Zaragoza

La cicatriz del Portillo urge una solución

Los problemas del Adif para ceder el suelo a ZAV, el último escollo. Fomento y el Ayuntamiento negocian una fórmula para urbanizar.

M. López Vistas de los suelos del Portillo, en los que la maleza crece a la espera de que llegue la urbanización.
M. LópezVistas de los suelos del Portillo, en los que la maleza crece a la espera de que llegue la urbanización.
Raquel Labodía

El 18 de mayo de 2003 llegó el último tren a la vieja estación de Renfe ubicada en el Portillo y la vasta extensión de terreno casi triangular de más de 70.000 metros cuadrados quedó en ‘stand by’. Ni la aprobación del plan especial que ordenaba los suelos, que llegó dos años después, ni la inauguración de los únicos equipamientos construidos en la zona –el apeadero de cercanías y el edificio Caixafórum– permitieron reactivar un solar que se ha convertido en uno de los vacíos urbanos de Zaragoza que más urge rellenar.

Al menos así lo cree el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, y el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, que han convertido el desarrollo de la parcela en una prioridad. Hace unas semanas se reunieron con la presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Isabel Pardo de Vera, para dar un impulso a esta urbanización, que se encuentra con un escollo determinante: la dificultad jurídica del Adif para ceder los terrenos a la sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad (ZAV) para impulsar la urbanización. El hecho de que ZAV, en la que participa tanto el Adifcomo el Ayuntamiento y la DGA, sea deficitaria, es la causa del bloqueo jurídico por imposición del Tribunal de Cuentas, según fuentes municipales.

Esta es la enésima complicación jurídica en unos terrenos que ya acumulan tres modificaciones del plan general y que han precisado de un complejo proceso de negociación por desgracia inacabado. En el horizonte, la construcción de un parque de 41.000 metros cuadrados, que compensaría la alta densidad residencial del sector, una torre de 21 alturas con 220 viviendas, oficinas y comercios y 11.000 metros cuadrados repartidos en dos parcelas para equipamientos, que se suman al edificio del Caixaforum.

"Es un plan bastante espectacular. Es un parque más grande que el parque Pignatelli, además de los equipamientos. Y está situada en una zona enormemente densa que conecta cuatro barrios", dice el arquitecto municipal Ramón Betrán, autor del plan especial del Portillo y que confía en que todo se pueda arreglar para ver en dos o como mucho tres años todo el parque urbanizado. Pero al tratarse de un tema que depende del entresijo burocrático del Adif, hablar de fechas es aventurado, aunque Pardo de Vera ya ha dado su visto bueno a estudiar la situación. Pese a todo, Víctor Serrano asume que desatascar la parcela "no es un asunto de fácil resolución".

El desarrollo del Portillo tiene dos problemas en paralelo. El sector se divide en dos zonas sobre las que se puede actuar de forma independiente. Una es la banda de equipamientos más próxima a Anselmo Clavé, donde está el Caixaforum y quedan vacantes otras dos parcelas, que en su día se quisieron destinar un auditorio de la SGAE o a un Museo de la Milla Digital, dos proyectos que no prosperaron.

Traslado de Correos

Allí queda en pie el edificio de Correos y el centro de mando de Renfe, pendiente de traslado. En esta zona los problemas son los costes, dado que el traslado del centro de mando supone más de 8 millones y derribar el edificio de Correos, otros 800.000 euros.

Cómo se sufragaban estos gastos generó múltiples tensiones entre el Adif y el Ayuntamiento. Finalmente, se acordó que el centro de mando se trasladaría a costa de las plusvalías de los solares del barrio del AVE y no de la propia obras del Portillo, que supone 11,8 millones (el aprovechamiento residencial se estima en 35 millones sin urbanización). El edificio de Correos se podría salvar. 

Pero el Ayuntamiento está más preocupado por la segunda zona, la que comprende el entorno de la estación de cercanías y donde está prevista la zona verde y las 220 viviendas, posiblemente las más atractivas del barrio del AVE y que financiarían las obras de este nuevo pulmón verde de la ciudad. Pero para desarrollar la urbanización es necesaria la cesión de los suelos a ZAV. "Esa pieza no depende de nuestra voluntad, sino del Adif. Hay que convencerles para que urbanicen el Portillo. Se están haciendo informes urbanísticos y económicos para lograrlo", dijo Serrano.

Superado el escollo, los proyectos de reparcelación y urbanización de los terrenos estarían en seis meses y el parque se podría construir en un año. Pero para que eso ocurra todavía quedan muchas horas de despacho. Hasta que pasen, a la cicatriz del Portillo le tocará esperar.

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