Calatayud cierra los parques y recomienda reducir "las actividades no obligatorias"

El alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda, a través de una carta dirigida a todos los vecinos de la ciudad, recomienda "encarecidamente" que los ciudadanos "reduzcan todas las actividades no obligatorias". "Nuestra prioridad es hoy y siempre proteger la salud de las personas y bajo esa premisa debemos actuar", subraya. También recuerda que desde el Ayuntamiento se han iniciado "tareas de desinfección de calles, cierre de parques, cancelación de actividades de ocio" y restricciones en las salidas y entradas de la residencia municipal San Íñigo.

"A menos de 60 kilómetros de nuestra ciudad se están multiplicando los casos y debemos evitar que esa situación se propague por nuestra ciudad", incide el regidor. Al mismo tiempo, apela a "la seguridad de que la ciudadanía responsable aplicará en su día a día todas las medidas de seguridad y prevención".

De esta forma, ahonda en que "la pandemia nos obliga a replantear y orientar nuestra forma de vida, nuestros trabajos, nuestro ocio y nuestras relaciones personales". Por todo ello, el primer edil apunta que "debemos ser precavidos para evitar contagiarnos y responsables, para evitar contagiar a otros. Las alternativas diagnósticas disponibles son más lentas de lo que desearíamos y eso retrasa la detección de focos en entornos cercanos".

A su vez, puntualiza que "para tomar decisiones nos gustaría disponer de datos relativos al municipio que permitieran tomar las medidas más adecuadas y rápidas". Todo ello lo realiza, explica, "para compartir nuestra preocupación por el avance de la pandemia de la covid-19, especialmente en nuestra provincia. La crisis sanitaria no ha pasado, no terminó con el estado de alarma y el confinamiento. El nuevo coronavirus sigue avanzando, contagiando y, por desgracia, sigue matando en todo el mundo".

Por su parte, en el Hospital Ernest Lluch, entre el jueves y el domingo se han notificado tres pacientes ingresados por covid o por tener sospechas del mismo. Entre el 3 y el 16 de julio, el centro no contaba con ningún enfermo a causa del virus.

En lo que respecta a los casos detectados en las instalaciones de la Asociación Amibil, las 61 pruebas que se realizaron a trabajadores y usuarios solo encontraron una nueva persona positiva. Otra trabajadora que había estado en contacto estrecho con la técnico que se contagio en el brote de Sádaba. Ambas permanecían en aislamiento domiciliario, mientras el resto también habían quedado en sus casas.