zaragoza

El retroceso a la fase 2 obliga al Ayuntamiento a mantener las frecuencias de bus y tranvía

El gobierno quiere aprovechar para observar el comportamiento de la demanda y garantizar la distancia de seguridad.

Un autobús y un tranvía, a su paso por el paseo de la Independencia.
Un autobús y un tranvía, a su paso por el paseo de la Independencia.
José Miguel Marco

El segundo ajuste de verano en el servicio de transporte público, de momento, no se producirá. El Ayuntamiento de Zaragoza ha optado por no llevar a cabo, al menos por ahora, la otra reducción que tenía prevista. Los ciudadanos que viajaron ayer en los autobuses y tranvías de la cuidad deberían haber notado cómo se volvían a incrementar los minutos de espera en paradas y marquesinas, pero no fue así. El Consistorio tomó esta decisión debido a los rebrotes de coronavirus, con la intención de seguir garantizando la distancia de seguridad, y para evaluar el comportamiento de la demanda y tomar después futuras decisiones. No obstante, la cantidad media de usuarios sigue siendo todavía baja: se encuentra un 35% por debajo de lo habitual en esta época, según indican fuentes municipales.

El Ayuntamiento lleva a cabo los recortes estivales cada año para adaptar la oferta a la demanda. La primera reducción del servicio (y, de momento, la última) tuvo lugar el pasado 1 de julio y dejó en torno al 20% de la flota de Avanza en cocheras. En concreto, todas las líneas de autobús excepto trece (28, 30, 43, 50, 51, 54, 55, 56, 57, 58, 59, C1 y C4) empeoraron sus frecuencias entre 2 y 4 minutos. Además, las líneas 21, 23, 24, 33, 39, Ci1 y Ci2 cuentan con ocho vehículos de refuerzo que también se van a mantener.

En el caso del tranvía, los convoyes vieron aumentar su tiempo de paso hasta en 2 minutos y medio, excepto en las horas punta de los días laborables, que siguieron como antes del ajuste. Sí que hubo un incremento en la frecuencia del mediodía, de 14.30 a 16.00, que pasó de 5,5 minutos a 8.

Los tiempos de espera deberían haber aumentado todavía más de ayer, pero de nuevo la pandemia del coronavirus ha obligado al Ayuntamiento a cambiar de planes. Con esta decisión se «garantiza una amplia capacidad», afirman fuentes municipales. De momento, la oferta del transporte público continuará así durante las próximas dos semanas y habrá que ver cómo evoluciona la situación de la pandemia de cara a agosto.

La concejal responsable de Movilidad del gobierno PP-Cs, Natalia Chueca, explica que la opción de mantener las frecuencias durante la última semana de julio ya se barajaba antes del retroceso de la ciudad a la fase 2 flexibilizada. Así, se podrá aprovechar para observar la variación de la demanda durante este periodo. Ahora, el aumento de los rebrotes ha reforzado esta opción. No obstante, tal y como indica la edil, en los autobuses y tranvías hay «holgura» suficiente, ya que la demanda se sitúa todavía un 35% por debajo de lo habitual -en la etapa más restrictiva del confinamiento esta cifra llegó a desplomarse hasta el 95%-.

«Ahora hay mucho espacio libre y distancia, más incluso que en la última fase de la desescalada» incide Chueca, que hace hincapié en que la intención del Ayuntamiento es «priorizar la seguridad de los ciudadanos». «Hay margen de maniobra, pero es más prudente conservar las frecuencias así», apunta.

También gel hidroalcohólico

Por eso, durante las reuniones que se han mantenido en los últimos días entre el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón, la concejal ha pedido que, además de la mascarilla, el gobierno autonómico haga obligatorio el uso de gel hidroalcóholico para acceder a los vehículos. En este sentido, de hacerse efectiva la petición podría cumplirse porque el Consistorio ya colocó en mayo dispensadores de hidrogel en todos los autobuses y tranvías de la ciudad. El aforo, de momento, sigue sin estar limitado. «Seguiremos en contacto con la DGA para valorar si hay que tomar alguna decisión más», sentencia la edil.

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