sucesos

Una mujer "presa del pánico" paga un rescate por un falso secuestro en Zaragoza

Los estafadores hicieron creer a la víctima que tenían retenido a un familiar y que la estaban vigilando, por lo que siguió sus órdenes y bajó a un locutorio a transferirles dinero.

Los estafadores mantuvieron al teléfono a la víctima hasta que hizo la transferencia.
Los estafadores mantuvieron al teléfono a la víctima hasta que hizo la transferencia.
Pixabay

La nueva oleada de falsos secuestros que este mes de agosto se ha detectado en Zaragoza ya tiene su primera víctima, una mujer a la que los estafadores lograron infundir este jueves tanto temor que terminó abonando un rescate. Según fuentes próximas a la investigación, tras llamarla por teléfono y decirle que tenían bajo su poder a un familiar, los extorsionadores llegaron a hacerle creer que la estaban vigilando. Ni una cosa ni la otra eran ciertas, pero, "presa del pánico", esta persona terminó acudiendo a un locutorio para hacer una transferencia al número de cuenta que le facilitaron.

La Jefatura Superior de Policía de Aragón confirmó ayer los hechos, pero, alegando que las pesquisas siguen abiertas, prefirió no precisar la cantidad que habría abonado la denunciante. En cualquier caso, parece que no se trata de una suma muy importante. Como es habitual en estos casos, tras tomar declaración a la víctima, los investigadores tratarán ahora de identificar al destinatario de la transferencia.

El objetivo de los estafadores es hacer que quien recibe la llamada entre en pánico y, sobre todo, que no cuelgue el teléfono hasta que haya efectuado el pago del supuesto rescate. Y esto es lo que consiguieron con esta mujer, a la que indicaron a qué locutorio debía acudir y a la que mantuvieron al otro lado de la línea hasta que transfirió la cantidad que le exigieron.

Cuatro intentos frustrados

La Jefatura Superior de Aragón informó de esta nueva oleada de falsos secuestros justo el jueves, tras tramitar a comienzos de esta misma semana dos denuncias de vecinos de Zaragoza que habían recibido sendas llamadas de los extorsionadores. Estas personas se dieron cuenta del engaño y colgaron sin hacer ningún pago. Lo mismo hicieron otros dos zaragozanos a los intentaron extorsionar también el jueves.

Como ha ocurrido en otras ocasiones, quienes efectúan las llamadas tienen un marcado acento sudamericano. Así lo habrían constatado los firmantes de las tres denuncias interpuestas durante los últimos días. Y no dudan en recurrir a la violencia verbal y a las amenazas para lograr su objetivo: que las víctimas paguen antes de averiguar que el familiar supuestamente secuestrado está en perfectas condiciones. Porque, por supuesto, los secuestros son siempre falsos.

Cabe recordar que esta modalidad delictiva llegó a España a comienzos de 2015 y, desde entonces, cada cierto tiempo, se producen nuevas oleadas. Una investigación abierta por el Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza permitió descubrir en su día que tras estas extorsiones estaba un grupo de presos que actuaba desde una cárcel chilena. Se produjeron entonces varias detenciones, pero la estafa se sigue llevando a cabo y Zaragoza es una ciudades con más denuncias.

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