Detenidos cuatro miembros de la mafia georgiana por robos en pisos en Zaragoza

La Policía Nacional ha desarticulado un grupo intinerante que ha desvalijado numerosas casas en la ciudad.

Cadena en una puerta cerrada
Cadena en una puerta cerrada
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A pesar de que la mayoría de la ciudadanía está viviendo un verano atípico por la pandemia de coronavirus hay cosas que no cambian, como los robos de pisos en época estival. Los delincuentes saben que quien más quien menos se va unos días de vacaciones y rastrean las viviendas vacías para asaltarlas.

La Policía Nacional ha logrado asestar un golpe a una banda itinerante especializada en este tipo de robos formada por cuatro hombres de origen georgiano, vinculados a la mafia criminal de su país, que vive de los actos delictivos cometidos por sus miembros. Según pudo saber este periódico, los arrestados son Nodar J., Josebi S., Andro S. y Teimuraz D. y ayer fueron puestos a disposición judicial.

A los cuatro se les atribuyen numerosos robos cometidos en las últimas semanas en la capital aragonesa. No es la primera vez que grupos de esta organización criminal recalan en Zaragoza. Hace un año, tres de ellos, arrestados por asaltar 22 viviendas y hacerse con un botín de más de mil piezas de joyería, casi la mitad de oro y diamantes, aceptaron un acuerdo con la Fiscalía que les permitió sustituir sendas penas de cinco años de cárcel por la expulsión del país y el pago de una responsabilidad civil de 18.000 euros.

Los tres se habían instalado en el verano en Zaragoza haciéndose pasar por estudiantes universitarios israelíes. Con gran pericia y usando ganzúas fabricadas por ellos mismos, en pocos días robaron en 22 pisos, al menos que la Policía pudiera demostrar, ya que los investigadores llegaron a atribuirles casi el doble.

Estos delincuentes forman parte de células muy organizadas que adoptan medidas extremas de seguridad, similares a las de los grupos terroristas.

El hilo de silicona

Recientemente, la Policía Nacional alertó de un aumento de los robos de viviendas en prácticamente todos los barrios de Zaragoza. Muchos de ellos, con el mismo método. Se trata de un pequeño hilo de silicona casi invisible que se pega tanto en la puerta como en el marco. Pasados unos días, los delincuentes regresan al piso y comprueban si el ‘testigo’ se ha roto. De ser así, saben que los inquilinos no se han marchado y eligen otro objetivo. Pero si la silicona sigue intacta, tratan de colarse dentro del domicilio. El procedimiento no es nuevo, puesto que algunas bandas organizadas ya venían empleándolo desde hace algún tiempo. Sin embargo, fuentes policiales aseguran que es la primera vez que se detectan tantos casos en Zaragoza.

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