tribunales en zaragoza

Diez años de cárcel por violar a una joven tras una entrevista de trabajo en Cuarte

La víctima acudió al restaurante que regenta el acusado en busca de empleo, pero él se empeñó en llevarla después a casa y aprovechó para agredirla en un descampado junto a un polígono.

Imagen de archivo de un furgón de la Policía Nacional accediendo a la Audiencia de Zaragoza.
Imagen de archivo de un furgón de la Policía Nacional accediendo a la Audiencia de Zaragoza.
José Miguel Marco

El dueño de un restaurante de Cuarte de Huerva se valió de una entrevista de trabajo a través de la aplicación Job Today para ‘cocinar’ la violenta encerrona de la que fue víctima una joven zaragozana. La chica se presentó en el local en busca de un empleo como camarera, pero parece que la prioridad del hostelero no era ampliar la plantilla sino aprovecharse de la situación para satisfacer sus instintos sexuales. Y como ella se opuso varias veces a mantener relaciones, él acabó agrediéndola sexualmente en un descampado.   Así lo entiende al menos la Audiencia de Zaragoza, que acaba de condenar a Bolívar Gustavo A. L. a diez años de cárcel y otros diez más de libertad vigilada por la violación. A la hora de fijar la pena, los magistrados no han pasado por alto que se trata de un reincidente sobre el que pesa otra condena firme por abusos sexuales y acoso.

Como refleja la sentencia, los hechos que dieron lugar a la denuncia se produjeron el 23 de abril de 2018. Ese día, festividad de San Jorge, el dueño del restaurante citó a la mujer a las 20.30 para entrevistarla. «Una vez en el local, el acusado la invitó a cenar, insitiéndole en que bebiera vino. De hecho, abrió varias botellas y le rellenó continuamente la copa», recuerdan los magistrados.   Ya de madrugada, cuando se marcharon la cocinera y los últimos clientes, el hostelero cerró el establecimiento y se quedo a solas con la joven. Y aprovechando que estaba puesta la música, la agarró por detrás y empezó a manosearla y besarla en el cuello.

Incómoda por la situación, la mujer quiso poner freno a aquello.«Le dijo que no quería continuar y se soltó», dice el fallo de la Sección Primera. Pero el hombre no estaba dispuesto a renunciar tan fácil y, como ya no quedaban autobuses de vuelta a Zaragoza, se ofreció a llevar en coche a la joven. Una vez dentro del vehículo, volvió a insistir y propuso a la chica alquilar una habitación en un popular hotel de contactos ubicado enCadrete. Pero la respuesta fue la misma:no.

Dentro del vehículo

Las continuas negativas de la víctima no impidieron al acusadoseguir insistiendo. Y en su desesperado intento por mantener relaciones sexuales con la aspirante a camarera, llegó a ofrecerle dinero. Pero tampoco así logró doblegar su voluntad, por lo que el hombre acabó recurriendo a la violencia para levantarle el vestido y aprovecharse de ella. La joven ofreció resistencia, pero no le sirvió de nada.

Durante el juicio, celebrado a puerta cerrada, el dueño del restaurante negó la versión de la denunciante e intentó hacer creer al tribunal que las relaciones fueron consentidas. Sin embargo, tras escuchar a uno y a otro, los magistrados no albergan dudas: «La declaración de la víctima es clara, persistente en el tiempo y sin contradicción alguna». Tampoco advierten motivo espurio alguno, por lo que imponen al agresor la pena de prisióny la obligación de indemnizar a la mujer, a la que representa la abogada Isabel Rived Sánchez, con 12.000 euros por los daños morales sufridos.

La defensa todavía puede recurrir la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA).      

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