negocios víctima de la pandemia

Adiós al bar Fenicia de Musti: desaparece otro clásico del Tubo de Zaragoza

La pandemia se lleva por delante otro establecimiento mítico de la escena gastronómica zaragozana. Después de casi dos décadas en el Tubo, Moustapha Nasser busca otro local más pequeño desde donde preparará solo comida para llevar. 

Moustapha Nasser Issa, este domingo a las puertas del bar Fenicia, en el Tubo de Zaragoza.
Moustapha Nasser Issa, este domingo a las puertas del bar Fenicia, en el Tubo de Zaragoza.
Camino Ivars

La pandemia ha logrado llevarse por delante otro establecimiento mítico ubicado en el corazón del Tubo de la capital aragonesa: el Bar Fenicia. Más conocido como ‘El Musti’, el local abrió sus puertas hace 18 años en la calle Estébanes, aunque en 2014 se mudaría a su actual ubicación, sita en el número 2 de la calle Ossau.

Este mismo domingo, 24 de enero, Moustapha Nasser Issa, su propietario, anunciaba a través de las redes sociales esta difícil decisión, la cual aseguraba, ha sido una de las más difíciles de su vida. “No ha sido nada fácil pero la situación es insostenible. Prefería irme yo antes de que me echasen por no poder pagar el alquiler”, admite.

"Quiero agotar lo poco que me queda y prepararme para empezar de cero"

Este domingo ha sido el último de ‘El Musti’ en este local ubicado en el corazón del Tubo. Moustapha se prepara para abandonar el local definitivamente el próximo viernes, 29 de enero. Sin embargo, el hostelero, que lleva más de 25 años detrás de una barra, asegura que no es el final del Bar Fenicia. “Por ahora estoy buscando un nuevo espacio en la zona de la plaza San Miguel o el Coso bajo, un local más pequeño para centrarme en un negocio de comida para llevar”, explica.

Eso sí. El concepto y la apuesta serán los mismos. Auténtica comida libanesa entre la que no faltarán algunos de sus platos más conocidos como sus famosos bocadillos y empanadillas libanesas, el hummus o su taco picante, platos que le llevaron a convertirse en uno de los clásicos del tapeo zaragozano.

“Me siento muy triste, pero no queda otra opción que seguir adelante, aunque sea en otro lado y con otro formato”
Adiós al bar Fenicia de ‘Musti’: desaparece otro clásico del Tubo de Zaragoza
Adiós al bar Fenicia de ‘Musti’: desaparece otro clásico del Tubo de Zaragoza
Camino Ivars

Moustapha asegura que desde el inicio de la pandemia ha atravesado momentos sumamente complicados. La situación es insostenible “y cada mes nos han estado cambiando horarios, aforos y condiciones de trabajo”, lamenta. Con un reducido aforo de tan solo 20 personas y una terraza de cinco mesas, las restricciones han sido “muy asfixiantes”.

En las últimas dos semanas no he hecho ni 100 euros de caja. Tuve que despedir a la persona que tenía contratada porque no me salían las cuentas”, relata. “Al final, hemos estado varios meses cerrados por la pandemia, pero los gastos han sido los mismos, y el alquiler en esta zona es demasiado caro”, lamenta. Algo que ha hecho imposible la continuidad de su proyecto en este espacio.

El propietario del bar Fenicia, Moustapha Nasser, se ha visto obligado a cerrar su negocio del Tubo por la situación económica derivada del coronavirus y anuncia que va a buscar otro local más pequeño desde donde hará sus famosas empanadillas para llevar.
"Después de 40 años viviendo en Zaragoza, yo ya me siento como si fuera maño”

Me siento muy triste, pero no queda otra opción que seguir adelante, aunque sea en otro lado y con otro formato”, advierte el propietario del Fenicia que, adaptándose a la era COVID, tiene claro que la demanda en los próximos años girará en torno a la comida a domicilio.

A sus 60 años, Moustapha llegó a Zaragoza procedente del Líbano en 1993 a raíz de la invitación de su hermano, médico radicado en la capital aragonesa desde hace 40 años. “Yo ya me siento como si fuera maño”, asegura.

Hasta el local se han acercado este domingo algunos de los que serán sus últimos clientes. Apenados, aseguran que la crisis se está llevando por delante locales emblemáticos como el Juan Sebastián Bar o Casa Pascualillo. "Cuando nos lo ha contado nos hemos quedado muy sorprendidos. La verdad es que da mucha pena que esté pasando todo esto", admite Miguel. Por ahora, seguirá abriendo de lunes a viernes tan solo de 16.00 a 18.00, aunque bajo mínimos: "Quiero agotar lo poco que me queda y prepararme para empezar de cero".

La pandemia se lleva por delante otro establecimiento mítico de la escena gastronómica zaragozana. Después de casi dos décadas en el Tubo, Moustapha Nasser busca otro local más pequeño desde donde preparará solo comida para llevar. Así resumía Nasser su situación par Heraldo TV el pasado mes de octubre, cuando comenzó el estado de alerta 3 en Aragón.
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