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Los vecinos de Balsas de Ebro Viejo piden una partida para la limpieza de sus plazas
El colectivo vecinal que representa a estos bloques sindicales reclama una partida presupuestaria para la limpieza y el mantenimiento de sus zonas comunes, pero el consistorio mantiene que son de titularidad privada.
La falta de limpieza y mantenimiento de las plazas y zonas comunes de los grupos sindicales de Balsas de Ebro Viejo preocupa a sus vecinos, que lamentan el deterioro que sufre su entorno desde hace varios años.
Esta urbanización, catalogada como Conjunto de Interés Urbano, se proyectó en torno a plazas y jardines de uso común con el objetivo de favorecer la convivencia y las relaciones entre vecinos. Hasta hace un tiempo, los propios moradores de la zona fueron los encargados de su mantenimiento, pero el envejecimiento de la población y la polémica titularidad de estos espacios ha provocado su progresiva degradación.
“Las malezas y las hierbas han crecido mucho”, comenta Esther Blasco, presidenta de la Asociación de Vecinos Balsas de Ebro Viejo. Más allá de alguna intervención puntual, Blasco asegura que “hace años que nadie entra a adecentar la urbanización”.
Por este motivo, Blasco reclama que los presupuestos del Ayuntamiento de Zaragoza de 2021 incluyan una partida para la adecuación de las zonas comunes de estas viviendas. Las cuentas de 2020 ya no contemplaron ninguna partida para este fin, aunque las de 2018 incluían 500.000 euros para el mantenimiento de los grupos sindicales, una partida que se redujo hasta los 50.000 euros en el presupuesto de 2019.
La respuesta por parte del consistorio en este sentido es clara: las zonas comunes que señalan los vecinos de Balsas de Ebro Viejo son de titularidad privada y, por tanto, el Ayuntamiento no puede intervenir allí. Así lo comunicó en el pleno celebrado hace un par de días la concejala de Servicios Públicos y Movilidad, Natalia Chueca, tras una pregunta formulada por Zaragoza en Común (ZeC) sobre si las cuentas de 2021 incluirían una partida para la limpieza de los grupos sindicales.
“No son espacios municipales. Son espacios que, de momento, son propiedad y responsabilidad de las comunidades de vecinos”, señaló la concejala, que considera que sería “injusto para el resto de vecinos” que el consistorio se hiciese cargo de unos espacios privados con recursos públicos”.
“La rehabilitación es nuestro principal objetivo”
La rehabilitación de los edificios que conforman Balsas de Ebro Viejo y las mejoras en materia de accesibilidad son “el principal objetivo” de la asociación de vecinos. De hecho, su fundación en el año 2005 surge tras detectar que era necesario intervenir para mejorar la calidad de vida de quienes viven aquí.
“En nuestros estatutos decimos claramente que el principal objetivo es colaborar con la administración en la rehabilitación de la urbanización”, señala Blasco.
De acuerdo con los datos facilitados por Zaragoza Vivienda, entre los años 2016 y 2019 se han concedido ayudas a la rehabilitación para 8 portales de esta zona, que suman un total de 78 viviendas, alcanzando una ayuda de 1,2 millones de euros y una inversión de más de 2,6 millones.
Las actuaciones han incluido mejoras en la accesibilidad; la instalación de ascensores, como el del edificio de Peña Oroel 2; o la mejora de conservación y eficiencia energética. “Con estas intervenciones, el ahorro estimado es de 207 toneladas de CO2 al año”, señalan fuentes municipales. En la convocatoria de ayudas de 2020, ocho edificios más de Balsas de Ebro Viejo han solicitado ayudas para ejecutar obras integrales, aunque todavía están pendientes de resolución.
La asociación continúa realizando campaña para “estimular a los vecinos y a las comunidades y que tomen conciencia”. Para ello, les facilita información sobre la normativa y les comunica cómo acceder a estas subvenciones. “Hay que seguir interviniendo con energía para evitar que este entorno se siga degradando”, comenta Blasco.
