turismo

Zaragoza, Egipto, Laponia… Los vuelos más deseados y los chárter más exóticos

Los nuevos destinos a Marrakech y Viena figuraban hace años entre los más deseados por los zaragozanos. El desembarco de Ryanair hizo que en 2005 Milán y Londres se convirtieran en destinos estrella, aunque entonces también había chárter a Orán, Toulouse o Vigo.

Un avión de Volotea antes de despegar desde el aeropuerto de Zaragoza.
Un avión de Volotea antes de despegar desde el aeropuerto de Zaragoza.
Guillermo Mestre

Como síntoma de que -gracias a la vacunación- puede ir aproximándose una antigua normalidad, el aeropuerto de Zaragoza comienza a animarse. Más que el propio aeródromo, las compañías con sus ofertas de vuelos de cara al verano. HERALDO anunció el pasado lunes cómo a partir del mes que viene se recuperarán 14 destinos y se estrenarán conexiones con Viena y Marrakech, que figuraban desde hace tiempo entre los destinos predilectos de los zaragozanos.

Hasta la fecha, las conexiones con Londres y Milán de Ryanair, que nacieron hace más de quince años, han sido las más exitosas en cuanto a número de pasajeros transportados, pero también ha habido otros destinos curiosos que han funcionado bien y, por descontado, enlaces que no gozaron de la demanda esperada y que los turoperadores prefirieron no repetir.

A comienzos del nuevo milenio el aeropuerto de Zaragoza era una potencia en cuanto a transporte de mercancías pero apenas movía pasajeros. La oferta tampoco era atractiva en exceso y mientras se cancelaban conexiones diarias a Jerez o París (Air Nostrum se marchaba de la capital aragonesa), tan solo se mantenían vuelos diarios a Madrid, Barcelona y Fráncfort. Aún no había llegado el AVE y estos vuelos apenas daban servicio a técnicos de la (entonces) Opel, Balay o Siemens. Eran años en los que, con suerte, se llegaba a los 200.000 pasajeros al año y las perspectivas de reflotar la situación -con la amenaza de la alta velocidad a la vuelta de la esquina- no eran muy halagüeñas.

Sin embargo, a finales de 2004 todo cambió gracias a dos factores esenciales: por un lado, el interés espoleado por la elección de la ciudad como sede de la Expo y, por otro, la coyuntura de la irrupción de las aerolíneas de bajo coste. El aeropuerto de Zaragoza, con el desembarco esencialmente de Ryanair en 2005, salió definitivamente del estado de coma en el que se encontraba a comienzos de la década y ya en 2006 fue el cuarto que mas creció por numero de viajeros (14,2%) de España.

Londres y Milán han sido siempre los destinos más deseados y que mayor ocupación de plazas han logrado en sus vuelos. También las conexiones de verano a Palma o Tenerife resultan exitosas, como volvió a demostrar, sin ir más lejos, el pasado verano Volotea con el enlace a Baleares. El caso es que echando un ojo a la cifras de pasajeros de aquellos años, se encuentran algunas curiosidades y datos casi exóticos -correspondientes todos a vuelos chárter- como que en 2005 hubo vuelos a Oporto, Kiev, Monastir, Pristina, Bishkek, Amman, Malta e, incluso, Orán. Operaban entonces Iberia, Air Europa (con chárter a Almería o Sevilla), Ryanair e incluso la extinta compañía Plaza con conexiones a Málaga, Santiago de Compostela y Toulouse. Parecía que muchos sectores se beneficiaban de estos vuelos internacionales  (Zaragoza comenzó a ser conocida como ciudad de congresos y las pernoctaciones crecieron más de un 25%), aunque a todos estos parabienes habría que restar los que se dejaban las arcas del Gobierno de Aragón en financiar parte de los billetes baratos.

Entre las encuestas y listas de ‘destinos soñados’ siempre habían figurado las ciudades de Viena y Marrakech (al igual que Praga, Berlín, Sicilia o la más lejana Madeira), si bien eso tampoco asegura su éxito en un futuro más o menos inmediato. De hecho, hace quince años ya hubo viajes a Marrakech, que después se suspendieron, y a otros destinos que se pusieron de moda como Oporto o Lisboa, que no acabaron de cuajar o, al menos, de tener una mayor periodicidad. Más sorprendente fue la cancelación de los clásicos chárter a Estambul del puente de la Constitución hace pocos años, motivada por la sensación de inseguridad tras algunos atentados islamistas en capitales como Bruselas o París. No solo se resintieron estos destinos, sino que también las visitas a Egipto, Túnez o Turquía cayeron en picado. Los chárter solían funcionar a las mil maravillas hasta la crisis de 2008, sobre todo en los puentes de Pilar, la Semana Santa, en ocasiones la Cincomarzada si caía en buena fecha y la Constitución. 

Una de las propuestas más exóticas se daba entonces, a las puertas de la Navidad, cuando una de las conexiones iba hasta Laponia para conocer la tierra de Papá Noel, en un pack que incluía safari en motonieve, descensos en trineo y, si había suerte, la vista de alguna aurora boreal. El último ‘verano normal’ fue el de 2019 cuando medio centenar de vuelos chárter salieron del aeropuerto de Garrapinillos. Hubo entonces doce destinos internacionales y entre los que más llamó la atención figuraron Rusia (que vendió todos los billetes) e Israel, también con una ocupación total. Menos interés hubo con las conexiones a Marruecos, mientras que las de Escocia o Bulgaria sí se vendieron a buen ritmo.

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