comunicaciones

Aena adjudicará la sexta terminal de carga aérea de Zaragoza en primavera

Cinco empresas optan tras la renuncia de Acciona, lo que demorará su puesta en servicio hasta el otoño de 2022

Dos aviones estacionados en la ampliación de la plataforma del aeropuerto, que ha pasado de 160.000 a 223.125 metros cuadrados.
Dos aviones estacionados en la ampliación de la plataforma del aeropuerto, que ha pasado de 160.000 a 223.125 metros cuadrados.
Aena

El ente público encargado de la gestión de los aeropuertos españoles, Aena, tiene previsto adjudicar de nuevo la construcción de la sexta terminal de mercancías de Zaragoza en la próxima primavera, lo que demorará su puesta en servicio hasta el otoño de 2022. Los técnicos están valorando las cinco ofertas presentadas a la licitación, en la que se ha respetado tanto el precio, 3,6 millones de euros más IVA, como el plazo, 13 meses, ya fijados con antelación en la primera convocatoria que resultó fallida.

Aena llegó a contratar las obras hace un año con una de las principales compañías del país, Acciona, pero ésta revisó el proyecto nada más lograr la adjudicación y reclamó sin éxito una modificación que encarecía el encargo. Y la situación ha acabado en litigio, con la correspondiente reclamación a la constructora por parte del ente público, que no ha hecho pública la cuantía.

Los números del proyecto, así como las cifras en los pliegos de condiciones, no deben de estar muy desencaminados cuando cinco empresas optan de nuevo a llevarse la obra. Acciona llegó a optar con una rebaja económica del 14,4%, aunque las ofertas ahora presentadas aún no se han hecho públicas.

En concreto, han registrado propuestas OHL, Contratas Vilor, Levantina Ingeniería y Construcción y dos uniones temporales de empresas formadas por Indutec Instalaciones, Insae Infraestructuras y Marco Infraestructuras y Medio Ambiente y la que tienen como socias a Tecnologías de Firmes y Constructora Consvial.

En el primer pliego de condiciones ya se reconocía que la necesidad de las nuevas instalaciones la planteó una de las compañías que gestionan los envíos del aeropuerto, Groundforce Cargo, aunque su explotación saldrá a concurso. Por el momento sigue pendiente, aunque resulta esencial para ganar tiempo y el adjudicatario pueda acondicionar el espacio una vez terminen las obras en un plazo de trece meses. Y este condicionante provocará que aún se demore un poco más su puesta en servicio.

Pese a la caída de la actividad provocada por la pandemia, el aeropuerto cerró el pasado ejercicio como el segundo aeropuerto nacional en mercancías, solo superado por el de Madrid por segundo año. Esto se traduce en la necesidad de mayor espacio, dado que las operaciones internacionales se concentran especialmente en dos días y con las actuales instalaciones se complica dar respuesta.

Una docena de aviones en un día

Para hacerse una idea, se llegan a acumular hasta una docena de aviones en un mismo día, por lo que hacen falta nuevas instalaciones de consolidación y desconsolidación, como se denomina a las labores de organización de los paquetes en grandes planchas para introducirlos en las bodegas de los aviones y a la propia manipulación de los que llegan para cargarlos en camiones.

La nueva terminal se construirá al oeste del aeropuerto y ocupará una parcela de 10.269 metros cuadrados que ya fue urbanizada sobre las 70 hectáreas adquiridas en su día al Ministerio de Defensa para la expansión de la actividad.

La nave, de algo más de 3.000 metros cuadrados, se puede sectorizar para que puedan llegar a trabajar hasta dos empresas. El diseño rectangular, con 77 metros de largo y 42 de ancho, pretende facilitar las operaciones de carga voluminosa y el área de muelles diseñada permitirá que catorce vehículos dejen y recojan envíos al mismo tiempo.

Aena es consciente del tráfico pesado que acarreará y de ahí que incluya el acondicionamiento de un área suficientemente desahogada para el giro de los camiones, además de la dotación de un parquin con una treintena de plazas.

Su ubicación permitirá atender de forma rápida y directa a los aviones que empleen el área ampliada de la plataforma de estacionamiento, que ha pasado de 160.000 a 223.125 metros cuadrados. Allí se podrá atender al mismo tiempo a tres Boeing 747-800, el avión comercial más grande del mundo, que opera regularmente en la capital aragonesa.

La caída de la actividad sigue siendo la tónica en los directos rivales, Madrid y Barcelona, pero el aeropuerto de Zaragoza ha recuperado el ritmo previo a la covid, como lo demuestra el hecho de que cerrara enero con 15.453 toneladas, un 3,2% más que en el mismo mes de 2020.

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