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SOS de las tiendas de souvenirs en Zaragoza: "No se saca ni para pagar la luz"

La ausencia de turistas por las restricciones de movilidad ante la covid ha llevado a un desplome de la facturación.

Carteles denunciando la difícil situación económica que atraviesa el sector, en el escaparate de una tienda de Zaragoza.
Carteles denunciando la difícil situación económica que atraviesa el sector, en el escaparate de una tienda de Zaragoza.
Heraldo.es

"Con lo que pone en la puerta no hacen falta comentarios. Estamos agonizando". Ese es el comentario de varios propietarios de tiendas de recuerdos junto a la plaza del Pilar de Zaragoza para describir la difícil situación que atraviesa este sector tras un año de pandemia en el que las ventas han caído por los suelos ante la ausencia de turistas -sus principales clientes- por las restricciones de movilidad y los cierres perimetrales ante la covid. Se refieren a carteles que figuran en sus establecimientos en los que se pueden leer: 'SOS souvenirs. Sin ayudas nos morimos' o 'Alquiler, luz, IRPF, Seguridad Social, basuras... ¿Cómo lo pago con cero ingresos?'

Ana Bosqued, dueña de ¡Qué Majico! y tercera generación de una familia que lleva en el mundo del souvenir desde 1941, señala que ella está tirando de recursos propios con la incertidumbre de no saber hasta cuándo podrá aguantar. "De seis establecimientos que estábamos en este tramo de la plaza del Pilar, dos han caído. Yo soy autónoma y el colchón del negocio ha desaparecido. La facturación es del 10% y con eso no asumimos los costes de subir la persiana. Trabajo de lunes a domingo para cubrir una parte de los gastos. Ahora mismo, mi trabajo, mis horas, mi esfuerzo y mis quebraderos de cabeza no tienen ninguna compensación económica", se lamenta.

Tal y como explica Bosqued, la temporada fuerte de las tiendas de recuerdos abarca de Semana Santa hasta las Fiestas del Pilar. Son los meses en los que la ciudad recibe al grueso de los visitantes, principalmente de Madrid, Cataluña, Navarra, el País Vasco, Sevilla y la Comunidad Valenciana. Y a ellos hay que sumar a los turistas extranjeros. "Zaragoza nunca ha sido una ciudad con calidad de turismo. Son personas de paso, que están dos o tres horas y se marchan. No nos nutrimos de gente de Huesca ni de Teruel. Ahora no puede venir nadie de fuera de Aragón. Esperábamos la Semana Santa de 2020 y no llegó; confiábamos en el Pilar y tampoco llegó... Nuestra temporada acabó en octubre de 2019", resalta.

En estos momentos, la dueña de ¡Qué Majico! echa mano de 'stock' ante la imposibilidad de darle una vuelta al negocio ante la falta de capital. "Estamos atrapados. No podemos reconvertirlo dándole otro enfoque para captar público no turista; para eso hacen falta recursos. ¿Cómo voy a comprar producto si no saco lo que tengo? Es imposible. No recibimos ayudas; lo máximo han sido dos meses que me han exonerado de autónomo", dice Bosqued, que indica que lo que necesita el sector es que el turismo nacional tenga acceso a la ciudad.

Por su parte, María Ángeles Ansón -dependienta de ZaragozaOlé Souvenirs- reclama también más apoyo por parte de las administraciones. "Que nos den ayudas como a otros sectores, que bajen los impuestos, que disminuyan los precios de los alquileres... Hay que pagar el local, la luz, el teléfono, la gestoría, a los empleados, la Seguridad Social... Un montón de gastos y muy pocas ventas", dice.

María Ángeles Ansón, dependienta de ZaragozaOlé.
María Ángeles Ansón, dependienta de ZaragozaOlé.
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María Ángeles califica de "horrible" el año de pandemia y afirma que están "con pérdidas". "No se saca ni para pagar la luz. Turismo no hay, con lo cual, no se vende. Lo único que vendemos son artículos a gente de Zaragoza (cosas de bebés, mantas, chupeteros...) y a personas de fuera que vienen a la ciudad a trabajar y siempre compran algún recuerdo. Pero es la minoría", destaca.

Deudas

A escasos metros de estos dos establecimientos de la plaza del Pilar está La Mañica, cuyo propietario, Antonio Rincón, también pinta un panorama desalentador. "Estamos endeudados hasta las cejas. Pago la mitad del alquiler y la otra mitad se va acumulando. Cada día que pasa, más deudas. No hay turismo y muchos días no vendemos ni 100 euros; ni locos. Cuento con una trabajadora en la tienda y otras tres están en ERTE", informa.

Aunque tiene público aragonés, el 90% de la facturación viene del turismo, principalmente nacional. "El extranjero no compra casi nada. En estos momentos, la caída de la facturación es del 80%. Para que el sector remontara sería necesario que abrieran la Comunidad para que la gente de otras regiones se pudiera mover. Pero, como estamos (en alusión a los contagios), creo que no es aconsejable si luego va a ser para peor. No podemos hacer nada", añade.

Antonio Rincón, propietario de La Mañica, en la plaza del Pilar.
Antonio Rincón, propietario de La Mañica, en la plaza del Pilar.
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Ya en la calle de Don Jaime, Laura Mateo -dueña del establecimiento El Torico-  también reconoce que su facturación ha bajado "muchísimo". "Si no abren entre comunidades autónomas, no podemos vender. Nuestros clientes son madrileños, valencianos, catalanes... Y se ha notado poco el que nos podamos mover entre provincias en Aragón", cuenta.

No obstante, Laura se muestra optimista de cara a un futuro. "Me imagino que todo pasará y recuperaremos al cliente. Todos los sectores están mal, salvo el de alimentación. Unos un poco mejor y otros parecidos o peor".

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