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Comprar pasatiempos rusos o telas africanas en Zaragoza también es posible

Españoles amantes de otras culturas o inmigrantes son los principales clientes de los comercios que venden productos de países específicos.

'Matrioshkas' de Kalinka, en la calle de Doctor Horno de Zaragoza.
'Matrioshkas' de Kalinka, en la calle de Doctor Horno de Zaragoza.
HA

En Zaragoza residen 109.298 inmigrantes, un número fruto del aumento del 8,3% que experimentó en el último análisis. Han fijado en la ciudad su hogar y también han fundado comercios con género típico que importan de sus países de origen. De esta forma dan servicio a aquellos compatriotas que buscan el sabor o el accesorio que les remite a su cuna. También son atractivo para españoles que de turismo en el extranjero han conocido otras culturas.

Son habituales las tiendas con productos procedentes de países asiáticos, como China o Japón. Tampoco es difícil comprar frutos secos o teteras de Marruecos. No obstante, en la actualidad se pueden adquirir artículos más específicos que hace unos años eran espejismos en los escaparates zaragozanos.

Cereales que se encuentran en Taste of America.
Cereales que se encuentran en Taste of America.
HA

"Han venido más americanos a raíz de la pandemia"

Las chocolatinas Reese's -un dulce que combina la mantequilla de cacahuete con el chocolate- son ahora la estrella en la tienda Taste of America, en la esquina de la calle de Conde Aranda y la avenida de César Augusto. "Hemos pasado de vender una caja de cuarenta unidades a la semana más o menos a vender casi una al día. Los cereales se siguen vendiendo muy bien también, se conocen y aparecen en series", celebra Luisa Callejas. Ese es uno de los productos que llenan sus estanterías desde el principio, junto con algún tipo específico de chuchería o preparados de pasteles.

Levantó la persiana hace más de siete años y al principio fue un bum -"los primeros tres o cuatro meses se vendió mucho porque era la novedad, pero después ya no tanto porque son productos caros al ser de importación"-. Reconoce que han sido años duros, pero ahora ya tienen una cartera de clientes más consolidada, siendo más conocidos en la franja de edad de entre 10 y 30 años.

A raíz de la pandemia ha aumentado su cartera de clientes: "Han venido más americanos a raíz de la pandemia. Se nota que no han viajado porque cuando se van en Navidad, Acción de Gracias o verano traen cosas. Sobre todo, en noviembre aprecié que vinieron americanos que no eran de los fijos". El abastecimiento de algunos de estos productos ha sido complicado, pero pensaban que iba a ser peor con la pandemia. Consideran que es algo "habitual" porque primero se suministra a Estados Unidos y la importación es lo último, por ejemplo, echan de menos la Coca Cola de vainilla ni de cereza desde hace unos meses.

Telas, cestas y cerámica que se puede encontrar en Las Cosicas de Mariama.
Telas, cestas y cerámica que se puede encontrar en Las Cosicas de Mariama.
L.C.M.

Los estampados africanos que visten Conde de Aranda

Los atrevidos -a la par que coloridos- estampados de África se pueden encontrar en el centro de Zaragoza. Es una pequeña tienda, pero que sus escaparates trasladan a cualquier país del continente. Es Las Cosicas de Mariama, la tienda de Mariama Gerew. "También tengo cestas o artículos de cerámica. Son cosas muy antiguas de nuestros antepasados que casi estaban olvidadas y hemos recuperado ahora", explica esta gambiana. Todos sus productos proceden de África, pero llegan a la capital aragonesa a través de Francia por asuntos de la aduana.

Estuvo abierta tres años en Las Fuentes y desde hace dos meses pone color a la calle de Conde Aranda. A lo largo de este tiempo ha conseguido una clientela fija, tanto africanos como de otras nacionalidades. "Les vendo a españoles que buscan algo diferente o a rumanos y gitanos que quieren algo de 'brilli brilli' para las bodas", cuenta Mariama.

Pasatiempos, cuentos y otras publicaciones de la tienda rusa en Zaragoza.
Pasatiempos, cuentos y otras publicaciones de la tienda rusa en Zaragoza.
HA

Entre especias rusas y ‘matrioshkas’

En un local de la calle de Doctor Horno se ve la televisión en ruso. Es mediodía están sintonizados los informativos. No solo las noticias son en ruso, también los productos que se venden en esta tienda, Kalinka. Abrió hace 15 años y, tras un traspaso, ahora la regenta Pablo. Él es ucraniano, un país que también tiene su hueco en este comercio. Junto a Rusia y Ucrania, se pueden encontrar género de Polonia, Bielorrusia o Lituania, entre otros, que consiguen a través de almacenes de Madrid o Barcelona.

"Viene gente de esos países, pero también españoles que han estado de turismo y buscan aquello que probaron allí", relata Pablo. La mayoría de los productos son de alimentación, como mermeladas, arenque, cerveza, galletas o bebidas. En el mostrador se aprecia un amplio abanico de embutidos y tras la caja las estanterías aguantan decenas de botellas de vodka. También se ofertan artículos de regalo. Ante la atenta mirada de familias de 'matrioshkas' se promocionan pasatiempos, cuentos y cuadernos de ejercicios en ruso. "Los compran rusos para sus niños, pero también personas que están aprendiendo el idioma", apunta Pablo.

La pandemia también ha repercutido en este comercio del centro de la capital aragonesa: "Venían muchos clientes de pueblos y ahora no se acercan porque no pueden, por las restricciones de movilidad o porque tienen miedo al virus".

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