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Clases online e inglés para niños madrugadores, la nueva realidad de la academia Paso a Paso

Ana Cañizares dirige este centro educativo en María de Huerva donde el curso ha arrancado con 70 usuarios, un tercio menos que el año pasado.

Algunas clases son individuales.
Algunas clases son individuales.
L. V.

Licenciada en Magisterio de Primaria y, después, de Infantil, con un postgrado y un máster, Ana Cañizares lleva la docencia en la sangre. Podría, perfectamente, haberse preparado una oposición pero prefirió seguir formándose para poder aplicar los conocimientos adquiridos en su día a día, ayudando a estudiantes de diversas edades y con distintas necesidades. Así nace Paso a Paso, la academia que Ana abrió en 2013 en María de Huerva junto a una antigua compañera.

En un primer momento, las clases se centraban en el refuerzo de inglés y de francés, ya que su socia, que dejó el negocio para mudarse a París, era natural del país galo. Con el tiempo, Ana, ya sola al frente de la academia, se dio cuenta de la necesidad de ofrecer sesiones de logopedia e incorporó a una especialista a su equipo.

En estos siete años, la plantilla ha llegado a contar con hasta diez personas, entre profesoras, monitoras de tiempo libre y logopedas. Además de las clases de refuerzo y de idiomas impartidas en la academia, el CEIP Val de la Atalaya contaba con el equipo docente de Paso a Paso para las extraescolares de inglés que se ofrecían en el centro público. Así es como comenzó el pasado curso 2019-2020, unas condiciones muy distintas a como terminó.

“Tras el primer confinamiento pudimos volver a abrir el 25 de mayo. Lo hicimos con toda la incertidumbre del mundo y sin saber cómo reaccionarían las familias”, explica Ana. “Algunas se quedaron por el camino, bien por miedo al contagio o bien porque al no haber clases presenciales, la necesidad académica no era tanta como la de un curso normal”, añade.

Durante el verano, la actividad en Paso a Paso se mantuvo con las colonias urbanas, pero con un notable descenso de usuarios. “Si otros años hemos llegado a tener entre 100 y 120 niños, esta vez, la semana que más ha habido eran 25”, señala Ana, cuyo negocio también está sufriendo las consecuencias de la crisis del coronavirus.

Menos matriculados y una programación adaptada

Este curso, que arrancó ya en agosto a petición de algunas familias, ha comenzado también con menos usuarios que el anterior. El descenso se podría cifrar en un tercio, aunque esto se debe en buena medida a que los colegios públicos no están ofreciendo las extraescolares de las que Paso a Paso se encargaba. “Hemos empezado con 70 matriculados aunque ahora, con la primera entrega de notas, esperamos que haya un repunte”, explica Ana, al tiempo que reconoce que nada de lo que pasó en años anteriores sirve como referencia para este.

Para adaptarse a la nueva situación, en la academia se han modificado algunos horarios y, como novedad, este año se ofrece el servicio de madrugadores que los colegios han quitado para evitar el contacto entre niños de diferentes grupos burbuja. Pero con la opción de los abuelos contraindicada, muchos padres no tienen otra alternativa y en Paso a Paso pueden dejar a los niños desde bien temprano.

Además, para aprovechar este rato antes de ir a la escuela, se han empezado a dar clases extraescolares de inglés a primera hora de la mañana. “Los alumnos están más receptivos y rinden mejor que cuando vienen después de todo el día en el colegio”, asegura Ana.

La academia también se ha preparado para los posibles confinamientos de los alumnos, en caso de contacto con una persona contagiada o por otros motivos. En estos supuestos y si el usuario se encuentra bien, no tiene por qué perder su clase, ya que se puede seguir por videollamada.

Lo mismo sucede con los alumnos adultos, que también los hay en Paso a Paso, y quienes suelen recibir clases telemáticas de inglés. No obstante, aunque haya personas mayores y la usuaria más pequeña tiene apenas un año y medio, el grueso de los matriculados en la academia son alumnos de Primaria y de Secundaria que necesitan clases de refuerzo e inglés.

El ocio se queda a un lado este año

Más allá del plano educativo, en un año normal, Paso a Paso organiza talleres y otras actividades de tiempo libre fuera del centro que, por el momento, no se están ofreciendo. “Creemos que es correr un riesgo innecesario porque supone que quizá niños de distintas clases se relacionen”, explica Ana, quien considera que ahora no es momento para este tipo de opciones.

En lo lectivo, por su parte, cruza los dedos para que todo continúe como hasta la fecha. “Los niños han demostrado que están concienciados, desinfectan su mesa y silla, llevan mascarilla y cumplen con todas las medidas”, dice. Pese al descenso en sus ingresos, desarrollar su labor en el ámbito de la docencia, un servicio esencial, le da cierta tranquilidad.

De hecho, vista la demanda existente, se está planteando incorporar a una nueva logopeda al reducido equipo con el que se ha comenzado este curso, compuesto actualmente por dos profesoras (una de inglés y una de apoyo), una logopeda y una monitora de tiempo libre.

El centro cuenta con cuatro aulas y apenas se han tenido que adaptar la ratio de las clases por cuestiones de aforo ya que, por su metodología, ya se venía trabajando en grupos reducidos. Así, según la materia, las sesiones son individuales, en parejas o, como máximo, con cinco alumnos. 

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