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Acusan de lesiones y odio a cuatro jóvenes que dejaron en coma a otro de una paliza en Zaragoza

La agresión se cometió en 2017 en la puerta de un bar de la calle de Contamina

El estado del suelo en la calle de Contamina, en Zaragoza.
El estado del suelo en la calle de Contamina, en Zaragoza.
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Han pasado tres años desde que Luis Miguel A. L. ingresara en coma en el hospital Miguel Servet a consecuencia de la brutal y gratuita paliza que le dieron cuatro jóvenes a las puertas de un bar del Casco Viejo. El juicio aún no se ha celebrado, pero las acusaciones ya han presentado sus escritos, en los que piden penas de entre nueve y once años para cada uno de los procesados.

La Fiscalía los acusa de un delito de lesiones agravado al causar la pérdida o inutilidad de un miembro principal y pide para cada uno de ellos nueve años de prisión. Sin embargo, la acusación particular, a cargo de la abogada Marina Ons, va más allá y añade un delito de odio, ya que cree que actuaron contra su cliente por racismo.

Los cuatro acusados, Mohamed R. T., Brahim T. y los hermanos gemelos Imadedine y Adel M., habían salido de fiesta pero, según contaron luego los testigos, también a buscar pelea como una forma de divertimento. Se cruzaron en el camino de la víctima como se podían haber encontrado a cualquier otra.

En la madrugada del 2 de abril, entre las 3.30 y las 4.00, Luis Miguel A. L. también estaba con tres amigos más tomando unas copas en el bar Osiris, en la calle de Contamina. Dos de ellos salieron a la calle a fumar y allí coincidieron con el grupo de los acusados.

Según los testigos –y tal y como recoge la Fiscalía y la letrada de la víctima–, los procesados les dijeron: "Somos los moros del Gancho y buscamos problemas". Acto seguido, Mohamed R. T., con su puño envuelto en un cinturón, lanzó un puñetazo a uno de los amigos de Luis Miguel y le alcanzó en el pómulo y en el hombro. Imanedine M. se unió y también comenzó a golpearle.

A la vista de lo que estaba ocurriendo, el otro amigo entró al bar para pedir ayuda a sus dos colegas y estos salieron a la calle. Pero nada más asomar por la puerta, Mohamed R. T. le dio un puñetazo a Luis Miguel con tal fuerza que provocó que cayera al suelo y quedara inconsciente. 

Las acusaciones mantienen que esta circunstancia fue aprovechada por los dos agresores para dar fuertes patadas en la cabeza a Luis Miguel. A la paliza se sumaron Adel M. y Brahim T. y fue este quien, antes de abandonar el lugar, le dio con gran fuerza la última en la cabeza.

A consecuencia de estos hechos Luis Miguel A. L., que entonces tenía 33 años, sufrió una lesión medular que le provocó una parálisis parcial de las cuatro extremidades. Desgraciadamente, la víctima tenía una patología degenerativa discal que agravó las consecuencias del traumatismo cervical.

Los médicos tuvieron que operarle de urgencia para evitar que el daño fuera irreversible. Ha necesitado 518 días para curarse, durante los cuales ha estado imposibilitado para desarrollar su actividad. Las secuelas que le han quedado son importantes, entre ellas muchos dolores y la parálisis del brazo derecho.

Su abogada solicita una indemnización de 38.000 euros por las lesiones y de 50.000 por las secuelas sufridas, además de 12.000 por los daños morales y perjuicios ocasionados. La Fiscalía reclama a los acusados 30.210 euros por las lesiones, 37.727 por las secuelas, así como el pago al Salud de 15.308 euros por el coste del tratamiento de la víctima.

Cuando fueron detenidos, los acusados declararon que ni siquiera estaban en el lugar de los hechos cuando se produjo la agresión. Aunque luego fueron identificados por los testigos. Su abogado, Javier Elía, pide la absolución para ellos.  

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