zaragoza

La Cincomarzada se va de terrazas y museos

La capital aragonesa aprovecha la ampliación de horario en la hostelería en un atípico día sin actos multitudinarios.

Miles de zaragozanos se echaron este jueves a las calles de la ciudad, pero esta vez su rumbo no les condujo al parque Tío Jorge. La cancelación de los actos multitudinarios por la pandemia dejó huérfano este rincón verde de la ciudad, en el que cada Cincomarzada peñistas y entidades sociales y vecinales como la Federación de Barrios (FABZ) celebran una jornada festiva nada compatible con las actuales restricciones sanitarias. A cambio, las terrazas de los bares se llenaron durante todo el día y ya entrada la noche, ya que estrenaban la ampliación de horarios hasta las 22.00. Otros apostaron por el paseo en bicicleta a los entornos naturales más cercanos, o por la exposición de moda en los museos municipales.

«Hay tristeza, pero llevamos 40 años viniendo y este no iba a ser menos», comentaba José Ramón Esteban, ataviado con la indumentaria de la peña Adebán, en la terraza del quiosco del parque Tío Jorge. Junto a él, un reducido grupo de peñistas se habían acercado a disfrutar del día con «responsabilidad» y «nostalgia». «El año pasado fue muy multitudinario, se cogió con ganas, a ver si podemos el próximo», comentaba a su lado Marta Culebras, de la peña La Pasarela.

Fueron la excepción, permitida por ser vecinos del barrio y «asiduos» al quiosco, ya que el resto de colectivos respetaron la petición de las dos grandes asociaciones de evitar las celebraciones. «Ya lo disfrutaremos al año que viene, este toca apoyar a la hostelería», apuntaba Eva Cerdán, presidenta de Interpeñas. «Es una pena porque es un día de convivencia, incluso más que para el Pilar, pero toca ser responsables», coincidía Jorge Gracia, al frente de la Unión Peñista.

A cambio, ambas entidades organizan, de la mano del Ayuntamiento, una exposición sobre su historia y actividades en los antiguos depósitos de Pignatelli que se ha hecho coincidir con esta fecha para mantener un punto de contacto con la ciudadanía pese a la pandemia.

Visitas completas en Juslibol

Con los comercios cerrados y los parques controlados por un dispositivo especial de vigilancia para evitar celebraciones, muchos de los zaragozanos que no optaron por hacer turismo en la provincia apostaron por disfrutar de los entornos naturales de la ciudad en bici o a pie. Uno de los más populares, los galachos de Juslibol, estrenaron la temporada de primavera con visitas guiadas, talleres y el ‘tour’ del tren de El Carrizal.

Según los responsables de este espacio protegido, todas las reservas llevaban días completas, y se espera a lo largo del puente una afluencia del triple de visitantes respecto a cualquier fin de semana precovid.

Mientras, en el centro los hosteleros desplegaban sus terrazas al 100% y hasta las 22.00, gracias a la relajación de las restricciones que entró ayer en vigor. La zona del Tubo volvió a ser una de las más demandadas, pero la lucha por hacerse con una silla o un velador se extendió por toda la ciudad. «No recuerdo haber visto tantas mesas y gente esperando en esta zona», señalaba Julia Lorenzo en un bar del parque de La Aljafería, en La Almozara.

En el centro, los habituales reclamos turísticos lo eran esta vez para los propios zaragozanos y visitantes de la provincia, con la basílica del Pilar al frente. Mientras, los museos vivían una jornada de lleno. «Hacía años que no venía a la Lonja, y qué mejor momento que este», reconocía Alberto Giménez mientras esperaba una larga fila que casi daba la vuelta al emblemático museo, que ofrece estos días ‘Destacados’, una muestra de la Colección Telefónica.

A escasos metros, el mercadillo de antigüedades de la plaza de San Bruno montaba sus puestos pese a no ser domingo. El Consistorio les permitió hacerlo (al igual que para el próximo 23 de abril, día de San Jorge) como compensación por las jornadas de cierre en la pandemia o por la borrasca Filomena. «Se nota que solo es fiesta en Zaragoza, pero aún así está viniendo gente», comentaba la presidenta de la asociación del mercadillo, Alicia Hernández. «Estamos contentos porque se ha publicitado bien que hoy abríamos», añadía.

De igual modo, el rastro y el mercadillo de La Almozara montaron sus puestos en el aparcamiento sur de la Expo en una mañana de «no mucha gente» pero que «se ha ido animando con el sorteo de lotes de productos aragoneses», explicó la portavoz de los vendedores, Esther Jiménez.

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