'no fiestas'

Inicio de las 'no fiestas': Salir el día 10 para quedarse en casa el 12

La plaza de Pilar ha registrado bastante movimiento desde media mañana pero en las terrazas se ha trabajado a medio gas. El vermú ha llenado el Tubo

En esa realidad alternativa en la que no hay pandemia, la capital aragonesa se estaría preparando este sábado para acoger el pregón y dar el pistoletazo de salida a las Fiestas del Pilar. La situación es, lamentablemente, muy diferente y en lugar de miles de zaragozanos alzando la vista hacia el balcón del Consistorio se ha desplegado por la plaza un fuerte operativo policial que trata de controlar que no se produzcan aglomeraciones. En la calle, bastante movimiento, aunque algunos aseguran que es el mismo que se puede ver un sábado cualquiera. No obstante, hay detalles que sí que dan cuenta de que, de no ser por la covid-19, el panorama sería distinto. Ha habido quien ha decidido acercarse a la basílica ataviado con el traje tradicional de baturro, con un cachirulo al cuello o en la mascarilla, y otros incluso han optado, en este primer día de las 'no fiestas', por dejar un ramo de flores en la figura de la Virgen que adorna la fachada. En las terrazas de la zona, sin embargo, se ha trabajado a medio gas, aunque la hora del vermú ha llenado casi por completo alguno de los bares del Tubo. 

Frente al Pilar ha habido también más poses, selfies y fotografías de lo normal y la fila para acceder a la basílica, aunque avanzaba de forma fluida, formaba parte casi permanente del paisaje de la plaza. Mientras la afluencia de fieles no cambie los planes, este domingo se colocarán unas vallas para guiar el acceso. También están preparadas en las trece entradas, por si se produjeran aglomeraciones que hicieran necesario su cierre. Esperando para entrar se encontraba, entre otras tantas personas, Mari Carmen, que aseguraba estar "tranquila" porque ya había comprobado en otras ocasiones que en la iglesia se cumplen las medidas de seguridad ante el coronavirus. "Hemos venido hoy porque el día del Pilar es mejor no venir", explicaba al tiempo que avanzaba hasta los primeros puestos de la cola. 

La mayoría llevaba el mismo plan: salir el día 10 para quedarse en casa el día 12. En esas estaban también Jesús Gil y Olga Giménez que, sobre las 12.00, estaban inmersos en "el mismo paseo de todos los sábados". Esta vez, eso sí, con una vestimenta algo alejada de la habitual. "El lunes no estaremos aquí y ya que no hay Ofrenda al menos así joreamos el traje de baturro", contaba Gil frente a la administración de lotería de Alfonso I, el grupo oferente con el que participan cada año. "Es muy triste, pero es lo que hay que hacer", remataba Giménez, que asumía que estaban ya "con muchas ganas" de las fiestas de año que viene. De vuelta en la plaza, Patricia Sorli había tenido también esa idea y tanto ella como su hija Lucía, sentada en el carrito, iban ataviadas con las ropas tradicionales. "Lo importante es venir, da igual el día", consideraba la mujer. 

En la tienda Bellostas, de trajes y complementos regionales, eran conscientes de que, pese a todo, muchos no se quedarían sin lucir el traje de baturro. "Hay quien tiene ilusión y se va a vestir igualmente, pero sin comprar", apuntaba Maribel Bellostas. Su negocio ha registrado una buena afluencia de clientes, aunque nada comparado con años anteriores. "La campaña de septiembre es de preparativos para la Ofrenda y ha desaparecido", lamentaba. No obstante, se decía "optimista" y aseguraba que los clientes están poco a poco más animados. "El comercio es seguro", ha concluido. 

Un gesto simbólico

En la fachada de la basílica lucían ya cerca de una veintena de ramos que los más fieles habían ido dejando como homenaje a la Virgen. "Hacemos la Ofrenda desde hace 14 años y nos daba pena no seguir la tradición", resumía Mónica Carrera tras contemplar cómo sus dos hijos depositaban las flores a los pies de la figura. Había acudido toda la familia, aunque vestidos de paisano, para tener juntos ese "gesto simbólico" y hacer su particular ofrenda pese a la suspensión de las fiestas. 

En general, la plaza ha registrado este sábado, desde media mañana, una considerable afluencia de personas, incluso turistas maleta y mapa en mano, aunque no la suficiente como para que se produjeran aglomeraciones. El mayor movimiento ha tenido lugar frente a la basílica y en su interior, mientras que las terrazas de la zona no han llegado a llenarse por completo. En la calle Santa Cruz, el propietario de Casa Juanico, Michel Velasco, lamentaba que todas las reservas que se perdieron con el retroceso a la fase 2 no se habían podido recuperar. "Si logramos un 20%, será mucho", dijo. Con todo, tanto el Ayuntamiento de Zaragoza como el Gobierno de Aragón han recomendado en varias ocasiones que lo mejor es no acercarse a esta zona durante todo el puente del Pilar. 

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