desescalada

El mercadillo de Zaragoza recobra el pulso con una gran afluencia de clientes

La mitad de los detallistas han podido desplegar sus puestos este domingo, y el miércoles se sumarán también los vendedores del Rastro Viejo. 

Tras tres meses de larga espera, el parquin sur de la Expo de Zaragoza ha vuelto por fin a recobrar este domingo parte de su ajetreo habitual. La mitad de los vendedores ambulantes han podido desplegar de nuevo sus puestos en una jornada que, pese al molesto cierzo, ha sido de mucha actividad. Por fin, cortinas, manteles, moda para todas las edades, ropa interior, sartenes y menaje de cocina han vuelto a inundar la explanada de La Almozara y han lucido ante los ojos de todos los visitantes entre jugosos descuentos y ofertas lanzadas a voz en grito. Si no fuera por las mascarillas, los guantes y el gel hidroalcohólico, casi parecería un día cualquiera previo a la pandemia del coronavirus. El reestreno del mercadillo también ha venido acompañado de una restricción en el aforo, que no podía superar las 7.200 personas, y de una limitación en el número de puestos: de unos 600, a solo 200. 

Clientes y comerciantes se han reencontrado este domingo y, a juzgar por la buena acogida, había ya muchas ganas. Los vendedores ambulantes que han podido abrir, el 50% de los puestos del mercadillo, los propietarios de las licencias de número impar, han afrontado el día de trabajo con alegría e ilusión, aunque expectantes todavía a que las restricciones se suavicen y puedan montar al completo. Este miércoles, ya en la fase 3 de la desescalada, se sumarán también la mitad de los puestos del Rastro Viejo, que hoy, en un acto de generosidad con sus compañeros, han cedido su espacio para garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad. El domingo 14 de junio y el miércoles 17 será el turno de los puestos con licencia par. 

El parón en la actividad provocado por la covid-19 ha supuesto un duro golpe para muchos de los vendedores, que vieron como sus ingresos, ya de por sí no muy generosos, se reducían a cero de la noche a la mañana. Colaborando en el puesto de sus padres de ropa femenina se encontraba Jesús Bautista que, protegido con mascarilla y pantalla, ha resumido el sentir general de los comerciantes. "Hemos estado tres meses en una situación bastante difícil porque vivimos de esto", ha enfatizado. 

Este domingo, el 33% de los puestos del mercadillo de La Almozara, han vuelto a montar su género en el parquin sur de Zaragoza. Una apertura que vendedores han acogido "con muchas ganas"
Este domingo, el 33% de los puestos del mercadillo de La Almozara, han vuelto a montar su género en el parquin sur de Zaragoza. Una apertura que vendedores han acogido "con muchas ganas"

Además, ha explicado que todavía tienen todas las prendas de la campaña de primavera a las que el confinamiento les impidió dar salida, por lo que en estos días "básicamente no habrá ganancia". "Estamos contentos de volver a salir a trabajar y a ganarnos la vida como podemos -ha apuntado el vendedor-, aunque tristes por los compañeros que no han podido montar hoy". No obstante, Bautista se ha mostrado positivo por la buena respuesta de los compradores: "Han salido bastante animadas las señoras, con 'ganicas' de comprar, y nosotros contentos de poder ver a nuestras clientas y de que estén bien, es satisfactorio". 

Entre los visitantes, no han faltado a su cita los más asiduos, aunque también han decidido acudir al rastro, motivados por su reestreno, personas que hacía "un año o más" que no paseaban entre sus puestos. En el primer grupo estaba Julia, que sobre las 12.00 ya salía del recinto cargada con varias bolsas acompañada de una amiga. "Alguna vez vengo y hoy, como lo han abierto, he dicho: 'vamos a hacer un poco de gasto'. Hay que ayudar a todo el mundo un poquito, que hemos pasado mucho", ha contado, satisfecha con los 15 euros que acababa de invertir en unas zapatillas y varias prendas de ropa interior. 

Las medidas de seguridad

Para tratar de reducir al máximo el riesgo de contagio por coronavirus, el Ayuntamiento de Zaragoza y los comerciantes han establecido una serie de protocolos de seguridad basados, sobre todo, en la higiene y el mantenimiento de la distancia. Así, se han establecido dos zonas de entrada y salida separadas, y otra junto al espacio de aparcamiento, donde se reparten guantes y gel desinfectante y se controla el número de personas. Una vez dentro, los clientes deben seguir una serie de normas, sobre todo, mantener la distancia mínima de dos metros y no tocar los productos. Algo que, no obstante, en muchas ocasiones no se ha respetado. 

Esther Jiménez, presidenta de la Asociación de Vendedores Ambulantes, se encontraba en uno de los accesos colaborando con el personal de seguridad y dando la bienvenida a los clientes. "Medidas de seguridad, todas -ha incidido-. Al lado del puesto montado quedan a izquierda y derecha ocho metros lineales". Jiménez se ha mostrado muy satisfecha con la buena aceptación del público pese a que el clima no ha acompañado. "Estamos encantados de que la gente vuelva otra vez, de este reencuentro, de vernos con los compañeros que hacía meses que no nos veíamos", ha asegurado. La concejal de Mercados, Carmen Herrarte, también ha acudido hoy hasta La Almozara y ha destacado la "maravillosa" respuesta del público, que ha acudido al mercadillo "como un domingo cualquiera". 

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