El temporal y la covid marcan una temporada de rebajas con escasa afluencia

l El comercio local se resiente y las grandes superficies confían en la venta ‘online’

Jornada de compras en Zaragoza.
Jornada de compras en Zaragoza.
Guillermo Mestre | Francisco Jiménez

Igual que la campaña de Navidad, la temporada de rebajas de enero no se va a desarrollar como era habitual. Desde que se pusieron en marcha a comienzos de 2021, el funcionamiento de los descuentos y el número de las compras han estado marcados por las restricciones sanitarias y la evolución de la pandemia del coronavirus, a lo que también se sumó el sábado el temporal de nieve y las temperaturas nada apacibles que reinan desde entonces en la comunidad aragonesa. En Zaragoza, ayer se dejaron ver numerosos compradores cargados de bolsas por el centro de la ciudad y las grandes superficies pero, según aseguraban los más asiduos, menos que el año anterior. El pequeño comercio ya asume que el mes acabará con pérdidas, mientras que en las grandes superficies son más optimistas y confían en que el grueso de la facturación esté en las compras ‘online’.

En medio de una situación ya de por sí muy difícil para estos negocios, la borrasca Filomena dio al traste con un fin de semana que se preveía de buenas ventas. Muchas tiendas y grandes superficies no subieron la persiana, y quienes sí lo hicieron recibieron una afluencia casi nula comparada con cualquier otro festivo. El gran atractivo fue la nieve. «Nosotros abrimos el sábado por la mañana y no se vendió casi nada. Por la tarde ya decidimos no abrir y con el frío de estos días se ha notado mucho que la gente no sale», resumió Anet Merino tras el mostrador de su tienda de moda y complementos By Frida, en el paseo de Fernando el Católico.

Para esta autónoma, como para la mayoría, el mal tiempo está siendo otra piedra en el camino para un año que «está empezando mal». De una manera similar se pronunció poco después Maribel Belled, trabajadora de la zapatería especializada Garras, donde ni siquiera llegaron a subir la persiana a causa de la borrasca. «El comercio del calzado está fatal, la gente no sale y no quiere gastar dinero en eso», enfatizó esta dependienta, que añadió que han necesitado «hacer un esfuerzo muy grande para poder seguir abiertos» pese a las restricciones.

Tanto en Navidad como en la actual campaña de rebajas han recibido muchos menos clientes que el año anterior. «Puede que casi la mitad», apuntó. Lo que buscan también ha cambiado ya que las zapatillas de estar por casa han sido esta vez el producto estrella.

Más prendas de abrigo

El presidente de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza (ECOS), José Antonio Pueyo, lamentó que «no hay noticias positivas». Recordó que en las pasadas fiestas se facturó, a falta de datos definitivos, un 5% menos que el año anterior y aseguró que esperan cifras similares para las rebajas. Filomena, además, provocó la pérdida de un sábado completo, ya que impidió la movilidad de los ciudadanos. No obstante, según Pueyo, el frío ha propiciado un aumento las ventas de prendas de abrigo.

Las grandes superficies también sufrieron el impacto del temporal. Puerto Venecia, por ejemplo, mantuvo el sábado sus puertas abiertas aunque con buena parte de sus tiendas sin actividad, y posteriormente el domingo tuvo que cerrar. En La Torre Outlet tampoco trabajaron en todo el fin de semana, pese a que fue un domingo comercial. «Permanecimos cerrados por seguridad de nuestros clientes. El lunes y el martes todavía fueron complicados los accesos, pero el centro comercial estuvo limpio desde el principio», informaron fuentes del complejo. En cuanto a las rebajas, aseguran que sus tiendas están «contentas». En El Corte Inglés, reconocen igualmente que el temporal afectó, pero observan un repunte de la venta ‘online’. «Confiamos en que las compras presenciales de esos días se vayan haciendo de forma escalonada», indicaron.

«Se compra mucho menos»

Los clientes que paseaban ayer por las tiendas del centro de la ciudad daban fe de que «se compra mucho menos». Sobre todo, por la preocupación de los ciudadanos ante el acusado repunte de los casos de coronavirus. Así lo atestiguaba en el paseo de las Damas Eleuteria Peña. «Los hábitos de los consumidores han cambiado mucho en todos los aspectos. Al salir te lo piensas porque la gente tiene miedo», relataba.

Lo mismo decía Mariló Sandiego, que caminaba por la citada vía junto a Celia Aranda con una bolsa de una conocida marca de ropa colgada del brazo. «Hay menos gente que otros años, ni comparación. Esta es la segunda vez que salgo de casa en lo que va de año, y antes iba mucho a las rebajas». En cuanto a las restricciones, no se mostraba muy convencida de la limitación de la hora de cierre ya que la covid «se puede coger en cualquier momento». Aranda, sin embargo, consideraba que deberían ser «incluso antes».

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