El Camping de Zaragoza acoge a un centenar de caravanistas que retornan a sus países por el coronavirus

Un centenar de turistas extranjeros que volvían a sus países de origen por la crisis sanitaria del coronavirus pernoctaron este viernes en el Camping de Zaragoza para reabastecerse y continuar su camino. Lo hicieron a pesar del Real Decreto que establece la clausura de los establecimientos hoteleros e impide la acogida de nuevos clientes. Sin embargo, dada la excepcionalidad de la situación, el Gobierno de Aragón medió para que los responsables de la instalación pudieran abrir sus puertas.

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El camping de Zaragoza amanece vacío

El Camping de Zaragoza puede permanecer abierto dado que se incluye dentro de las excepciones que así lo permiten, en concreto, por alojar a inquilinos de larga duración. En este periodo, no podrían recibir nuevos clientes, pero sus gestores vieron necesario dar cabida a «personas de fuera, la inmensa mayoría mayores de 65 años y que por tanto no pueden hacer grandes tiradas al volante, que necesitaban ayuda», en palabras de Unai Mensuro, gerente de la instalación, que se mostró «muy orgulloso» de la decisión tomada pese a las críticas recibidas en las redes sociales.

Contaron para ello con el apoyo del Gobierno de Aragón, que según pudo saber este periódico, medió directamente con el Ministerio de Sanidad –autoridad competente durante el estado de alerta para estos asuntos– para obtener su visto bueno. Al parecer, Madrid pidió que se diera una «solución de alojamiento» a estas personas en tránsito. De hecho, se espera que este fin de semana se dicte una orden ministerial que dé cabida a estas situaciones excepcionales ya que, según fuentes del Ejecutivo autonómico, se espera la llegada a Zaragoza de «miles» de turistas de paso.

«Somos zona de paso transfronterizo y estas personas necesitan evacuar sus depósitos y reabastecerse. Hace falta una instalación de emergencia para los próximos días», señalaron desde la DGA.

Posible sanción

Pese a todo, los responsables del campin incumplieron la regulación vigente, por lo que se exponen a una sanción. De hecho, al tener conocimiento de que estaban alojando a los caravanistas, el Ayuntamiento pidió explicaciones a los titulares de la instalación y reclamó a la Delegación del Gobierno en Aragón que tomara medidas. Así lo hizo, ya que agentes de la Policía Local acudieron al lugar e impidieron que accedieran más turistas al recinto para pasar la noche. Se prevé que este sábado, a primera hora de la mañana, sigan su marcha los que sí entraron.