COMARCA RIBERA BAJA DEL EBRo
El colegio de Sástago cuenta con sus propios bancos de la amistad
Los niños del centro han tomado como ejemplo la iniciativa de Acacia, la niña estadounidense que encontró en este tipo de mobiliario un espacio seguro.
Desde Florida hasta Sástago. La iniciativa de la pequeña Acacia Woodley, una niña de diez años nacida con malformaciones que encontró en un banco de su colegio el espacio seguro que necesitaba, ha llegado a tierras de la Ribera Baja del Ebro.
Bautizado como el banco de la amistad, la idea corrió como pólvora en redes sociales y los niños del colegio Daniel Federío de Sástago han querido disponer con los suyos propios.
Para ello, el Ayuntamiento de la localidad vecina de Alforque ha donado los dos bancos que los escolares sastaguinos han convertido en los de la amistad. Los niños y niñas del centro los han pintado de colores y ahora se puede leer en ellos “Banco de la amistad”. Uno se ha instalado en el patio de Educación Infantil y el otro en el recreo de Primaria.
Con el mismo fin con el que surgió la iniciativa, los bancos de la amistad de Sástago servirán como un espacio para la reunión de los niños, donde se puedan ayudar, sentarse a perdonar, hacer nuevas amistades, reconciliarse. En definitiva, serán un recurso integrado en el día a día de los escolares para que no se sientan solos.
El colegio de Sástago no es el único aragonés donde se ha imitado la iniciativa de los bancos de la amistad. En enero, el Ayuntamiento de Sariñena instaló uno en el recreo de cada uno de los colegios municipales.
En total, se colocaron cinco, dos en los patios de los centros de Sariñena, y uno en cada una de las escuelas de Pallaruelo de Monegros, La Cartuja de Monegros y San Juan del Flumen, pueblos dependientes del municipio de Sariñena
