coronavirus en aragón

El alegato de una mamá zaragozana que insta a quedarse en casa para proteger a los niños con enfermedades raras

Advierte de que personas como su hijo Lizer corren peligro de muerte en caso de contagio por COVID-19. En redes sociales, apela a la responsabilidad ciudadana para frenar la curva y proteger a los más vulnerables. 

Lizer, de 7 años, juega en su domicilio de Zaragoza durante la cuarentena por coronavirus.
Lizer, de 7 años, juega en su domicilio de Zaragoza durante la cuarentena por coronavirus.
Mirella García

"Él es mi hijo, se llama Lizer , y si llegase a contagiarse de Covid-19, primero tendría altas probabilidades de NO sobrevivir y, peor aún, NO SERÁ prioridad para el sistema de Salud (...) porque "ellos" son pacientes de baja expectativa de vida". Así empieza el alegato de Mirella García, la mamá de un niño zaragozano de 7 años que vive, al igual que otros menores con discapacidad, una situación anodina estos días. Sus padres tienen miedo de que Lizer se contagie, y ante casos "aislados" de personas que salen a la calle sin ningún miramiento por los más vulnerables, han querido publicar estas palabras para concienciar a la ciudadanía de la importancia que tiene para estas personas que todo aquel que pueda permanezca en el domicilio. 

"Es duro, pero es una realidad. Somos muchos los padres que a día de hoy, por la situación, hemos tomado medidas extremas en casa y realmente es sumamente difícil. Te pedimos que te solidarices con todos aquellos que por cuestiones de vida tienen la salud frágil, ponte en nuestro lugar y no te expongas, no nos expongas. Respeta la cuarentena, ayúdanos a proteger lo que tanto amamos, nuestras probabilidades de contagio son altas y de cura casi nulas, entonces... ¿Nos ayudas?", añade en un mensaje publicado en Facebook que suma cientos de reacciones y mensajes de apoyo hacia estos chicos.

En una entrevista teléfonica para HERALDO.es, esta mamá reconoce que es "duro" publicar esas líneas, pero sin embargo la respuesta ha sido muy positiva por parte de la ciudadanía. "Es doloroso escribir esto, pero creo que es la única manera de hacer ver a la gente lo que estamos viviendo... Además, lo ha compartido un montón de gente y recibo muchas reacciones de papás y mamás que adaptan el texto con imágenes de sus hijos y sus circunstancias personales para dar visibilidad", explica García, que es también vicepresidenta de la asociación aragonesa Somos Pera (personas y enfermedades raras de Aragón). Su mensaje, matiza, se dirige en especial a aquellas personas que burlan la normativa para salir a la calle sin motivo aparente. "Ves a vecinos salir cuatro o cinco veces a por una barra de pan. Esto va por esa gente y también por la situación que vivimos si se desbordara la atención sanitaria...Sabemos que nuestros profesionales nunca dejarían de atender a nadie si ellos pueden", recalca. 

Estos días, Lizer y otros niños cuentan con un permiso del Ministerio de Sanidad al que pueden recurrir para salir de casa si lo necesitan. En su caso, Mirella explica que prefieren quedarse en casa para estar protegidos y dejarle esa opción a niños con espectro autista  u otros pacientes que puedan necesitarlo más en sus rutinas. "La suerte que tenemos con Lizer es que es un niño que no nos demanda la calle... sí que tiene un trastorno del espectro autista, pero no está ligado a la conducta", puntualiza.

Estos días su jornada discurre entre juegos y pautas que les han dado las maestras de su colegio de Educación Especial. "Por la mañana, en vez de ir al cole, lo llevamos a su piscina de bolas, le ponemos la nebulización (un tratamiento terapéutico para las vías respiratorias) y trabaja en su máquina con las recomendaciones que nos han dado. Hoy estamos trabajando los animales con su pulsador. Tratamos de seguir las indicaciones que nos han dado los profes y con momentos de crisis, que sigue teniendo muchas, pero lo llevamos bien...", relata esta mamá. 

Al ser ella y su hijo pequeño personas de riesgo, cuenta que su marido ha tenido que pedirse unos días libres para poder echar una mano y no correr riesgos para proteger a su familia. "Como tenemos también a mi hijo mayor, nos dividimos un poco. Por la tarde o bien salimos a nuestro patio de luces o sacamos a Lizer al balcón con su asiento especial y le hacemos lecturas con los pies y las manos... Trabajamos de otra manera y hacemos lo que podemos, pero no estamos llevando mal esta cuarentena", confiesa. 

Viernes, sábado y domingo hay programación especial en la casa de los García. Según cuenta Mirella, han creado varias temáticas para divertir a sus familiares y amigos. "Todos los viernes, con mi hijo mayor, hacemos nuestra fiesta particular y el domingo bailamos con toda la gente que se anima el himno del Real Zaragoza. Estamos un poco locos... pero es lo único que nos queda para pasar la cuarentena", dice con una sonrisa. 

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