Un día sin clase y cacerolada para reclamar el comedor del colegio de Peñaflor

Los alrededor de 70 alumnos del centro han respaldado la huelga convocada por las familias y han pasado la mañana preparando la protesta que al mediodía ha recorrido este barrio zaragozano.

Las aulas del colegio público del barrio zaragozano de Peñaflor de Gállego se han quedado vacías este viernes como protesta por la falta de un comedor que las familias llevan reivindicando desde hace más de once años. Los alrededor de 70 alumnos de 3º de infantil a 6º de Primaria han secundado la huelga convocada por la Asociación 'Esperando al Cole' y el Ampa de la escuela (antigua Florencio Jardiel). Una demanda que cuenta con el respaldo del equipo docente y de profesionales del centro.  Ante la falta de este servicio, los padres se organizan para que sus hijos puedan comer el menú que se traen de sus casas en táperes en un local municipal con monitores contratados por ellos. Ahora, exigen a las administraciones que den una solución urgente a esta carencia, ya que familias de la zona se ven obligadas a llevar a sus hijos a colegios alejados de sus hogares para poder dejarlos a comer en ellos.

Muchos niños han llegado como cada mañana a la puerta de las instalaciones, pero en lugar de entrar a clase han acudido al pabellón municipal, ya que a primera hora el tiempo amenazaba lluvia, para llevar a cabo actividades y juegos organizadas por la asociación de madres y padres. Además, han aprovechado para preparar la movilización que al mediodía ha recorrido algunas calles y plazas de Peñaflor y que ha concluido con una cacerolada y la lectura de una declaración a la entrada del colegio. 

En el manifiesto, al que han puesto voz cinco estudiantes, han recordado que son el único colegio de la provincia de Zaragoza que no cuenta con comedor. En el barrio, han explicado, residen alrededor de 200 niños censados en edad escolar, de los cuales solo 60 asisten al centro. "Quienes viviendo en el barrio no han matriculado a sus hijos en el centro y han optado por llevarlos a Villanueva de Gállego, San Mateo de Gállego, Montañana o Zuera, lo hacen muchos de ellos por estas carencias", han denunciado.

Niños y padres de este barrio llevan once años pidiendo que se construya

Además, han reprochado a las administraciones que están siendo "discriminados" por ser un colegio rural pequeño y les han pedido que "colaboren" para poner una solución a este problema. Esta pasa, han explicado en su escrito, por la construcción de un aula polivalente, que ya cuenta con un proyecto oficialmente aprobado y con financiación comprometida, que está "paralizada" en la asesoría jurídica del Ayuntamiento de Zaragoza. Este espacio serviría para ofrecer los servicios de comedor y madrugadores. Ante la imposibilidad de que estas instalaciones estén listas de cara al inicio del curso que viene, las familias también reclaman que se las ayude de cara a asumir el coste y la gestión de unos servicios "que no son obligatorios", pero sí "complementarios" y con los que todos los colegios cuentan, y que en el caso de Peñaflor supondrán dejar a sus hijos en el mismo o tener que cambiarlos de centro.

El vicepresidente del Ampa, Mario Pisco, ha señalado que la construcción del aula polivante, que debía debería haberse estrenado este año, iba a ser financiada por el Ayuntamiento de Zaragoza y la Diputación Provincial de Zaragoza con una aportación cada uno de ellos de 175.000 euros. Este curso hay solo ocho familias que utilizan el comedor, aunque el número habitual se sitúa entre las 15 y 20. En estos momentos los escolares comen de táper en el centro cívico, en un taller de cocina, pero también lo han hecho durante varios meses en el polideportivo municipal. Las familias pagan unos 80 euros por el servicio para financiar el coste del monitor que los atiende, aunque la comida se la traen de casa.

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