zaragoza

Arcosur tiene un colegio de premio

El único colegio con el que cuenta el barrio por el momento ha sido uno de los proyectos seleccionados por los Premios FAD de Arquitectura e Interiorismo, uno de los galardones más importantes de la península.

Jaime y Francisco Javier, ante el colegio de Arcosur.
Jaime y Francisco Javier, ante el colegio de Arcosur.
Francisco Jiménez

Los vecinos del barrio de Arcosur pueden estar muy orgullosos de su colegio. Por el momento, es la única infraestructura con la que cuenta el barrio y, además, los Premios FAD de Arquitectura e Interiorismo lo han seleccionado como proyecto destacado en su edición número 62.

En total, 597 obras fueron presentadas a concurso. Más de 170 de ellas en la categoría Arquitectura, en la que también se encontraba el colegio de Arcosur. Si bien el proyecto no ha resultado ser uno de los finalistas, ha sido puesto en valor por el jurado de entre todas las propuestas presentadas. “El estudio cuenta con más de 60 premios, pero es verdad que los premios FAD, unos de los más importantes de la península, todavía no habían seleccionado ninguna obra nuestra. Es la primera vez y nos ha hecho mucha ilusión”, asegura Jaime Magén, socio fundador de Magén Arquitectos junto a su hermano Francisco Javier.

La mención de los premios FAD no ha sido la única alegría que el colegio de Arcosur ha dado al estudio zaragozano. En octubre de 2019 los hermanos Magén también recibieron el premio García Mercadal de arquitectura del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón. Ese mismo año el colegio resultó finalista en el Premio Internacional de la IX Bienal de Arquitectura Barbara Cappochin. Una repercusión que los arquitectos no esperaban al tratarse de un proyecto de obra pública. “Así como ciertos proyectos sí que hemos pensado que podían tener cierta repercusión desde el principio, en este caso nos ha sorprendido un poco”, señala Magén, ya que “al tratarse de un centro público tiene un programa muy definido y un presupuesto limitado”.

El único colegio con el que cuenta el barrio por el momento ha sido uno de los proyectos seleccionados por los Premios FAD de Arquitectura e Interiorismo, uno de los galardones más importantes de la península. “Era un lugar complicado porque el barrio tiene todavía un desarrollo muy incipiente”, señala el arquitecto. “La idea inicial era convertir un territorio que todavía es algo inhóspito en un espacio amable, a la escala del niño. Crear unos espacios acotados de patios donde el niño se encuentre con un mundo propio”, añade. La volumetría de la cubierta, que forma ventanas lucernario, hacen que las aulas posea una segunda iluminación, al mismo tiempo que los techos inclinados también mejoran la acústica del interior.

El hecho de que Arcosur no contara con ningún equipamiento público, lejos de ser un hándicap, resultó ser un estímulo para el equipo de Magén Arquitectos. “Se trataba del primer equipamiento público del barrio, y este tipo de construcciones son las que acaban dotando de cierta identidad a los nuevos desarrollos”, apunta Jaime.

“El colegio ha partido siempre del consenso”

El centro educativo también es muy importante para el colectivo vecinal de Arcosur, especialmente por el esfuerzo de la asociación para conseguir su construcción. “Desde que se creó el barrio vimos que la natalidad iba a ser muy alta y empezamos a reclamar el colegio. Se podía haber hecho donde se va a hacer el futuro centro Ana María Navales, pero pedimos que fuera en la parcela actual para que estuviera en el centro y diera servicio a todo el barrio”, explica José Antonio Hernández, vicepresidente de Arqueros y responsable del área de Educación de la asociación.

Hernández asegura que el colegio “siempre ha partido del consenso” y que la opinión del equipo directivo siempre se tuvo en cuenta, incluso a la hora de diseñarlo. “Favorece la libre circulación de los niños y utiliza las zonas comunes como espacios de aprendizaje”, señala.

El curso pasado, alrededor de 590 alumnos estaban escolarizados en el colegio de Arcosur. Este año, el proceso de escolarización también ha puesto de manifiesto que sigue siendo uno de los centros en los que la demanda de plazas supera a la oferta. Para subsanarlo, el colegio Ana María Navales (aún sin construir) tendrá el próximo curso académico una vía más. Los niños escolarizados en este centro asistirán a clase en aulas puente del centro de Arcosur.

Esto ha generado cierta inquietud entre los miembros del colectivo vecinal, ya que aseguran que el centro “está saturado”. “Nos apretaremos lo que haga falta para que ningún niño tenga que salir del barrio, que es el objetivo que ha perseguido siempre la asociación”, comenta Hernández. “A esta situación hay que añadir la incertidumbre por el arranque del próximo curso”, concluye.

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