La junta vecinal de Monzalbarba ha repartido munición de forma gratuita entre los cazadores que participan en batidas para reducir la población de palomas en el barrio rural. El alcalde, Abel Anadón (PP), compró con cargo al presupuesto un lote de cartuchos por valor de 860 euros para «ayudar» a los voluntarios que llevan a cabo esta labor, una decisión que ha causado controversia entre los vecinos.

«Hay gente que no está de acuerdo, pero estos cazadores colaboran desinteresadamente en reducir el número de palomas, que causan estragos en los campos y en los tejados y canaleras de las casas», explica Anadón. En concreto, el alcalde señala que ha repartido una caja por persona, sin llegar a agotar toda la munición adquirida en una conocida armería de la capital aragonesa.

Anadón comenta que estas batidas se llevan a cabo «desde hace años» y que «cuentan con todas las autorizaciones y el permiso del Inaga». «Los cazadores nos pidieron ayuda para asumir el coste y lo hemos hecho», añade.

Sin embargo, la decisión ha levantado controversia. Ernesto Naval, representante de la Asociación de Vecinos de Monzalbarba en el pleno, explica que «incluso sin pandemia, ese dinero podría servir mejor para otras necesidades». Recuerda que la Alcaldía «ya ayudaba a los cazadores con la tramitación de los permisos», y ve «inédito y muy extraño» que ahora se reparta cartuchos en mano.

«Hay palomas pero no es una plaga muy preocupante, hay otras prioridades en el barrio como para gastar el dinero en esto», insiste Naval, que planteará la cuestión en el próximo pleno. Para el alcalde, en cambio, estas críticas «proceden de la oposición» que, a su juicio, «intenta reventar» cualquier iniciativa que lleve a cabo.