Así 'cazó' la Guardia Civil al tío y los sobrinos de 15 y 16 años que asaltaron la oficina bancaria de Cosuenda

Las grabaciones de las cámaras de seguridad fueron determinantes en la investigación. El adulto simuló ser un cliente y facilitó el acceso al banco a sus sobrinos, que iban armados con una escopeta recortada y una navaja.

Máscaras del atraco de Cosuenda.
Máscaras del atraco de Cosuenda.
Guardia Civil

La Guardia Civil ha logrado esclarecer el atraco a mano armada perpetrado el pasado 17 de noviembre de 2020 en la sucursal de la Caja Rural de Aragón en Cosuenda, por el que ha detenido a un vecino de 39 años identificado como José María M. y a sus dos sobrinos. El primero fue a recoger al instituto a los menores, de 15 y 16 años, les entregó una escopeta recortada y una navaja y los utilizó para dar el golpe haciéndose pasar él por una simple víctima. Por estos hechos, el juez decretó el ingreso del adulto en el centro penitenciario de Zuera.

El tío y sus sobrinos llevaron a cabo el atraco el 17 noviembre a las 13.30, pero no era la primera que lo intentaban. De hecho, parece que tenían previsto haber asaltado la oficina bancaria varios días antes, pero se la encontraron cerrada y tuvieron que abortar el plan. El día de autos, tras recoger a los chavales a la salida de clase, José María M. se los llevó a un almacén del pueblo donde se cambiaron de ropa y recogieron las caretas y las armas.

Una vez en la sucursal, el hombre llamó a la puerta simulando ser un cliente. Al abrirle, inmediatamente después entraron sus sobrinos al grito de esto es un atraco. "Tira p’alante", le dijo a su tío -que fingía ser víctima- el menor que llevaba el arma blanca. Mientras, el joven que empuñaba la escopeta se dirigía a un empleado y le exigía que metiera el dinero en una bolsa. El atraco apenas duró 25 segundos, pero les permitió llevarse un botín de 1.680 euros.

Tres personas, dos de ellas menores, han sido detenidas por el atraco a una entidad bancaria en la localidad de Cosuenda el pasado 17 de noviembre en la que dos de los detenidos entraron encapuchados y armados con una navaja y una escopeta recortada, encañonaron al empleado y se apoderaron de 1.680 euros.

Las grabaciones, decisivas

"Entraron con un cliente al que amenazaron. Me encañonaron con una recortada y se llevaron el dinero", relataba en su día uno de los empleados a HERALDO, sin saber que la supuesta víctima era en realidad uno de los delincuentes. La Guardia Civil revisó las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de la oficina, pero no solo las de aquel día, sino también las de los 15 anteriores al robo. Y parece que este material ha sido decisivo para su resolución. De hecho, lo primero que llamó la atención a la Guardia Civil fue que los atracadores huyeran a pie por el centro del pueblo en dirección hacia el cementerio.

Según fuentes de la Comandancia de Zaragoza, gracias a las cámaras se descubrió que seis días antes del asalto los tres atracadores habían estado merodeando alrededor de la sucursal. Pero ese día el empleado tenía que ir a un juicio y cerró antes. "Fue una bendita casualidad", reconocen ahora los investigadores, que buscaban además la escopeta recortada con la que se perpetró el golpe para evitar nuevos asaltos en la comarca. Los arrestos se llevaron a cabo el pasado 21 de enero, tras practicar varios registros y localizar la ropa y las armas que utilizaron los ladrones. "El tío es un fichaje, tenía antecedentes policiales, pero no penales", comentaban los agentes. En cuanto a los sobrinos, residen en una localidad próxima a Cosuenda y quedaron a disposición de la Fiscalía de Menores.

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