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Una enfermera zaragozana denuncia haber sido rechazada en un centro de depilación

La joven, que ha trabajado en la uci del Hospital Clínico, rellenó un formulario en el que admitió que podía haber estado en contacto con enfermos de coronavirus, tras lo que se le pidió un test negativo o pasar una cuarentena. En estos centros, "médico estéticos", dicen que se rigen "por protocolos sanitarios" recomendados por el Colegio de Médicos de Madrid, Sanidad y la SEME y que los aplican a todos sus clientes.

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Los hechos sucedieron en una clínica de depilación láser
Heraldo.es.

Una enfermera zaragozana ha denunciado en las redes sociales haber sido rechazada en un centro de depilación láser tras responder afirmativamente a un cuestionario previo en el que se le preguntaba si había estado en contacto con personas que pudieran tener coronavirus. 

P. T., las iniciales de la enfermera que prefiere no dar su nombre completo, dice que se le dio un formulario con cuatro preguntas: si había estado enferma de coronavirus, si tenía síntomas de esta enfermedad, si había tenido contacto con algún enfermo o si sospechaba de ello. Contestó sinceramente: negativo a las dos primeras, afirmativamente a las dos últimas. Algo que la descartó inmediatamente como clienta a no ser que, le dijeron, presentara un test negativo. Otra de las opciones que le dieron es hacer una cuarentena de dos semanas.

"¡Pero cómo me voy a hacer un test solo por una depilación!", se pregunta esta profesional que, por otro lado, ha ido ya, por ejemplo, a la peluquería o a un centro de masajes.

La enfermera trató de hacerles ver que ella, aplicando las protecciones debidas, no suponía un riesgo mayor que el de otras clientas. Pero ante la evidencia de que no iba a ser atendida, pidió la devolución del dinero: 200 euros en bonos pagados antes de la pandemia. 

La propuesta, de nuevo, según cuenta la enfermera, es que se hiciera un test que demostrara que no está contagiada.

Los responsables de Centro Único explican que sus espacios son "centros médico-estéticos con autorización sanitaria", en los que además de depilaciones hacen otros tratamientos como mesoterapias. En este sentido, explican a Heraldo.es, que gran parte de su personal es sanitario y que por ese motivo se rigen por las recomendaciones para el sector médico que aparecen en el BOE o que dictan la Sociedad Española de Medicina Estética o el Colegio de Médicos, en su caso, el de Madrid, donde está radicada la central de esta empresa, que tiene centros por toda España.

Precisamente, esta entidad publicó con motivo de le desescalada una "Guía informativa y orientativa sobre las recomendaciones para la reapertura de las clínicas y consultas médicas", que es la que Centro Único aplica en todas sus sedes y a todos sus clientes. Ya acudan por un servicio puramente estético o médico. En esta guía se "recuerda" que "con anterioridad, y antes de decretarse el Estado de Alarma, el Colegio de Médicos de Madrid ofreció a los profesionales médicos de ejercicio libre una serie de consejos básicos, entre los que se incluía la realización de cuestionario previo a cada paciente".

Ese es al que contestó la enfermera zaragozana. Y el que, de responder afirmativamente a la pregunta de si se ha estado en contacto con personas con la enfermedad, recomienda "retrasar la consulta 14 días". En Centro Único insisten en que este protocolo "se aplica a todos los clientes, independientemente de su profesión. Y que en ningún caso se pretende rechazar específicamente a los sanitarios, a los que estamos superagradecidos". Aseguran también que a la enfermera se le dieron alternativas, por lo que consideran que "no fue rechazada, puesto que se le dio oportunidad de ser atendida en otro momento". Insisten en que estos protocolos se aplican a todo el mundo, incluido su propio personal y que los llevan a cabo pensando "en todos los pacientes".

Más allá de este caso concreto, lo cierto es que la crisis del coronavirus plantea algunas cuestiones de carácter legal, ético o de consumo en torno a la situación de práctica discriminación en la que puede verse el personal sanitario. Pero no solo ellos. Porque: ¿está obligado cualquier ciudadano a comunicar datos sobre su historial médico o responder a estos formularios?

En la Unión de Consumidores de Aragón (UCA) su secretario general, José Ángel Oliván, admite que es un tema que "nos está preocupando". Califica la cuestión de "espinosa" y cuenta que hasta la Agencia de Protección de Datos está ya trabajando al respecto. 

Pero remarcan: "No hay ninguna indicación de las autoridades sanitarias sobre este asunto, así que los que se ven en la tesitura de tener que responder cuestionarios de este tipo no tienen por qué hacerlo"

En la UCA dicen que se puede preguntar por datos médicos siempre y cuando el objetivo sea evitar perjuicios a la salud derivados del tratamiento estético, por incompatibilidades o alergias, por ejemplo. Pero no por temor a contagiarse. "Los consumidores no tienen por qué dar sus datos médicos a cualquiera", repiten. Cada negocio, puntualizan, puede exigir a sus trabajadores y clientes las medidas de seguridad o protección que consideren oportunas, pero no 'certificados'. Por no hablar de que su validez, en muchos casos, puede ser dudosa: "En la UCA estamos, incluso, en contra de los carteles que declaran determinados locales 'libres de coronavirus'". Oliván insiste en que, aunque aún hay "zonas grises" con respecto a cómo manejar determinadas situaciones nuevas derivadas de la pandemia, "no hay instrucciones sanitarias con respecto a quién puede entrar o no entrar" en ningún lugar.

En cuanto a la devolución del dinero, la UCA entiende que "la causa para reembolsar el dinero existe, puesto que es muy difícil que, por lo menos a medio plazo, la clienta vaya a poder cumplir con los requisitos que se le piden", Y que, además, esos condicionantes "no existían en el momento en que realizó la compra". En Centro Único dicen que estudiaran este asunto y otros similares que puedan surgir por motivo de la pandemia.

Desde el Colegio de Enfermería son categóricos: "Cada empresa puede ejercer su derecho de admisión siempre y cuando no conculque las leyes de consumo y no haga demandas de carácter médico que no son competencia suya". Este tipo de información puede darse, en todo caso, "a un facultativo médico, no a cualquiera". Es más, recuerdan que el secreto de los historiales clínicos está amparado por la ley y su violación conlleva penas hasta de cárcel. Coinciden con la UCA: "Se pueden preguntar ciertos aspectos por motivos de salud del cliente, pero jamás para archivar estos datos o clasificar a los usuarios por patologías, como sospechosos de ser transmisores de una enfermedad. Ahí estamos hablando de 'pasaportes víricos'. Algo que está completamente en cuestión desde varios puntos de vista", dicen en el Colegio de Enfermería.