cultura

La librería Central de Zaragoza cumple 40 años con el reto de llegar a los 50

Ana Belén Casanova, al frente del negocio familiar y la librera más joven de la ciudad, destaca que mucha gente ha redescubierto la lectura en este año de pandemia.

Ana Belén Casanova en la librería Central de Zaragoza.
Ana Belén Casanova en la librería Central de Zaragoza.
Oliver Duch

Casi todos los días Joaquín Casanova suele acudir a la librería Central, que creó hace justo ahora 40 años (abrió sus puertas en mayo de 1981) y al frente de la cual está (desde hace dos) su hija treintañera Ana Belén -la librera más joven de Zaragoza-. Confiesa que no puede vivir sin el "buen perfume" de los libros, que para él son esos amigos "que te enseñan, te aconsejan, te entretienen.... y al final, nunca te piden nada a cambio". "Quien dice que se aburre es que no ha leído en la vida", sostiene.

Después de 38 años regentando el negocio familiar anécdotas no le faltan. Por ejemplo, recuerda con cariño a tres mujeres de Venezuela que durante cinco agostos viajaron ex profeso hasta la capital aragonesa para comprar en su librería. "Venían como si se encontraran a la Virgen del Pilar. Como profesional, esa fidelidad me ha llenado de orgullo", dice. O el caso de un hombre en paro que no tenía dinero para los libros de texto de sus dos hijos pequeños. "Fue en 2008, con la crisis económica. Se los di y a los seis meses vino y me los pagó. Si no te fías, nunca serás un buen profesional", advierte. O que Santiago Carrillo solo quería presentar sus obras ahí y que Sara Montiel también fue a firmar un libro con ellos.

Para Casanova, si uno no siente amor por esta profesión nunca será un buen librero. "Nosotros tuvimos éxito de clientela nada más empezar. Llevaba 20 años en el mundo del libro (procedía de la librería General) y en la Universidad tenía muchos amigos; fue un punto de apoyo tremendo. Entonces no había ordenadores, se trabajaba con fichas de papel y se cobraba a mano", resalta.

Cuatro décadas después mucho han cambiado las cosas, incluida la ubicación de la propia librería que en 2019 se trasladó del número 40 al 34 de la calle de Corona de Aragón. El nuevo local cuenta con 300 metros cuadrados de venta al público -entre planta calle y sótano-, a los que hay que sumar el almacén y la zona de despachos. "Es una librería moderna y luminosa. Buscábamos algo más cómodo para el cliente, con estanterías ergonómicas. Ahora la gente entra más", explica Ana Belén Casanova, que cuenta con una plantilla de quince personas.

Con más de 200.000 libros de todo tipo de géneros, la librería Central ha potenciado su canal 'online' durante la pandemia; para ello ha mejorado su página web y ha impulsado su cuenta de Instagram (todos los miércoles el personaje Bombolón -abejorro en aragonés y detrás del cual está la maestra y escritora Marta Cardona- recomienda a los chavales literatura infantil). No obstante, la venta física representa el grueso de la facturación: un 70% frente al 30% vía internet. "La gente quiere vivir la experiencia de ver los libros y que les recomienden publicaciones. Se establece una relación más íntima con el librero que va más allá de la interacción comercial", afirma.

Año "complicado"

Ana Belén reconoce que este año de coronavirus ha sido económicamente "complicado", pero también destaca que muchas personas han redescubierto la lectura. "Hemos visto que mucha gente ha recurrido a los libros y los puzles. Querían evadirse y descansar de la realidad de la pandemia a través de la lectura. También muchos de nuestros clientes se han mantenido fieles a pesar de la competencia de empresas grandes, con políticas comerciales agresivas, y hemos recibido mucha comprensión de aquellos que tenían libros encargados durante los meses de confinamiento en el que estuvimos cerrados", añade. 

Una vez que se retomó la actividad, han continuado con la firma de libros de autores nacionales y, sobre todo, de Zaragoza con aforos reducidos dentro de las medidas restrictivas para frenar el virus. Y este viernes, Día del Libro, por su estand en el Parque Grande José Antonio Labordeta pasaron hasta 25 escritores (entre ellos Roberto Malo y Begoña Oro).

Asimismo, han puesto en marcha distintas iniciativas para celebrar sus 40 años: un concurso de dibujo para alumnos de Primaria en tres categorías (a cada ganador se le hará entrega de un lote de libros, al igual que a la biblioteca de su centro educativo) y por cada compra de libros están regalando un boleto para participar en el sorteo de una cesta con productos de alimentación de Teruel, entre otras. "Y sobre todo vamos a organizar más firmas y "algo especial" con los clientes, amigos y autores de cara a octubre-noviembre", adelanta Ana Belén, para quien estos dos años al frente del negocio han sido "positivos".

Por su parte, el alma máter de la librería se marca una nueva meta. "Que mi hija llegue a los 50 años y que yo los vea", desea Joaquín Casanova, que se anima a recomendarnos cuatro libros "imprescindibles": 'Relato de un náufrago', 'El principito', 'La tesis de Nancy' y 'La colmena'.

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