zaragoza
Vuelven a vandalizar la caseta de la Balsa del Ojo del Cura una semana después de limpiarla
El Ayuntamiento de Zaragoza procedió a repintarla de blanco hace poco más de diez días, pero el pasado fin de semana ya apareció con varias firmas y pintadas.
Poco ha durado limpio el observatorio de aves de la Balsa del Ojo del Cura, en Casetas. Apenas una semana después de que el Ayuntamiento de Zaragoza procediera a su limpieza, varias pintadas vuelven a deslucir tanto su exterior como su interior. Unos hechos que desde el consistorio zaragozano han calificado de “lamentables”, y que también han sido criticados por la alcaldía y la asociación de vecinos del barrio rural.
Jorge Eseverri, alcalde de Casetas, recuerda que el observatorio se ha adecentado en reiteradas ocasiones, pero el vandalismo “parece no tener fin”. “Se acometen labores para acondicionar este tipo de espacios y, lamentablemente, se ven afectados por estas prácticas”, señala. La única solución, según Eseverri, pasa por “ser más rígidos” ante este tipo de comportamientos.
En el mismo sentido se manifiestan desde la Asociación de Vecinos de Casetas. “Es una falta de educación y civismo”, consideran. El propio colectivo fue el que hace aproximadamente un mes alertó del estado de la caseta y de su entorno, ya que al parecer, algunas personas acuden allí a beber y es frecuente encontrar restos de botellas o latas en la zona.
“Llega un momento en el que te resignas. Podríamos decir: ‘Vamos a volver a pintarlo y les borramos los garabatos’, pero comprendo que no se dispone de fondos para estar pintando continuamente”, añade José Luis Almenara, presidente de la asociación, que preveía lo que iba a ocurrir. “Cuando lo vimos, ya imaginábamos que duraría poco: paredes limpias para llegar y firmar”, lamenta.
Quienes vieron en el observatorio un lienzo en blanco en el que estampar sus pintadas podrían enfrentarse a sanciones económicas que pueden elevarse hasta los 750 euros. La multa mínima es de 50 €, aunque el importe varía en función del tipo de pintada y de dónde esté hecha. Si se realiza sobre un Bien de Interés Cultural, puede llegar hasta los 1.500 euros.
Sobre si el problema se solucionaría contratando a un grafitero profesional para que decorara el observatorio -no está bien visto pintar sobre la obra de otros artistas, por lo que otros grafiteros la respetarían-, Almenara dice no tenerlo claro, pese a que hay quienes defienden esta idea a través de las redes.
En cualquier caso, la realización de pintadas sin autorización va en contra de la normativa municipal. El coste de eliminarlas es de 1.678.308 euros para las arcas públicas cada año. Según datos del consistorio zaragozano, solo en el año 2019 se borraron 27.000 pintadas de fachadas en la ciudad, aunque advierten de que no todas las que eliminan son tan grandes como las del observatorio de aves. “Hay un amplio abanico de tamaños y casuísticas”, señalan.
La Balsa del Ojo del Cura es uno de los pocos humedales que todavía quedan en el entorno de Casetas. Tras años convertido en una escombrera, el Ayuntamiento de Zaragoza adquirió los terrenos y construyó un parque, un merendero, y una caseta para avistar aves. Y es que, en este entorno existen hasta 200 especies vegetales y aves acuáticas como las cigüeñuelas o los ánades reales.
