arquitectura industrial

La rehabilitación de la Harinera de Calatayud supera el 30% de ejecución

Está previsto que se acabe en el primer semestre de 2021 esta infraestructura que se ha demorado debido al estado de alarma y a las discrepancias entre el Ayuntamiento y la anterior dirección facultativa.

Las obras de rehabilitación del edificio y el entorno inmediato de la Harinera de la Merced de Calatayud, que se iniciaron en febrero de 2019 y contemplaban 1 año de trabajos, se encuentran al 30% de ejecución, aunque algunas intervenciones –que ampliarían ese porcentaje- ya están realizadas a falta únicamente de las pertinentes certificaciones. 

Sobre la demora en su conclusión, desde el Ayuntamiento bilbilitano, el concejal de Urbanismo, José Manuel Gimeno, ha apuntado durante una visita al inmueble que ha influido tanto el decreto de estado de alarma como los contratiempos surgidos a finales de 2019 por la necesidad de modificaciones no contempladas en el proyecto original y la resolución del contrato con la anterior dirección facultativa.

"El retraso es de 6 meses sin contar los 4 o 5 de paralización que hubo. Queremos trabajar con un escenario de primavera del próximo año en el que podamos tener el edificio definido y pendiente de remates y permisos", detallaba Gimeno. En total, el proyecto de restauración se valora en 1,6 millones de euros, financiados a la mitad con fondos europeos de la estrategia EDUSI, a los que se suma otro millón de euros –el 50% a cargo del programa comunitario Feder- para habilitar el inmueble como incubadora de alta tecnología en fotónica y óptica.

Sobre las exigencias para recibir las ayudas de Bruselas, Gimeno reconocía que no pueden estimar qué consecuencias pueden tener los cambios y retrasos. "Es lo que más nos preocupaba a la hora de la financiación y por lo que se decidió asumir las obras y tendremos que ser exquisitos para justificar adecuadamente las demoras", argumentaba. En este sentido, sobre las peticiones municipales para un nuevo escenario temporal para ejecutar las obras ligadas al EDUSI, el edil reconocía que mientras los fondos Feder ya contemplan otros plazos, la oficina técnica del primer programa todavía no les ha dado una respuesta de cómo se puede reorganizar el calendario.

Así, el responsable municipal alegaba que "no estamos hablando de una obra al uso" y detallaba que "en todas rehabilitaciones, y hablamos de un edificio de más de un siglo y patrimonio de nuestra arquitectura industrial, siempre salen imprevistos". Se refiere, en concreto, a la decisión de conservar los canales de derivación que movían la maquinaría de la antigua factoría. Otros aspectos planteados por la anterior dirección facultativa, a la que el Consistorio achacó "falta de agilidad", hicieron que en julio se resolviese su contrato y que sus funciones las asumieran los arquitectos municipales para ceñirse al "proyecto ganador del concurso de ideas con los menores cambios posibles" y evitar modificaciones "no justificadas ni técnica ni económicamente".

Por su parte, los anteriores responsables técnicos (a cuyo frente estaba el arquitecto Fernando Bayo), rechazaban "incumplimiento alguno" para resolver el contrato, que "cada una de las modificaciones fueron debidamente informadas y justificadas técnicamente" y que dichos cambios eran necesarios para "dar cumplimiento al contrato" y motivadas por incidencia imponderables que se ponen de manifiesto una vez iniciada la obra". Desde el PSOE, que solicitó la visita, no acudieron al recorrido porque querían hacerlo sin las presencia del edil de Urbanismo y anunciaron que solicitarán un Pleno extraordinario para abordar el retraso de las obras, el cese de Bayo, la posible pérdida de subvenciones y las posibles responsabilidades al respecto.

Estado de las obras

Gimeno ha detallado que en las últimas semanas, y en los próximos dos meses, los trabajos se centrarán en "finalizar la escollera que sostendrá todo el tramo para acceder a la parte principal del edificio", además de acabar la excavación de la zona de aparcamiento. En el interior, que cuenta con cuatro plantas, los operarios se afanan en seguir dividiendo espacios que luego serán aulas, talleres laboratorios o salas de reuniones, y todavía falta echar los suelos y añadir los refuerzos estructurales que servirán para levantar sendos anexos en los laterales de la fachada principal, que se dedicarán a escaleras y aseos y a instalaciones.

También está pendiente de terminar la acometida de la instalación eléctrica –que internamente ya está finalizada- y estudiar cambios en la cubierta para elevar el sistema de tirantes que sostiene la cubierta. Asimismo, hasta ahora buena parte de los esfuerzos se habían centrado en reforzar las cimentaciones y las estructuras internas, como los pilares de fundición o las vigas originales. "Es un edificio que ahora da una sensación de mayor ejecución en la parte interior que en la exterior", indicaba Gimeno. A la visita también acudía personal municipal y varios miembros de la corporación.

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