Por
  • Jorge Gracia Pastor

Los años más complicados

Semana Santa en Zaragoza en 1935. Procesión de Viernes Santo con huelga de terceroles.
Semana Santa en Zaragoza en 1935. Procesión de Viernes Santo con huelga de terceroles.
Archivo Heraldo

La celebración de la Semana Santa, como cualquier manifestación popular y asociativa, siempre se ha visto afectada por el devenir de los acontecimientos. En 2020, el estado de alarma ante la epidemia del coronavirus, obliga a suspender todos los actos, algo que no sucedía en Zaragoza desde los años de la II República. Hasta entonces, la actividad cofrade en la vía pública se limitaba a la procesión del Santo Entierro de la Sangre de Cristo. Y aunque las autoridades republicanas intentaron normalizar su celebración (es más, el Gobernador de Zaragoza no planteó ningún problema para conceder la autorización necesaria), el enrarecido ambiente y el miedo al anticlericalismo radical, aconsejó las suspensiones de los años 1932, 1933 y 1934.

En 1932 la procesión fue sustituida por una solemne liturgia en San Cayetano, la cual, según las crónicas del HERALDO DE ARAGÓN "congregó en las naves del templo una afluencia de fieles como pocas veces hemos visto". Mayor motivo se tuvo en 1933 para no celebrarse: el Viernes Santo coincidía en la fecha del aniversario de la proclamación de la República. La Sangre de Cristo organizó una función similar a 1932, pero a la que solo se pudo asistir previa invitación. Lo mismo en 1934. Años en los que ni siquiera se montaron los pasos para ser visitados, lo cual suponía un ahorro económico para las maltrechas arcas de la Hermandad. Las puertas de la Real Capilla sí se abrían al público para venerar la Cama del Señor.

Los acontecimientos de 1935 (incendio provocado en el garaje donde se guardaban los pasos, huelga de portadores, atentado con bomba en el discurrir de la procesión…) fueron el germen de la fundación de las modernas cofradías que comenzaron a desfilar a partir de 1937. Unas hermandades acordes con el devenir de los tiempos: siglos atrás una epidemia era motivo de grandes procesiones, hoy las cofradías –responsables y comprometidas– acatan todas las directrices sanitarias.

*Jorge Gracia es cofrade, historiador del arte y miembro de la  Asociación para el Estudio de la Semana Santa

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