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Donaciones, venta 'online' y sorteos, ante un 2020 sin mercadillos navideños: "Pero habrá cosas que no se podrán hacer"

Para distintas asociaciones el que no puedan montar sus rastrillos tradicionales supone "un fallo en el presupuesto" o no acometer proyectos solidarios pendientes al no recaudar fondos.

Rastrillo Aragón de la Fundación Federico Ozanam en una imagen de archivo.
Rastrillo Aragón de la Fundación Federico Ozanam en una imagen de archivo.
Fundación Federico Ozanam

Si algo caracteriza el espíritu navideño son los mercados que cada año se montan en Zaragoza por estas fechas y que en 2020 no se podrán visitar ante la crisis sanitaria del coronavirus. La plaza del Pilar acogía la muestra más popular, pero también ONG, colegios, parroquias y otras entidades organizaban sus tradicionales rastrillos, en los que se podían adquirir todo tipo de productos. El dinero que recaudaban iba destinado a distintos proyectos solidarios y educativos. Ante la imposibilidad de organizarlos, algunas asociaciones han buscado otras salidas como la venta 'online', los sorteos o las campañas de donaciones, entre otras.

El madrugador Rastrillo Aragón de la Fundación Federico Ozanam, que se celebra en el Auditorio de Zaragoza del 23 de octubre al 2 de noviembre, iba a cumplir este año su XXXIV edición. A raíz de su suspensión, la Fundación ha organizado una campaña de donaciones y el dinero que se recaude irá a sufragar becas económicas de personas mayores "por la situación económica derivada de la pandemia", a ayudar a las familias más vulnerables de la sociedad zaragozana y a proveer de EPIS necesarios al personal de atención directa de sus distintos centros (residencias de mayores, de menores tutelados, de emergencia de mujeres, centros de formación y sociales…).

"Para la Fundación, el rastrillo era un impulso económico muy importante. El importe recaudado era alrededor de 600.000 euros. No tener esa ayuda es un problema porque se nutre de su beneficio", afirman fuentes de Federico Ozanam, que recuerdan que la campaña de donaciones es a través de su web "o por bizum". Hasta la fecha, se muestran contentos de cómo marcha la recaudación. "Para muchas personas el rastrillo era una fecha muy señalada y aprovechaban para comprar de cara a las Navidades", añaden.

Por su parte, la Asociación Tutelar Aragonesa de Discapacidad Intelectual (Atades) monta todos los años un rastrillo navideño en la plaza de Aragón durante 5 días la última semana de noviembre. Se trata de cinco casetas, que son atendidas la mayor parte del tiempo por voluntarios y usuarios de sus centros con los correspondientes profesionales que les acompañan. 

Dos alumnos del colegio de educación especial Atades–San Martín de Porres en una de las casetas del mercadillo navideño de 2019.
Dos alumnos del colegio de educación especial Atades–San Martín de Porres en una de las casetas del mercadillo navideño de 2019.
Atades

En ellos se venden todo tipo de productos: de 'merchandising' (calendarios, lotería o vino, entre otros), artículos elaborados por las personas con discapacidad de sus centros: cuadernos forrados, cerámicas de Navidad, cuadros de tela, llaveros... y plantas y productos ecológicos (miel, mermelada, cremas...) de Gardeniers -un proyecto ecosocial puesto en marcha por la Asociación en el año 2011-. "Todo el dinero que se recauda va a proyectos socioeducativos de la entidad. Para nosotros, el mercadillo es importante sobre todo en cuanto a visibilidad y cercanía con la sociedad aragonesa. Participamos todos como entidad: usuarios, familias, profesionales y voluntarios", apunta Beatriz Giménez, responsable de captación de fondos de Atades.

Alternativas de Atades este 2020

Este año marcado por la covid han buscado otras opciones para estar presentes y poder seguir captando fondos para sus programas. Del 9 al 13 de diciembre (de 10.00 a 20.00) van a vender sus productos en "un espacio solidario" del centro comercial de Puerto Venecia atendido también por voluntarios; están promocionando sus artículos a través de sus redes sociales y las web de Atades y Gardeniers; han organizado un sorteo interno (con productos ecológicos, tres botellas de vino, una planta y un calendario) a partir de una compra mínima de 10 euros; CEOE, Cámara de Comercio de Zaragoza, Aeda y Aepla están colaborando con ellos incluyendo en sus boletines internos sus productos; van a participar en el mercadillo virtual que está organizando la firma aragonesa Hunteet y también les apoya Zaragoza Ciudad y Aragonízate. "La recogida de los productos es en las oficinas de Atades y en el espacio Garden", añade Beatriz.

