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La oposición exige que PP-Cs recurra a la deuda para impulsar un presupuesto "expansivo"

El gobierno municipal anuncia que aprobará las cuentas la próxima semana, mientras que el PSOE lamenta el retraso y reclama que se incluyan ayudas directas

María Navarro y Lola Ranera, en el pleno del pasado 28 de diciembre.
María Navarro y Lola Ranera, en el pleno del pasado 28 de diciembre.
Oliver Duch

En vísperas de la aprobación del presupuesto de 2021 por parte del gobierno municipal PP-Cs en Zaragoza, los grupos de izquierdas exigieron ayer que las cuentas sean "expansivas" con el objetivo de incrementar el gasto y que, para conseguirlo, se recurra a la deuda si es preciso. Es más, el PSOE anunció que solicitará un pleno extraordinario para que las cuentas de este año incluyan ayudas directas para los sectores más afectados por la crisis.

La primera en abrir el fuego fue la portavoz socialista, Lola Ranera, que cargó contra el retraso que arrastra el presupuesto. Los socialistas forzarán un pleno extraordinario no solo para instar al gobierno para que presente el documento –algo que previsiblemente ya habrá ocurrido cuando esa sesión se celebre–, sino para que incluya medidas que permitan "que nadie quede atrás".

Acompañada por la edil Ros Cihuelo, Ranera sostuvo que los remanentes de 2020 (todavía pendientes de cuantificar) deben destinarse a ayudas directas a los sectores afectados por la crisis. Además, pidió que este objetivo se complete con partidas específicas o con los fondos que se obtengan de la devolución de los microcréditos concedidos el año pasado. Los socialistas defendieron que las cuentas de 2021 tengan también recursos para establecer bonificaciones en impuestos, tasas y cánones.  Con estas premisas, Ranera reclamó que PP-Cs "no elija a Vox y opte por el PSOE".

Cihuelo habló de "un gobierno sin alma" por no responder "a la realidad de la ciudad". "Si se hunde el sector económico y productivo, Zaragoza se hunde", afirmó la edil, que rechazó el argumento del gobierno municipal de esperar a la llegada de ayudas del Estado para poder concretar la tabla de ingresos municipal y por tanto las cuentas. "Es infantil", declaró Cihuelo, que confió en un presupuesto "expansivo" que permita reactivar el sector económico. "Todas las ciudades están yendo a la deuda", afirmó.

En la misma línea se pronunciaron ZEC y Podemos, que coincidieron con los socialistas en la queja de que el gobierno PP-Cs no haya negociado un borrador con ellos y criticaron el retraso de las cuentas. "Es injustificable", declaró el edil Alberto Cubero. Las formaciones de izquierdas reclamaron que se acuda a la deuda para financiar inversiones en los barrios y que se habiliten ayudas a los sectores económicos más afectados por la crisis.

"Si no captamos deuda de los bancos no se podrán realizar inversiones en los barrios, ni afrontar la construcción de equipamientos, ni las políticas de vivienda pública. Sobre cuánta, eso hay que medirlo", declaró el edil de Podemos, Fernando Rivarés.

Malestar en el gobierno

El gobierno municipal no dio pistas sobre el presupuesto, más allá de confirmar que las cuentas se harán públicas la próxima semana. El bipartito desveló que sus planes eran aprobar su programa económico hoy mismo, pero que el confinamiento del alcalde, Jorge Azcón, tras dar positivo por coronavirus les ha obligado a postergar el inicio de la tramitación presupuestaria.

Por este motivo, la concejal de Hacienda, María Navarro, expresó el malestar del gobierno por la iniciativa del PSOE. Lamentó la falta de cortesía política" de los socialistas por pedir un pleno extraordinario con el alcalde confinado y al día siguiente de que el resto de concejales de PP y Cs se aislaran de forma preventiva. "Las formas son muy importantes en política y en esta ocasión el PSOE municipal no ha estado a la altura", declaró Navarro.

El portavoz de Vox, Julio Calvo, mantuvo una posición diametralmente opuesta: la deuda no puede ser la solución, sino las políticas de supresión del gasto superfluo. Por este motivo, ayer criticó la creación de una nueva oficina para asesorar a jóvenes en materia de empleo, que en su opinión se solapa con otras ya existentes incluso en el propio Ayuntamiento de la capital.

La base de su propuesta de negociación (sigue siendo el socio prioritario para el PP y Cs) es la eliminación de todo tipo de duplicidades, el recorte de las partidas de cooperación, juventud o mujer y el incremento de la inversión y la política social. "Si puede haber un acuerdo, lo habrá. Pero que no nos pidan complicidad para hacer tonterías", declaró. Calvo también cargó contra el PSOE por pedirle al gobierno que no pacte con la formación de extrema derecha.

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