Baja afluencia en la Peña del Cuervo el primer día de medidas disuasorias

La presencia de la Policía Local fue permanente para controlar que no se aparcara en los accesos al paraje natural.

Baja afluencia en la Peña del Cuervo el primer día de medidas disuasorias
Baja afluencia en la Peña del Cuervo el primer día de medidas disuasorias
FRANCISCO JIMENEZ

Los bañistas que asiduamente acuden a la Peña del Cuervo se encontraron este sábado con la prohibición de circular y estacionar sus vehículos en el camino de acceso al paraje, así como con carteles que desaconsejan el baño en las aguas del Gállego por no estar depuradas convenientemente ni mantener un índice de calidad adecuado para ello.

Quizás fue por estas primeras medidas adoptadas por el Ayuntamiento a raíz de la muerte de dos jóvenes en el río o porque era 15 de agosto y los zaragozanos que frecuentan este espacio decidieron irse a otro lado, la afluencia de público fue menor que otros días.

Sobre las 14.00, cuando otros festivos hay numerosos grupos familiares comiendo bajo la peña, este sábado apenas se podían contar una treintena de personas. Algunas habían llegado en vehículos particulares que dejaron estacionados en la carretera A-123 (avenida de Montañana) y bajaron andando, y otros en el autobús de la línea 28. Este es el medio más usado por los jóvenes y familias que se acercan hasta allí y, por ese motivo, se ha reclamado al Ayuntamiento de Zaragoza que coloque una marquesina para dar seguridad a los usuarios, puesto que está a pie de carretera.

Por el momento, el aparcamiento se ha cerrado y se ha prohibido estacionar, tal y como se acordó en la reunión que mantuvo la concejal de Servicios Públicos, Natalia Chueca, con la alcaldesa del barrio, Mamen López.

El baño no se puede prohibir o limitar ya que la competencia es de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), pero desde el viernes se informa a los usuarios que el agua no es buena, según los análisis del Instituto Municipal de Salud Pública.

Dos fallecidos

De momento es pronto para saber si estas decisiones surten el efecto buscado y los usuarios toman más precauciones y tienen comportamientos responsables, como evitar saltar al agua desde los 12 metros de la peña, algo que le costó la vida a un joven de 18 años el pasado 24 de junio. El segundo falleció el 9 de agosto al ser arrastrado por la corriente.

Como recordaron los responsables municipales, la apariencia tranquila del Gállego en ese punto invita a pensar que se trata de un río apacible, pero por debajo tiene sifones y fuertes corrientes que arrastran con facilidad a una persona. El pasado 2 de agosto, un joven de 29 años moría al intentar cruzar el Ebro.

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