El aeropuerto de Zaragoza volverá a cerrar el año como segundo del país en carga pese a la pandemia
Aunque acumula una caída del 21% hasta noviembre, será el tercer mejor balance anual de su historia. El parón del comercio exterior se compensó en parte con más de 50 vuelos con material sanitario.
El aeropuerto de Zaragoza ha salvado finalmente la crisis provocada por la pandemia y acabará el ejercicio como segundo del país en tráfico de mercancías, un hito que logró por primera vez el año pasado al desbancar al de Barcelona. Aunque acumula una caída del 21% hasta el pasado mes de noviembre, la recuperación de final de año le garantiza cerrar el tercer mejor resultado anual de su historia en carga.
El parón de la economía tuvo su repercusión directa en los envíos internacionales de Inditex, el principal cliente del aeropuerto, que durante la primera ola de la pandemia redujo de forma sustancial sus rutas ante el obligado cierre de sus tiendas. La multinacional gallega puso su capacidad logística al servicio del país para importar material sanitario desde China, lo que compensó en parte la caída.
Fuentes oficiales de Aena indicaron que se llegaron a registrar medio centenar de vuelos procedentes de China cargados con respiradores, mascarillas y otro tipo de material para repartir por las distintas autonomías ante la grave carestía.
En lo peor de la crisis sanitaria, solo llegaron a aterrizar aviones de siete compañías especializadas en carga, cuando en el último trimestre lo han hecho aparatos de una veintena. Las citadas fuentes de Aena destacaron la importancia del aeropuerto durante el primer estado de alarma. "Tuvo una función clave, indispensable en la cadena de suministro de material sanitario y de abastecimiento para la población", señalaron.
El balance provisional asciende a 131.573 toneladas, un 21,1% menos que hace un año, que lo convierte en el descenso menos acusado de los tres grandes aeropuertos del país. Solo Vitoria tuvo una caída menor, del 2%, pero movió menos de una cuarta parte del volumen de la capital aragonesa, pese a figurar como el cuarto del país.
El éxito se debe básicamente a la decisión de Inditex de centralizar en Zaragoza sus envíos aéreos, lo que ha permitido un crecimiento sostenido que no parece tener techo y que solo la crisis provocada por la pandemia ha interrumpido de forma provisional.
La compañía textil mantiene rutas regulares diseminadas por Europa, América, Asia y África para surtir de productos a su creciente red de tiendas. Además, este año se ha registrado un gran número de vuelos chárter operados desde el aeropuerto de la capital de Bangladesh, Dhaka. Y de estas operaciones se han encargado las compañías Qatar, Air Trans Cargo, Air Bridge Cargo y Volga.
Para hacerse una idea, las mercancías que se han importado o exportado desde Zaragoza han llegado hasta 113 aeropuertos repartidos por todo el mundo sin contar con las bodegas de los aviones de viajeros, el elemento diferenciador que hace que Barajas sea inalcanzable.
Concentración del tráfico
El mayor tráfico se concentra con Emiratos Árabes Unidos. Solo el aeropuerto de Hamad acapara algo más de una cuarta parte del volumen global, con 34.344 toneladas. Le siguen los de México (10.919), Moscú (8.860), Zhengzhou (7.248) y Nueva York (7.082). Si se suma toda la carga contabilizada en Oriente Medio, su peso en el cómputo global se incrementa hasta el 38%.
La compañía que lidera a mucha distancia las operaciones en la capital aragonesa es Qatar Airways. En sus bodegas han viajado este año 54.699 toneladas, el 41,5% del total, seguida por Atlas Air, que movió 19.274 toneladas (14,6%) y Emirates con otras 14.468 (11%). A la crisis sanitaria se unió el mazazo de la marcha de Korean Air al aeropuerto de Madrid en el primer trimestre del año. Pese a haber operado solo los dos primeros meses, sigue figurando como novena aerolínea en volumen de mercancías a finales de noviembre.
La recuperación ha sido sustancial en el segundo semestre del año, cuando el comercio internacional se reactivó y las tiendas del grupo Inditex volvieron a abrir sus puertas con relativa normalidad. Lo peor se vivió en los meses de abril y mayo, con registros desconocidos en dos décadas: 8.196 toneladas en dos meses. Solo el año pasado se contabilizaron en esos dos meses 28.739 toneladas.
