Zaragoza

Un preso se enfrenta a 3 años de cárcel por romper un diente a otro en Zuera

El recluso metió una lata en un calcetín y asestó un fuerte puñetazo a la víctima, con la que tenía "asuntos pendientes".

Antonio F. J., este martes en la Audiencia de Zaragoza.
Antonio F. J., este martes en la Audiencia de Zaragoza.
HERALDO

Un robo con violencia perpetrado en 2016 en Zaragoza llevó a Antonio F. J. a prisión. Sobre él recayó una pena de cuatro años y tres meses que ahora esta cumpliendo. Pero esa condena podría verse prolongada otros tres años y medio. Porque ese es el castigo que ha pedido para él la Fiscalía por el puñetazo que asestó a otro recluso en el patio de la cárcel. El juicio debía haberse celebrado ayer en la Audiencia de Zaragoza, pero el tribunal se vio obligado a aplazarlo después de que el acusado decidiera renunciar a su abogada.

El encausado explicó a los magistrados que había perdido la confianza en la letrada porque le había pedido que citara a dos testigos que finalmente no iban a comparecer en la vista. El letrado de la administración de justicia –antiguo secretario judicial– le tuvo que explicar entonces que se había contactado con la cárcel de Zuera para preguntar por esas personas. "Pero nos han respondido que estos señores que usted dice nunca han estado allí", le indicó al acusado, para dejar claro que su defensa sí había formulado la petición. En cualquier caso, este prefirió buscarse otro abogado y el tribunal le dio un plazo de diez días para hacerlo.

Los hechos que han llevado otra vez al banquillo a Antonio F. J. se remontan al mediodía del 15 de octubre de 2019. Según la acusación pública, ese día, el recluso metió una lata dentro de un calcetín, introdujo el puño y asestó un fuerte golpe en la boca a otro reo que caminaba por el patio. Como consecuencia de la agresión, la víctima perdió un diente y sufrió graves daños en otros dos.

Cuando los funcionarios de prisiones llamaron al agresor para preguntarle por lo ocurrido, este reconoció los hechos y dijo que arrastraba "asuntos pendientes" con el agredido, con el que al parecer había coincidido en la cárcel de Daroca.

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