La Muela
Vecinos de la urbanización Alto de La Muela: “Tenemos un tendido eléctrico tercermundista”
Los residentes denuncian que llevan años sufriendo cortes de luz y subidas de tensión que estropean sus electrodomésticos y reclaman que la instalación aérea se soterre.
Tercermundista y peligroso. Así es como definen los vecinos de la urbanización Alto de La Muela Sur, en la localidad de La Muela, el tendido eléctrico que discurre sobre sus viviendas. Se trata de una instalación aérea que data de mediados de la década de los 60 y que, según los residentes, no se encuentra en buen estado. “Las líneas están socarradas. Entran picos de electricidad que nos están quemando los aparatos eléctricos”, señala Jaime Lagunas Llop, presidente y secretario de la Asociación de Vecinos Urcamusa La Muela Sur.
Lagunas reconoce que los vecinos llevan “mucho tiempo”, alrededor de una década, sufriendo apagones y daños en sus aparatos, aunque en un principio nadie achacaba los problemas al tendido eléctrico. Además, los residentes denuncian que con cierta frecuencia se producen chispazos en los cables del tendido. “Es una constante en diferentes puntos del barrio. Es el pan nuestro de cada día. Tenemos miedo a que haya algún incendio gordo”, lamenta el portavoz del colectivo vecinal.
Desde el Ayuntamiento de La Muela aseguran ser conocedores de lo que ocurre y recibir quejas al respecto, pero aclaran que no tienen nada que hacer en este asunto. “Somos la primera ventana a la que acuden porque muchas veces la gente no sabe de quién es cada una de las competencias”, explica Adrián Tello, el alcalde.
Fuentes de Endesa han confirmado que la red pertenece a dicha compañía y han reconocido que desde el pasado 9 de abril han recibido varios avisos informando de que se estaban produciendo chispazos en algunos puntos. La urbanización se alimenta desde una línea de media tensión que depende de la subestación transformadora de La Muela. De acuerdo con la empresa, las indecencias se han localizado en líneas de baja tensión dependientes de dos de los centros de transformación de la urbanización.
Recientemente, técnicos de la compañía han acudido a la zona para realizar “una revisión exhaustiva de las instalaciones” y reparar las averías. Al parecer, la causa que provocó estos fallos era la situación de varios conectores -que se han reapretado- y el daño que había sufrido el aislamiento del tendido de baja tensión como consecuencia de la caída de ramas de árbol. El trenzado estropeado también se ha saneado.
Con todo, los vecinos insisten en que los problemas no vienen de ahora y que es necesario soterrar el tendido para evitar posibles accidentes. “Tenemos un barrio extenso con 35 kilómetros de calles y estamos considerandos de alto riesgo frente a incendios por la cercanía del pinar de la Dehesa Boyal”, esgrime Lagunas.
“Los aparatos se achicharraron. Fueron más de 9.000€ de siniestro”
Los vecinos de esta zona de La Muela, que cuenta con unas 730 parcelas, aseguran que también son constantes las subidas de tensión. Begoña Pérez, que vive desde hace más de diez años en la calle Río Noguera Ribagorzana, recuerda especialmente el episodio que vivió el 14 de octubre de 2020.
“Los voltios subieron a 420, el neutro -cable que sirve como conductor de retorno de la corriente- se cayó y todos los aparatos se achicharraron. En mi caso concreto, tras dos peritajes, fueron más de 9.000 euros de siniestro”, lamenta esta vecina. Su hija, que vive en la parcela de al lado, también sufrió daños por valor de 5.000 euros. “Ni la compañía ni el seguro le han cubierto absolutamente nada. Tenemos un tendido eléctrico tercermundista”, añade.
Además del coste económico que pueden tener este tipo de incidentes, la asociación advierte del riesgo para la seguridad de las personas. “Si empieza a arder algo de noche, no te enteras”, apunta Lagunas. El presidente del colectivo cuenta que en una ocasión, estando reunido con otros vecinos se le empezó a quemar el microondas que estaba apagado. “También se me fundió una lámpara, un frigorífico, una lavadora… El seguro está aborrecido”, afirma.
Para tratar de evitar que esto ocurra de nuevo e instar a la compañía a que la línea se soterre, la asociación envió hace un par de meses un escrito firmado por más de 80 vecinos al Departamento de Industria del Gobierno de Aragón. Un escrito que se suma a las comunicaciones ya enviadas anteriormente a Red Eléctrica y que hasta el momento han resultado en vano. “No nos hacen caso. Mandan a los operarios a hacer pequeñas tareas de mantenimiento y ellos mismos nos dicen que volverá a pasar”, concluye Lagunas.
