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Zaragoza cancela su cabalgata de Reyes y debate si instala el Belén de la plaza del Pilar

El mercadillo de adviento tampoco se celebrará este año para evitar aglomeraciones y un ‘efecto llamada’.

Los Reyes Magos, en una abarrotada calle de Alfonso I, el pasado 5 de enero.
Los Reyes Magos, en una abarrotada calle de Alfonso I, el pasado 5 de enero.
Toni Galán

Quedan dos largos meses para Navidad pero la pandemia y las recién estrenadas restricciones del estado de alarma van a complicar mucho la celebración de las fiestas. El Ayuntamiento ya confirma que el próximo 5 de enero no se celebrará la tradicional cabalgata de los Reyes Magos, en la que acostumbraban a agolparse miles de niños en las calles de la ciudad. Indican desde el Consistorio, no obstante, que “Sus Majestades de Oriente han confirmado que llegarán mágicamente a Zaragoza esa misma noche, aunque no puedan hacer por responsabilidad su tradicional desfile”. Este año Melchor, Gaspar y Baltasar no recorrerán las calles con su numerosa comitiva -que solía superar las 600 personas- ni tampoco se asomarán al balcón del Ayuntamiento, pero sí que dejarán sus regalos y, probablemente, saluden virtualmente a los niños aragoneses, “siempre y cuando se porten bien, lleven la mascarilla y se laven las manos a menudo”, indican sus emisarios.

La decisión de cancelar la cabalgata ya está tomada (“es inviable en la actuales circunstancias”, argumentan) y actualmente el área de Cultura estudia qué hacer con otros actos tradicionales del mes de diciembre. Así, la feria de Navidad con su medio centenar de casetas en la plaza del Pilar tampoco se celebrará. Fuentes municipales explican que se hubiera podido limitar el aforo pero en ningún caso se quería que hubiese un “efecto llamada” que fomentara las aglomeraciones, de modo que -de acuerdo con la concesionaria- los artesanos causarán baja este adviento. Tampoco habrá, en consecuencia, actividades lúdicas como la pista de hielo, el tobogán de neumáticos o el árbol de los deseos, que siempre animaban el salón de la ciudad decorado con luces y guirnaldas.

Más dudas hay sobre qué hacer con el Belén gigante que todos los años se sitúa a los pies de la basílica y que reúne a más de 60 figuras de tamaño real. El gran Nacimiento debería comenzar a montarse a principios de noviembre y a los operarios municipales les lleva unas tres semanas recrear el zoco, el río, el palacio de Herodes, etc. Son casi 1.200 metros cuadrados de montaje, que -a día de hoy- parece que sí se llevará a cabo. En este caso sería más fácil controlar los accesos y las filas e, incluso, cabe la posibilidad de que solo se puedan hacer visitar con cita previa. No obstante, la decisión definitiva está pendiente también de las valoraciones que pueda hacer el área de Sanidad del Gobierno de Aragón.

El Consistorio entiende que al ser una actividad al aire libre cuenta con menos riesgos, aunque tampoco descarta que una vez puesto en pie el Belén haya que cerrarlo si las restricciones se vuelven aún más severas. Generalmente, el Nacimiento suele inaugurarse para el puente de la Constitución, aunque a primeros de noviembre los jardineros de FCC inician la instalación.

El área de Cultura se ha reunido ya en varias mesas de trabajo para poder dotar a la próxima extraña Navidad de una programación ‘descentrada’ que respete las condiciones del actual estado de alarma. La decisión de suspender la cabalgata ha sido dolorosa pero necesaria porque el desfile involucraba a decenas de compañías teatrales y requería también una infraestructura y una preparación que no se puede llevar a cabo en las actuales circunstancias.

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