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K-pop para que desaparezcan los prejuicios

La Casa de Juventud de Las Fuentes es solo una de las que han reforzado su programación para que sus usuarios sigan disfrutando de clases y talleres a pesar de la pandemia

CLASE DE K-POP ( BAILE COREANO ) / CENTRO CIVICO SALVADOR ALLENDE ( ZARAGOZA ) / 10/11/2020 / FOTO : OLIVER DUCH[[[FOTOGRAFOS]]]
La profesora Cristina Marco enseña un paso de baile coreano a sus alumnos.
Oliver Duch

La vida sigue. Con restricciones, con mucha más precaución y, por supuesto, sin olvidarse de la mascarilla. Frente a la extraordinaria situación que ha traído consigo la pandemia todavía hay quien trata de seguir haciendo, aunque de otra manera, lo mismo de siempre. Son muchos los jóvenes y adolescentes que se han quedado algo "perdidos" ante la crisis sanitaria, con el ocio nocturno totalmente eliminado y la tan valiosa vida social reducida a un limitado grupo de seis personas, pero también los hay, y no pocos, que quieren sacudirse de encima el estigma y se esfuerzan por recordar que, a esas edades, "no todo es botellón".

Ayer, la Casa de Juventud de Las Fuentes era una clara muestra de ello. En sus diferentes salas hubo baile y música durante casi toda la tarde. Varios chavales, en su mayoría menores de edad –aunque en algunas cursos alcanzan los 30–, acudieron allí a aprender nuevos pasos de funky, practicar una partitura de piano y moverse al ritmo de la música coreana (el cada vez más famoso K-pop). Para entrar a esta última clase esperaban, muy puntuales a eso de las 18.20, Victoria Aznar y Manuel Aguado, de 17 y 12 años, dos de los seis alumnos del grupo. Como cada semana, ambos iban con el mismo objetivo: "Pasarlo bien".

"Venimos una hora y media y solemos aprender estribillos de canciones que nos gustan. Antes también nos preparábamos para eventos, pero ahora por las restricciones no podemos actuar. Es más seguro así", resumía rápidamente Verónica, que ya lleva un año practicando este baile y al menos cinco interesándose por la cultura coreana.

En su caso, considera que por su forma de pasar el tiempo libre es parte de una "minoría" de jóvenes. No obstante, cree que también los hay que, ante la pandemia, están "haciendo las cosas bien". "Por moda muchos buscan ubicarse en algo y a veces es el botellón y el alcohol, pero también hay gente a la que nos gusta leer, estar en casa o bailar. Estamos haciendo lo que nos gusta, pero sabemos que hay que cuidarse y estamos concienciados", defiende.

El doble de cursos

En Las Fuentes, como en otros barrios, hay opciones de ocio para todos los gustos. De hecho, se han programado casi el doble de clases que el año anterior –pese a que algunas se han tenido que cancelar por seguridad–, en parte porque el coronavirus ha obligado a trasladar algunas de las actividades extraescolares que se llevaban a cabo en los institutos de la zona.

Hay un total de 23 cursos frente a los 12 de 2019, a los que asisten de forma presencial o a través de internet 112 usuarios. "La mayoría prefieren venir aquí, se nota que ya están un poco hartos de estar en casa", cuenta el director de la Casa de Juventud, Iván Gimeno, que asegura que incluso se sorprendieron por la gran cantidad de clases que salieron adelante.

Sin embargo, considera que todavía faltan opciones para algunos adolescentes, unos 40 o 50 que solían ir a pasar el rato a la sala polivalente –ahora cerrada– y que se han quedado "muy perdidos". "No son el tipo de perfil que se apunta a cursos", lamenta.

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