00 a 20.00. El precio del espectáculo teatral es de 7 euros mientras que la entrada al parque asciende a 4 euros la hora, y 6 euros dos horas. “También hay opción de celebrar cumpleaños o eventos, por 7 euros por niño, o 10 con merienda incluida”, afirma Vázquez.

¿Y qué pasa con los padres? En este caso, ellos eligen cuál es su papel: o bien aprovechar para ir al bar de la instalación -ubicado al lado del nuevo espacio infantil- o a practicar deporte en cualquiera de las instalaciones anexas, o quedarse con ellos y acompañarlos durante la experiencia de juego libre.

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