aragoneses en el extranjero

Una zaragozana atrapada en Argentina: "La cuarentena se decretó muy pronto y en la ciudad donde estoy no ha habido casos"

Belén Gimeno, de 27 años, cruzó el charco el pasado mes de noviembre para hacer un voluntariado. A raíz de esta experiencia le surgió un proyecto de psicología en la localidad argentina de Mar de Ajo. Al acabarlo, en marzo, estalló la pandemia y ya no ha podido volver a España, aunque lleva meses intentándolo. 

La zaragozana Belén Gimeno Andrés, de 27 años.
La zaragozana Belén Gimeno Andrés, de 27 años.
A. G.

La psicóloga zaragozana Belén Gimeno, de 27 años, se marchó a Latinoamérica el pasado mes de noviembre para hacer un voluntariado de un mes en un hostal de Uruguay. De ahí se marchó a Argentina para trabajar en otro proyecto, y aunque desde el mes de marzo, que terminó esta experiencia, ha intentado por todos los medios volver a Zaragoza, asegura que ahora mismo la situación es complicada para conseguir un billete de avión. "Yo no tenía vuelo de regreso y eso ha complicado mucho las cosas a la hora de volver. Me registré en la embajada, pero al no tener un localizador me quedé fuera de los dos primeros aviones que salieron con gente que tenía vuelos programados o situaciones complicadas por falta de dinero o emergencias sanitarias", señala. 

Desde principios de enero, se encuentra en casa de una amiga argentina, compañera de profesión, que la acogió en su piso mientras llevaban a cabo en la localidad argentina de Mar de Ajo un proyecto de 'Psicodrama', un tipo de terapia que se emplea para tratar traumas y bloqueos emocionales. En la ciudad costera en la que se encuentra, de apenas 60.000 habitantes, asegura que no se han registrado casos de coronavirus hasta el momento. "La situación aquí está siendo muy diferente a la española. La cuarentena se decretó en Argentina muy temprano; el confinamiento empezó cuatro días después que en España, pero había muy pocos casos. Gracias a eso, no hemos llegado a un estado de saturación sanitaria como ha ocurrido allí. Y en la ciudad en la que estoy, al lado de otros siete pueblecitos costeros que conforman el partido de la Costa, nunca ha habido casos y sigue sin haberlos", relata esta zaragozana, vecina de Cuarte de Huerva

Las medidas tomadas por el Gobierno de la región han ayudado, a su juicio, a proteger la salud de los miles de habitantes de esta pequeña localidad en la que reside Belén mientras trata de volver a España. Cree que algunas de estas normas han sido "extremas", pero los resultados hasta el momento son buenos. "En Buenos Aires es muy diferente, pero en el sitio en el que estoy no ha habido ningún caso. A las 17.00 hay toque de queda y suena una sirena en toda la ciudad. A partir de esa hora, no se puede ir a ningún sitio ni hay nada abierto. Para hacer la compra, desde hace una semana, tienes que salir con tu DNI y comprar en día par o impar según la terminación de este. No podemos hacer ejercicio ni ir a parques o a plazas. Ahora han autorizado las salidas de los niños con los padres y han abierto algunos comercios que no eran esenciales. El problema aquí es que cuando hay crisis, hay una tendencia a subir los precios. El tabaco, por ejemplo, se ha desabastecido en el pueblo y en todos los establecimientos pequeños hay bastantes colas para entrar. Al ser una localidad pequeña no hay mucho control policial, y yo cumplo todas las normas que se están decretando", asegura esta aragonesa. 

La zaragozana Belén Gimeno, de turismo en Ushuaia (Argentina), meses antes del confinamiento.
La zaragozana Belén Gimeno, de turismo en Ushuaia (Argentina), meses antes del confinamiento.
B. G. A.

Cuando llegó a Argentina hace unos meses para iniciar su proyecto de psicología, que concluyó el pasado mes de marzo (al poco de complicarse la situación en España), Belén confiesa que nunca imaginó quedarse varada a miles de kilómetros de distancia. "Al principio no me lo tomé muy en serio… Pensaba que la pandemia no llegaría a tal extremo. Hoy es una situación para reflexionar porque todo el mundo ha parado por culpa de este virus. Yo ahora mismo no puedo volver a mi casa, y me lo tomo con tranquilidad, pero puede ser agobiante... sobre todo para mi madre", dice resignada. 

