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La crisis sanitaria y económica ha reactivado el interés de las administraciones por incentivar las políticas de rehabilitación de viviendas, un sector que permite mejoras ambientales, adecenta la situación de los barrios degradados y genera empleo sobre todo en pequeñas y medianas empresas de la construcción. De momento, el Ayuntamiento de Zaragoza ha aumentado el presupuesto de este año para las ayudas a la rehabilitación, que alcanzará los 6,8 millones de euros (con las aportaciones privadas, la inversión sube a 18,6).
Logrará beneficiar a 1.191 viviendas. Por otro lado, se acaba de abrir el plazo para solicitar las ayudas del Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU), que cuenta con 3,2 millones de euros. Estos fondos beneficiarán sobre todo al entorno de la calle Pignatelli, que está a la espera de un plan especial para revitalizar el sector y que se presentará en las próximas semanas.

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Entre los proyectos que se están moviendo en el Ayuntamiento en los últimos tiempos figuran los de recuperación de algunos edificios catalogados. Por ejemplo, el próximo 15 de octubre se entregarán las llaves de 26 viviendas que se han construido en la antigua Imprenta Blasco. Pero no es el único inmueble pendiente de rehabilitación. El Consistorio acaba de adecentar parte de la antigua factoría de Giesa en el barrio de Las Fuentes (en la imagen), donde se quiere empezar a invertir de forma progresiva para convertirla en un espacio con usos culturales y vecinales. Y en el marco del plan especial de Pignatelli, otro edificio emblemático aguarda su restauración: el viejo inmueble de Pontoneros, en un grave estado de degradación, al que el Ayuntamiento de Zaragoza quiere transformar en residencia universitaria y motor del barrio.

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El sector de las energías renovables es uno de los que mayor desarrollo está teniendo en Aragón en los últimos años, pero más en el territorio que en la capital. El gobierno municipal PP-Cs quiere impulsar parques eólicos y fotovoltaicos en el entorno de la ciudad con los que formalizar un contrato de compraventa de energía tras el correspondiente concurso público. El objetivo es que el Ayuntamiento ahorre alrededor de un 30% de su consumo de energía, lo que significaría unos 6 millones de euros. El proyecto arrastra cierto retraso, pero está previsto reactivarlo tras la finalización del actual contrato de energía este año.

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Pese a la actual coyuntura, la capital aragonesa tiene en su horizonte la incorporación de nuevos espacios comerciales en el extrarradio. El más importante es La Torre Outlet, un proyecto impulsado por Iberebro que se estrena el próximo día 22 después de dos años y medio de obras y cien millones de euros de inversión. Supondrá la creación de 1.000 puestos de trabajo directos y 8.000 indirectos.
Contará con más de 70 marcas, entre las que figuran Adidas, Reebook, Guess, Mango, Fifty Factory o El Corte Inglés que ofrecerán sus productos con descuentos de entre el 30% y el 70%. En total, el recinto tiene 61.500 metros cuadrados en los suelos en los que estaba ubicada la antigua fábrica de Pikolin en la carretera de Logroño. De esa cantidad, 13.500 metros se destinarán al 'outlet'.
Pero no es el único proyecto de gran formato comercial en Zaragoza. Plaza Imperial tratará de vencer la decadencia de los últimos años con la incorporación de Costco, que ocupará 53.000 metros cuadrados. Será el quinto establecimiento que abra la multinacional en España. Por otro lado, Family Cash, que tendrá otros 6.000 metros cuadrados en régimen de alquiler (los que en su momento tuvo el centro de oportunidades de El Corte Inglés).

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En plena pandemia, el Ayuntamiento de Zaragoza consideró que tenía más opciones de atraer compañías sanitarias interesadas en sus suelos que de otros sectores empresariales. El proyecto de equipamiento más potente del gobierno local, la reforma de la Romareda, había quedado en 'stand by' por la incertidumbre económica y se llegó a la conclusión de que un hospital privado tenía más visos de prosperar a corto plazo. Supondría ingresos para el Ayuntamiento y ser un motor de creación de empleo cualificado.
A la espera que se resuelva el proceso de venta del solar, situado en la prolongación de la avenida de Gómez Laguna, el Ayuntamiento espera que el nuevo centro sanitario esté listo en 2023, se convierta en el tercer hospital de Aragón, con unas 500 camas, y suponga más de cien millones de euros de inversión.