tribunales en zaragoza

Doce años de cárcel por violar en Zaragoza a una discapacitada con la edad mental de una niña

El acusado se aprovechó del retraso de la mujer, de 40 años, y de su falta de madurez para agredirla sexualmente en un descampado próximo a la Aljafería

La denunciante asegura que la agresión sexual se produjo en este descampado junto a la calle de Reina Felicia, en Zaragoza.
La denunciante asegura que la agresión sexual se produjo en este descampado junto a la calle de Reina Felicia, en Zaragoza.
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A la Audiencia de Zaragoza no le ha temblado el pulso a la hora de condenar a Efrén Federico Torres Arce a doce años de prisión por agredir sexualmente a una discapacitada que pese a haber cumplido ya los 40 tiene la edad mental de una niña. El acusado, un repartidor de fruta de 50 años, lo negó todo durante el juicio. Sin embargo, el tribunal recuerda en su sentencia que el ligero retraso mental de la víctima    no solo afecta seriamente a su madurez afectiva y sexual –«su conocimiento en esta materia es semejante al de un niño de seis años», dice–, sino que le incapacita para fabular. Razón esta que ha hecho decantar la balanza del lado de la denunciante, a la que el condenado tendrá que indemnizar también con 17.000 euros por las secuelas y las lesiones.

La víctima apenas fue capaz de prestar declaración durante la vista, ya que el estrés postraumático que le produjo la violación de la que fue víctima el 14 de octubre de 2017 le provocó una crisis de ansiedad. Entre gritos y sollozos, la mujer insistía en que el acusado era «un diablo» y solo pedía que la dejaran marcharse a su casa. Tal era su grado de nerviosismo que los magistrados tuvieron que pedir a los forenses –que aguardaban su turno en el pasillo para declarar después como peritos– que entraran a la sala para asistirla. Finalmente, la mujer logró tranquilizarse y ratificar la denuncia.

La sentencia recoge en su apartado de hechos probados que Efrén Federico Torres entabló contacto por primera vez con la discapacitada en septiembre de 2017, cuando se cruzó con ella en La Almozara. Le dijo que tenía «una sonrisa y unos ojos muy bonitos», para preguntarle después si había mantenido relaciones sexuales alguna vez, facilitándole su número de teléfono y ofreciéndose él mismo para iniciarla.

Fácilmente manipulable

El tribunal explica que la víctima «no tiene capacidad para prestar consentimiento en las relaciones sexuales» y es «fácilmente manipulable». Y de esto era consciente el encausado, ya que los forenses aseguran que    estas limitaciones «resultan evidentes para cualquiera tras varios encuentros y contactos».

Como el acusado se dedica al reparto de fruta en Zaragoza, propuso a la mujer acompañarle un día a hacer las entregas. Cerraron la cita y el hombre pasó a buscarla con su furgoneta. Tras entregar mercancía en distintos establecimientos, Efrén Federico Torres se dirigió hacia un descampado ubicado en la calle de Reina Felicia, junto al palacio de La Aljafería. Primero en los asientos delanteros del vehículo y después en la parte trasera, la manoseó y agredió sexualmente, advirtiéndole de que si no obedecía «haría daño a su familia».

La defensa llegó a alegar durante la vista que fue el enfado de la discapacitada al enterarse de que su cliente estaba casado el que la llevó a denunciarlo en comisaría. La acusación particular, a cargo del letrado Javier Bellot lo negó durante el juicio, y el tribunal tampoco aprecia ahora motivo espurio alguno. La sentencia no es firme y todavía puede recurrirse ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón.

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