zaragoza

La red metropolitana de bus mantiene dos tercios del servicio a pesar de caer la demanda un 80%

Las frecuencias se respetan a primera hora para llegar a los polígonos, que concentran la demanda. El Consorcio de Transportes solo ha llegado a suprimir una línea y ajusta la oferta a las necesidades.

Autobús de Casetas en el primer día de reducción de frecuencias por el coronavirus.
Autobús de Casetas en el primer día de reducción de frecuencias por el coronavirus.
Oliver Duch

El Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza (CTAZ) ha apostado por asegurar que los trabajadores de sectores esenciales puedan seguir acudiendo a sus empresas, lo que le ha llevado a mantener casi dos tercios del servicio de bus pese a que la demanda se ha desplomado. Si la media diaria en una jornada laborable rondaba los 19.000 viajeros entre la capital y su entorno, este número ha caído a tan solo 3.500 pese al repunte vivido esta semana tras concluir la "hibernación" impuesta por el Gobierno central. Sin embargo, el CTAZ sigue prestando 603 expediciones de bus cada día, el 63,6% de la oferta previa a la crisis sanitaria.

El director gerente del Consorcio, Juan Ortiz, manifestó que solo una de las veinte líneas existentes, la que cubre el aeropuerto y Plaza, se ha librado del ajuste de la oferta ante su elevada demanda en comparación al resto. Aunque el aeropuerto no tiene vuelos comerciales y Plaza Imperial está cerrado, el número de viajeros solo se ha reducido a la mitad, lo que obligó incluso a duplicar el número de autocares a primera hora de la mañana antes del parón industrial. "Había importantísimas esperas, de hasta una hora, y decidimos mantener la frecuencia, pero que fueran dos buses, uno detrás de otro", dijo.

La otra excepción es la línea de San Juan de Mozarrifar, que atiende a los trabajadores de la Ciudad del Transporte y de Mercazaragoza, que resiste con un 35%-40% del promedio de viajeros previo a la pandemia.

Juan Ortiz explicó que en el resto de líneas sí han visto reducido el número de expediciones, dado que la demanda se concentra en la primera franja horaria, entre las seis y las diez de la mañana, especialmente en los recorridos que cubren los polígonos, y se reduce el resto de jornada. "En términos porcentuales, se mueven a primera hora casi la mitad de los viajeros, cuando lo normal es que sea un tercio del total", dijo.

Concentración de la demanda

Por ello, se optó por mantener al 100% el servicio e incluso reforzarlo en el primer tramo del día y reducirlo en el resto de la jornada cuando se hunde la demanda. En un principio, el recorte adoptado hace cinco semanas a raíz del confinamiento fue del 34,5%, pero en varías líneas se ampliaron las expediciones al mantenerse un número importante de usuarios y no poder subir a los autocares al estar reducido el aforo para evitar contagios. Esto lo dejó en un 27,8% global.

Ortiz recordó que así pasó en las líneas de Casetas, San Juan de Mozarrifar, Garrapinillos, María de Huerva y Movera. En estos dos últimos casos, justificadas por la existencia de residencias de mayores a las que siguen acudiendo sus trabajadores. De este modo, se pasó de 621 a 684 expediciones pese a que el número de usuarios ya había descendido de 19.000 a una horquilla entre 3.700 y 4.500 diarios en laborables.

Con la hibernación, la demanda se redujo aún más, hasta los 2.600 pasajeros, por lo que se optó por recortar el servicio un 38,7%, lo que se tradujo en 581 viajes al día.

Tras la vuelta al trabajo en la construcción y la industria, el pasado jueves se optó por ampliar de nuevo el servicio en las líneas de Casetas y Monzalbarba. En el caso del casetero se ha actuado para reforzar en coincidencia con la entrada y salida del personal de residencias situadas en el eje de la carretera de Logroño. "Tenemos los datos al cierre de la jornada y eso nos permite actuar", apuntó.

En estos momentos, con un número más limitado de expediciones diarias respecto al primer periodo de la pandemia, 603 frente a 684, se está consiguiendo una afluencia de 3.400-3.500 usuarios, casi los mismos a los que se atendía hace tres semanas, antes del parón industrial.

Solo se ha llegado a suprimir el servicio a Torres de San Lamberto porque muchas de las expediciones iban vacías y han sufrido un drástico recorte en Pinseque, Torres de Berrellén y San Mateo de Gállego. En estas tres líneas se han limitado las frecuencias a primera hora y se ha dejado un único autobús de ida y vuelta para el resto del día. Mientras, en la de Villamayor se ha aumentado la frecuencia de 30 a 60 minutos "al tener un perfil muy residencial".

El presidente del Consorcio de Transportes y consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, señaló que en un primer momento se adoptó una orden por la que se redujo, de forma general, al 50% el servicio a partir de las diez de la mañana y se mantuvo al 100% en las horas previas, "para garantizar el acceso a los puestos de trabajo".

No obstante, las esperas de los usuarios, a determinadas horas del día en algunas líneas, llevó a adaptar la oferta a la demanda, "especialmente cuando se estableció el aforo en los vehículos". Por ello, Soro también trasladó en la conferencia sectorial con el ministro Ábalos la peculiaridad del transporte metropolitano, en el que hay plazas de pie que pueden ser ocupadas sin riesgo de contagio.

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