Coronavirus en Utebo: el juez archiva las diligencias contra el restaurante que tenía cuatro empleados con covid-19 sirviendo comidas

El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza no ha visto base probatoria suficiente para investigar por un delito contra la salud pública al dueño del restaurante de Utebo que fue precintado el pasado jueves, 6 de agosto, al comprobar que tenía trabajando en la cocina y sirviendo comidas a cuatro empleados que habían dado positivo en coronavirus. Según ha podido saber HERALDO, el magistrado ha decidido archivar las diligencias penales que abrieron la Policía Local de Utebo y la Guardia Civil básicamente por dos motivos: primero, porque cree que no ha quedado acreditado que el investigado supiera que los trabajadores tenían el virus; y segundo, porque tampoco considera demostrado que algún cliente resultara contagiado o sufriera algún perjuicio.

El juez dio ayer cuenta de su decisión a la Benemérita, ya que el sobreseimiento en la vía penal –que no será recurrido por la Fiscalía– no impide que el hostelero pueda ser sancionado por la vía administrativa. De hecho, los agentes tramitaron siete denuncias y levantaron acta de las irregularidades para informar al departamento de Sanidad del Gobierno aragonés. Y cabe recordar que para las infracciones muy graves, como podría ser esta, se contemplan multas de hasta 60.000 €.

Como adelantó HERALDO, la inspección que dio lugar al precinto del restaurante –ubicado en el polígono industrial El Águila-Coors, junto a la N-232– se produjo el 6 de agosto a mediodía. La Policía Local de Utebo había sido informada de que al menos uno de los trabajadores del local podría haber dado positivo en la prueba PCR, por lo que decidió presentarse allí para hablar con el propietario y comprobar si se cumplían las medidas de seguridad.

Según fuentes próximas a la investigación, el hostelero les explicó que, varios días antes, una empleada le había llamado por teléfono para comunicarle que su pareja había dado positivo en covid-19, por lo que ella había decidido ponerse también en cuarentena y no ir a trabajar. Al parecer, ante la posibilidad de que el resto de la plantilla pudiera estar contagiada, el propietario del restaurante les pidió que se sometieran a las pruebas de detección en un laboratorio privado.

Como recuerda el juez instructor en el auto de sobreseimiento de las diligencias, al llegar los agentes al local para preguntar por posibles positivos entre los trabajadores, el dueño se dirigió hacia su ordenador y tras comprobar el correo electrónico les dijo que acababa de recibir los resultados de las PCR. Fue al consultarlos cuando constató que, efectivamente, cuatro de ellos estaban contagiados.

La Guardia Civil y la Policía Local creen que el hostelero había visto antes los resultados enviados por el laboratorio, pese a lo cual mantuvo trabajando ese día al personal que había dado positivo. De ahí que los funcionarios decidieran abrir diligencias penales y remitirlas el viernes al juzgado de guardia de Zaragoza.Sin embargo, al no existir una prueba contundente que avale las sospechas de los agentes, el magistrado ha optado por el archivo.

El local sigue precintado

El precinto del local corrió por cuenta de la Policía Local de Utebo, por lo que deberá ser esta quien lo levante una vez que se acredite que las instalaciones han sido desinfectadas. Y, hasta ayer a mediodía, dicha comunicación no se había producido. Durante la inspección de la semana pasada, los agentes identificaron a 30 comensales, a los que les informaron de lo que ocurría y les solicitaron que se aislaran y contactaran con sus respectivos centros de salud. Antes de mandarlos a casa, les tomaron también todos los datos para pasárselos a la DGA, de cara a facilitar el rastreo de posibles contagios por este brote.

Se da la circunstancia de que el restaurante se encuentra muy cerca del consultorio de una mutua. Y son muchas las personas que tras hacerse los análisis acuden al local a desayunar.De ahí que ahora bastantes de estas personas hayan pedido hacerse la PCR.