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Una juez evita que un joven denunciado por maltrato pase la noche en el calabozo

La exnovia fue el miércoles a comisaría a denunciar que él había difundido fotos de ella desnuda a través del móvil hace dos años. Él lo negó y alegó que esta joven solo quiere "fastidiarle" la vida, pero acabó detenido.

El detenido fue trasladado a primera hora de ayer al juzgado de guardia de Zaragoza.
El detenido fue trasladado el miércoles al juzgado de guardia de Zaragoza.
Guillermo Mestre

La denuncia por malos tratos que una joven de Zaragoza presentó el pasado miércoles contra su exnovio, con el que rompió hace dos años, provocó su detención apenas cinco horas después. Por lo general, este tipo de denuncias por supuesta violencia de género obligan siempre al arrestado a pasar una noche en el calabozo a la espera de comparecer ante el juez de guardia. Sin embargo, en este caso no fue así, ya que J. M. P. presentó un hábeas corpus exigiendo comparecer de forma inmediata en sede judicial para cuestionar la legalidad de su arresto y fue puesto en libertad ese mismo día.

La joven se presentó sobre las once de la mañana en una comisaría de la capital aragonesa y contó a los agentes que su exnovio había difundió fotos de ella desnuda a través del móvil. Lo llamativo es que, según esta, él distribuyó las imágenes entres sus compañeros de trabajo cuando todavía estaban saliendo juntos, hace por lo tanto unos dos años. A la hora de justificar por qué había tardado tanto en denunciar estos hechos, la mujer explicó que había sido la noche anterior cuando se había enterado a través de una amiga que trabajaba entonces con él .

Los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía sometieron a la denunciante al preceptivo protocolo de valoración de riesgo y el programa no apreció ninguno. Es más, en la diligencia policial se decía lo siguiente: “La valoración del evaluador coincide con la del sistema”. Se comprobó también que el joven no tenía antecedentes por malos tratos ni licencia de armas de fuego, lo que no evitó que una patrulla se presentara a primera hora de la tarde en su casa para proceder a su detención.

Sorprendido por la presencia de la Policía Nacional en su domicilio, el denunciado alegó que no sabía nada de esta mujer desde hace meses y que actuaba movida por los “celos” y con el único objetivo de “fastidiarle” la vida. De hecho, aconsejado por su letrada, Carmen Sánchez, este solicitó después el hábeas corpus, procedimiento al que se recurre para instar una comparecencia inmediata ante el juez de guardia. Al hacerlo, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 examinó su caso y pidió que lo trasladaran esa misma tarde a la Ciudad de la Justicia de Zaragoza. Y aunque no lo hizo por el procedimiento formal del hábeas corpus, que exige una serie de trámites, la magistrada ordenó poco después su puesta en libertad con la única obligación de comparecer ante el instructor del caso cuando sea reclamado.

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