Una exposición muestra cómo vivieron el confinamiento los vecinos de Delicias

El Centro Cívico Esquinas del Pisquiátrico acoge esta experiencia comunitaria realizada mediante la técnica ‘Fotovoz’

Un momento “histórico”, de “incertidumbre”, de “precaución”, pero también de “alegría”. Así definen más de una treintena de vecinos del barrio de Delicias el confinamiento vivido unos meses atrás. Sentimientos que han traspasado las paredes de sus casas para instalarse en las del Centro Cívico Esquinas del Pisquiátrico gracias a una experiencia comunitaria organizada por la Asociación de Vecinos de Delicias Manuel Viola y el Centro de Salud Delicias Sur.

Bajo el nombre ‘Percepción comunitaria de la cuarentena COVID-19, en Delicias’ y mediante la técnica ‘Fotovoz’, el colectivo ha reunido más de 80 fotografías. Todas ellas realizadas por los vecinos del barrio y acompañadas de frases que expresan lo que vivieron durante los meses más crudos de la pandemia, cuando permanecer en casa no era una simple recomendación.

“Lo que pretendíamos era registrar sus fortalezas y preocupaciones, tanto a nivel individual como comunitario. Hay fotografías que transmiten sentimientos importantísimos”, explica Isabel Antón, trabajadora social de la asociación.

El proyecto nació en plena desescalada, entrando en lo que se denominó ‘nueva normalidad’, aunque muchas de las fotos recopiladas inmortalizan las semanas más restrictivas del encierro: desde la UME caminando por la calle Delicias, a los aplausos al personal sanitario pasando por los arcoíris, hasta llegar a las primeras salidas al aire libre. Un total de 39 vecinos han participado en esta experiencia comunitaria con 85 imágenes. Una treintena de ellas, las más significativas, pueden verse hasta el 2 de septiembre en el Centro Cívico Esquinas del Pisquiátrico. En la iniciativa también ha colaborado Salud Pública del Gobierno de Aragón y ha ejercido como asesor el profesor de la Universidad de Trento Glenn Laverack.

La técnica ‘Fotovoz’, según explica Antón, es una metodología muy utilizada en proyectos de promoción de la salud pública por ser “sencilla” pero aportar “muchos ingredientes”. Consiste en la realización de fotografías que se ponen en común y se analizan para la búsqueda de soluciones. “Hay fotografías que transmiten sentimientos importantísimos. Esto nos tiene que interpelar. De todo esto tienen que salir unos aprendizajes. Uno de ellos es que todos dependemos de todos”, comenta.

En la muestra han participado vecinos de todas las edades, desde los 16 a los 65 años y más, de diversas nacionalidades y tanto hombres como mujeres. Algunos de ellos aseguran en sus textos haber sentido que vivían “un momento histórico” o que proteger a sus seres queridos era “la mayor preocupación”.

Hemos hecho una nube de palabras y las que más se han repetido han sido miedo, retomar, salir, convivir, aislamiento, tristeza…”, comenta Antón. Aunque estos sentimientos también dieron paso a la “alegría” cuando los niños tomaron la calle o los abuelos pudieron visitar a sus nietos, “el mayor tesoro”.

La muestra del centro cívico se completará con una segunda exposición de todas las fotografías a menor tamaño en la sede de la asociación, así como de una jornada de análisis. “Será un momento para reflexionar y llegar a una serie de conclusiones, aunque no hay fecha para ello, lo dirá la evolución del virus”, asegura la trabajadora social.

“Son miradas muy interesantes sobre esta crisis”

La exposición se inauguró a mediados de julio en un acto discreto al que acudieron miembros de la asociación y algunos participantes, así como representantes de Salud Pública y de la Junta de Distrito.

“Son miradas muy interesantes sobre esta crisis”, señala Isidoro Sánchez, director del Centro Cívico Las Esquinas del Psiquiátrico. Sánchez reconoce que “son tiempos difíciles para mover al público”, aunque recalca la importancia de este tipo de iniciativas que surgen desde los barrios. “Sensibilizan sobre la situación actual. Los centros cívicos tiene como objetivo atender a la población del territorio en el que están ubicados y crean un sentimiento de pertenencia”, añade.

Delicias es, además, uno de los distritos más golpeados por los rebrotes en la capital aragonesa, aunque según Antón se debe a varios factores determinantes. “Cuando se habla de Delicias se habla de una gran densidad de población en un espacio muy reducido, de un urbanismo duro, de la falta de zonas de relación. 31.000 personas por kilómetro cuadrado es una barbaridad, todo se multiplica”, afirma. No obstante, cree que la responsabilidad ha de existir “en todos los rangos de edad” y que los profesionales sanitarios están haciendo “un trabajo extraordinario”.

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