Mientras trata de conseguir un billete de vuelta para la próxima semana, siguiendo las indicaciones que les ha dado la embajada, Belén explica la situación que están viviendo allí ella y otros españoles o argentinos con residencia en España. "Toda esta crisis lo que ha inducido es mucha incertidumbre, ya no solo es mi situación, son muchos casos. Sé que hay gente varada en este país como turistas, en Buenos Aires, gastándose el dinero en hostales y que no se les da una solución para volver. Yo intento no pensarlo mucho, pero a veces me da rabia... Sé que en algún momento esto pasará, pero me preocupa mi familia porque quieren que vuelva y no hay vuelos suficientes para todos los que estamos. A pesar de todo, hay momentos que he estado más preocupada por cómo estarían allí que por mi situación personal aquí", matiza. 

"La embajada no está haciendo ya ninguna lista. Hay mucha incertidumbre y en los vuelos que autorizan se acaban las plazas enseguida"

A partir de este jueves, 21 de mayo, la embajada española en Argentina ha autorizado varios vuelos de regreso a España con varias aerolíneas comerciales, como Iberia. Belén cuenta que se ha puesto en contacto con el consulado en reiteradas ocasiones, pero hasta la fecha no le han dado respuesta. "La embajada puso una lista de gente prioritaria: por problemas de salud, de dinero o de no tener casa. Yo me registré y di mis datos, pero nunca supera nada. Entiendo que los primeros vuelos debían ser para esa gente, pero ahora mi situación aquí es complicada. Para los cuatro vuelos siguientes que abrieron con Iberia, había que llamar a una centralita y las líneas se saturaban. En menos de una hora se acabaron los pasajes y después la embajada envío un mensaje automático anunciando que habían concluido las repatriaciones", detalla. 

En su caso, Belén cuenta con otra problemática añadida. Su visado de turista ha expirado y aunque le dicen que no se preocupe, puesto que la situación derivada de la pandemia impide también resolver este tipo de trámites, ella manifiesta su deseo de volver a España, mientras su familia, desde Zaragoza, trata de ayudarla. "Mi madre está metida en grupos de Whatsapp, en los que hay más de 200 españoles atrapados en Argentina. Así supimos que ponían tres vuelos más a partir del 21 de mayo y llamamos de inmediato, pero cuando apuntaron mis datos y me dijeron que me mandarían a las 24 horas la confirmación no recibí nada. A las 23 horas me saltó el aviso de otro vuelo previsto para el día 23 y me enviaron un mensaje denegándome el anterior por no tener pasaporte español, cosa que es totalmente falsa. Ahora la embajada nos envía mensajes automáticos escudándose en que no tiene nada que hacer y lo único que aconseja es que estemos pendientes de las redes sociales", relata. 

Tanto Belén como su familia tienen la mirada puesta en otro vuelo de Iberia que sale la próxima semana, el 26 de mayo. Dice que no quiere hacerse "falsas esperanzas", porque sabe que su situación es complicada, pero desea con todas sus fuerzas volver a España. "Si lo consigo, lo primero que haré será comer algo rico, porque probablemente mi madre me prepare algo que me gusta, con flan de postre, y eso sería lo primero que haría", cuenta entre risas. 

Después añade que haría cuarentena en su casa de Cuarte durante 14 días, como dicta desde el pasado 15 de mayo la normativa, "Supongo que vendría a recogerme mi madre a la Estación Delicias y luego ya me aislaría. Sé que no voy a poder salir mucho de casa en cuanto regrese, pero de momento intento no agobiarme mucho por la incertidumbre. Prefiero tomármelo con calma y vivir el día a día", concluye.

Belén Gimeno Andrés, de 27 años, en Argentina.
Belén Gimeno Andrés, de 27 años, en Argentina.
B. G. A.

Su madre, preocupada por el cierre de fronteras y el elevado coste de las aerolíneas comerciales que podrían traer a su hija de vuelta, informa de que a través de WhatsApp las familias afectadas han creado un grupo para tratar de agilizar su regreso. Se llama 'Esperando un vuelo de Iberia' y hay ya más de 200 personas apuntadas, aunque estima que son muchas más. "El problema es que si el vuelo de Iberia cuesta 500 euros el de Aerolíneas Argentinas te cuesta 1.000. La embajada se ha lavado las manos y ha decidido que ya no hace listas, como sí hubo al principio. Mi hija lleva ya dos meses intentando volver y no hay manera y yo estoy muy preocupada porque si no coge el siguiente ya hasta septiembre nada, y son muchos meses. Dentro de lo malo, menos mal que tiene a la amiga porque si no la veo en la calle", afirma su madre.

Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, por su parte, precisan que hasta el momento han salido hasta seis vuelos de repatriación con más de 1.248 españoles atrapados por el coronavirus en el país. "Ahora se han anunciado otros seis comerciales de Iberia y Aerolíneas Argentinas y seguiremos informando de todas las opciones que vayan surgiendo para quienes hayan comunicado a la embajada su deseo de volver a España", sentencian. 

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