Tráfico comienza a examinar del carné los sábados para evitar el atasco de la covid
La expedición de permisos de circulación cayó un 30% en Zaragoza el año pasado.
La Jefatura Provincial de Tráfico de Zaragoza ha comenzado a celebrar los sábados exámenes de conducir teóricos para aliviar el atasco de pruebas que ha ocasionado la pandemia del coronavirus. El parón obligatorio durante el confinamiento de la pasada primavera y la reducción de aforos para cumplir con las restricciones sanitarias han mermado la capacidad para medir las capacidades de los aspirantes. De hecho, en 2020 la expedición de permisos de circulación cayó un 30% respecto al año anterior.
"Pasamos de una capacidad de unos 5.000 exámenes al mes a los 1.800 actuales, lo que ha provocado una acumulación de solicitudes de pruebas", detalla el jefe provincial de Tráfico, José Antonio Mérida. "Las medidas sanitarias obligan a mantener unos aforos limitados y unas distancias mínimas entre las personas", explica, de tal forma que el aula informatizada de exámenes de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Zaragoza ha pasado de disponer de 35 puestos a únicamente 15.
Además, el número de pruebas diarias se ha visto también reducido al llevar a cabo una desinfección del aula entre cada sesión y una integral por parte del personal de limpieza a media mañana y al final de cada jornada. "Tras cuatro meses de inactividad por el confinamiento, se sumó la temporada alta de verano e incluso la llegada de mucha gente sin trabajo por la crisis, lo que se tradujo en un aumento de la demanda", relata Mérida. De esta forma, se creó una «bola» que llevó la espera media por alumno de una semana a "cuatro o cinco", comenta el jefe provincial.
Para atajar el problema, en enero se celebraron 285 pruebas extraordinarias, y desde febrero se ha aumentado una sesión por día y se ha comenzado a examinar los sábados, hasta lograr 960 más al mes. La idea es mantener esta medida al menos durante el mes de marzo, y extenderla más allá, o incluso a las tardes, si fuera necesario y en función de cómo evolucione la demanda por parte de los alumnos. En este sentido, el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Zaragoza (APAZ), Sergio Olivera, asegura que ya se está comenzando a notar menos presión en el calendario de aspirantes.
De la huelga a la pandemia
El año pasado, marcado por la crisis sanitaria del coronavirus, se expidieron 7.594 permisos de conducir en la capital aragonesa, lo que supone una caída del 29,4% respecto a los datos del ejercicio anterior. Es, incluso, una cifra más baja que la registrada en 2017, cuando una larga huelga de los examinadores de Tráfico causó una gran atasco de pruebas en todo el país y dejó la cifra final de carnés concedidos en la provincia en 7.857.
Los dos años siguientes se fue recuperando la normalidad gracias, en parte, al refuerzo de la plantilla de examinadores. En 2018 se expidieron 9.798 carnés, y el año pasado se superaron los 10.000 (un total de 10.766), una barrera que Zaragoza solía alcanzar hasta en los peores años de la anterior crisis económica.
La mayoría de los permisos concedidos el año pasado –por sexos, 4.189 a hombres y 3.405 a mujeres– fueron del tipo B (turismos), con 6.629 carnés. Por detrás, a mucha distancia, 447 aspirantes consiguieron el A, A1 o A2 (motocicletas), 296 el AM (ciclomotores) y 153 el E (remolques).
Los efectos de Filomena
La Jefatura Provincial, que cuenta en Zaragoza con 19 examinadores y había dejado atrás los efectos de la huelga de 2017 con la incorporación de más funcionarios, no solo ha tenido que hacer frente a las consecuencias de la pandemia. La borrasca Filomena, que dejó una nevada histórica en la provincia a principios de enero, obligó a cancelar numerosas pruebas.
Para compensarlas, la DGT celebró sesiones el sábado 23 y el viernes 29 (San Valero). Además, durante este mes de febrero están previstos dos desplazamientos extraordinarios a Calatayud y Tarazona para aliviar las bolsas de alumnos de estas localidades.