"Ese dinero daba mucho juego"

Mientras, la Asociación Autismo Aragón este año no podrá contar con los 6.000 euros que, de media, obtiene cada año con el mercadillo que monta durante tres días en los locales de la entidad a finales de noviembre desde hace 14 años. "Ese dinero daba mucho juego. Era sobre todo para ampliar y reforzar talleres para los chicos. El que no se pueda hacer es un fallo en el presupuesto; habrá cosas que no se podrán hacer como otros años", se lamenta su gerente, María José Plumed.

En dicho rastrillo se podían adquirir todo tipo de artículos que les enviaban empresas y particulares. "Vino de la Cooperativa Paniza, chocolates de Lacasa, ropa de Izas, artículos de El Corte Inglés y de Alcampo Los Enlaces... y libros, cosas del hogar y ropa de particulares", recuerda Plumed. De momento, no han decidido si van a hacer un evento que sustituya al mercadillo. "Tengo que hablar con la junta por si de cara a Navidad hacemos alguna campaña de recogida de fondos", avanza Plumed.

Sin juguetes

También Oxfam Intermón lleva a cabo desde hace 24 años un rastrillo de juguetes, que incluye un stand con productos de comercio justo, que estas fiestas navideñas no se va a poder celebrar. El dinero que recaudaban -una media de 20.000 a 22.000 euros- iba destinado a proyectos de desarrollo en terceros países. "El que no se pueda hacer repercute a muchas escalas: la pérdida de fondos para proyectos, que el voluntariado se quede sin esa actividad -con el ambiente tan bonito que se creaba- y no poder apoyar a gente con pocos recursos, que gracias al rastrillo tenían una Navidad con juguetes para los niños, que son los que más los necesitan", señala Paquita Lapeña, responsable de la tienda solidaria Oxfam Intermón en Zaragoza.

Juguetes reciclados que pone a la venta Oxfam Intermón en su rastrillo en una imagen de archivo.
Juguetes reciclados que pone a la venta Oxfam Intermón en su rastrillo en una imagen de archivo.
O. I.

Este rastrillo tenía lugar a mitad de diciembre en un centro cívico de la ciudad (los últimos años en el del barrio Oliver). "Es muy conocido. Durante dos meses recogemos juguetes usados, que reciclamos y los ponemos a la venta a precios muy bajos. Para la recogida nos apoyaba Correos y lo que no se vendían se donaba a colegios, guarderías, asociaciones, etc. Es difícil plantear una alternativa porque para la venta 'online' tendríamos que tener mucha capacidad y juntar a muchos voluntarios para reciclar los juguetes; algo que no es posible por las medidas de seguridad. Nosotros queremos cuidar a nuestro voluntariado", añade Lapeña.

"El que no se pueda celebrar nos ha hecho mucho daño"

Por otro lado, distintas parroquias organizaban mercadillos solidarios para estas fechas, como es el caso de la Iglesia de Santa Gema-Pasionista. Tal y como destaca Sara Domínguez, encargada del mismo, lo llevaban haciendo desde hace más de 15 años en el hall de la parroquia con "una buena acogida". "Suele ser la segunda semana de diciembre y vendemos, a precios asequibles, artículos de otros países de comercio justo (mermelada, café, chocolates, artículos de papelería, cestas de mimbre...) y otros que nos traen algunas tiendas. También, dulces que elaboran la gente voluntaria de la parroquia", enumera.

El dinero que sacaban para estas fechas iba destinado a "acciones de desarrollo" de los hermanos de la misión Pasionista en países de Latinoamérica, como por ejemplo un comedor social para ancianos y un hospital en Cuba y otros proyectos en El Salvador y Haití, entre otros. En su lugar, todos los domingos de este mes (de 11.00 a 14.00) van a poner a la venta algunos artículos para quien se acerque a la parroquia

"El que no se pueda celebrar este año nos ha hecho mucho daño. Aunque lo que hemos pasado es mucho peor que no poder mandar dinero para hacer un pozo u acometer otro proyecto", dice Sara a título personal, aludiendo a la covid. "Como sociedad podríamos socorrer más a las personas; no ser tan individualistas", subraya. A lo que Luis Marco, párroco de Santa Gema-Pasionista añade: "Con cada gesto pequeño podemos hacer feliz a cualquier persona".

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