zaragoza

El riesgo de hundimiento obligó a decretar el derribo urgente de 14 inmuebles en 2019

El Casco Histórico, el Barrio Jesús y los distritos rurales sufren la mayoría de las declaraciones de ruina en la ciudad.

ESTADO DEL EDIFICIO DESALOJADO EN LA PLAZA MAYOR DE JUSLIBOL / 28-02-2020 / FOTOS: FRANCISCO JIMENEZ [[[FOTOGRAFOS]]]
Estado de los trabajos de demolición del edificio ruinoso del barrio de Juslibol.
FRANCISCO JIMENEZ

El Ayuntamiento de Zaragoza ordenó el derribo urgente de 14 inmuebles de la ciudad el año pasado ante el riesgo inminente de hundimiento que presentaban. El estado de abandono por la falta de mantenimiento por parte de los propietarios es la principal causa que obliga a Urbanismo a declarar el estado de ruina. El Casco Histórico, el Barrio Jesús y los distritos rurales son las zonas más afectadas por una realidad que, en ocasiones, obliga al desalojo de personas, como ocurrió el pasado 11 de febrero en Juslibol, con seis familias reubicadas.

Los técnicos municipales son los encargados de dictaminar el estado de un edificio sospechoso de no presentar la estabilidad y seguridad requeridas, bien tras una voz de alerta de los vecinos, bien mediante las inspecciones rutinarias que se llevan a cabo. En caso de riesgo, se reclama a los propietarios que tomen medidas de forma inmediata –entre 24 horas y una semana–, aunque normalmente suele ser Urbanismo quien lleva a cabo la demolición de manera subsidiaria para, posteriormente, pasarles la factura.

El Barrio Jesús es uno de los más castigados por la degradación urbanística. En 2019 se decretaron tres derribos por ruina, alguno con desalojo de personas incluido, como el que afectó en julio a un inmueble de la calle de la Estación. Aunque se encontraba deshabitado, hubo que reubicar a cuatro familias que vivían de forma irregular en otro contiguo por riesgo de derrumbe. También fueron víctimas de la piqueta una construcción de más de un siglo de antigüedad de la calle de Lourdes y otra de la Travesía del Vado.

El Casco Histórico es otro foco de atención para los técnicos municipales dada la antigüedad de sus calles y edificios. En Aguadores, Sepulcro, el Coso y Pignatelli hubo que actuar de urgencia. Este último sector ha sido declarado como prioritario por el Ayuntamiento para recuperarlo urbanística y socialmente y reducir la conflictividad y delincuencia que afectan a sus calles. El gobierno PP-Cs está elaborando con este objetivo un Plan Especial de Rehabilitación Integral (PERI) y ha intensificado las inspecciones y los requerimientos a los propietarios.

Por otro lado, los distritos rurales también presentan importantes problemas de conservación que obligan a tomar medidas drásticas, como ocurrió en 2019 en San Juan de Mozarrifar, Peñaflor o Montañana, entre otros. El caso más reciente se ha producido, precisamente, en uno de estos barrios periféricos. El pasado 11 de febrero, y tras un aviso vecinal, el Consistorio decretó el desalojo y derribo urgente de un inmueble de Juslibol.

Los trabajos de derribo avanzan estos días después de que sus habitantes recogieran las pertenencias indispensables y de menor volumen en condiciones de seguridad. También en este caso lleva a cabo la tarea el Consistorio de manera subsidiaria.

El caso de Giesa

Sin embargo, los riesgos no solo están presentes en inmuebles de titularidad privada. El caso de la antigua fábrica de Giesa, en el barrio de Montemolín del distrito de Las Fuentes, es un claro ejemplo de que las instituciones también dejan morir sus propiedades. Urbanismo inició el derribo y limpieza de varias naves no catalogadas en noviembre, con la intención de ejecutar algún equipamiento para los vecinos, aunque sin grandes alardes presupuestarios.

ESTADO DEL INMUEBLE EN LA CALLE RAMON Y CAJAL 10 / 28-02-2020 / FOTOS: FRANCISCO JIMENEZ [[[FOTOGRAFOS]]]
Vista del inmueble abandonado desde hace décadas entre Conde Aranda y la Sala Oasis
FRANCISCO JIMENEZ

Licencia para demoler un histórico esqueleto del Casco

La Gerencia de Urbanismo que se celebra este lunes en el Ayuntamiento tiene previsto conceder a la inmobiliaria Zaragoza Urbana la licencia para derribar uno de los edificios abandonados con más solera del Casco Histórico. Se trata del esqueleto de ladrillo ubicado en un solar entre la avenida de Conde Aranda, el colegio de Escuelas Pías y la Sala Oasis, que acumula años de abandono y degradación.

El gobierno PP-Cs requirió el año pasado a la propiedad el derribo y acondicionamiento del solar. En un principio no obtuvo respuesta, por lo que el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, anunció que se acometerían los trabajos de manera subsidiaria para después girar la factura a la inmobiliaria. Sin embargo, finalmente serán los titulares de la parcela quienes lleven a cabo la demolición.

La ordenación urbanística de la parcela contempla el esponjamiento de la zona, para ganar amplitud en el entorno, así como usos residenciales. En concreto, se puede elevar un edificio de unos 60 pisos libres, aunque no podrá ocupar toda el solar, ya que parte del mismo se destinará a una plaza pública y peatonal que ampliará la ya existente a las puertas de la citada discoteca Oasis.

Lo que queda del inmueble y el solar que ocupa conforman una de las cicatrices más visible del Casco Histórico desde hace décadas. Según fuentes del sector, no parece que la propiedad tenga intención de edificar a corto plazo, por lo que el grupo municipal de Vox solicitó al gobierno PP-Cs tomar medidas al respecto en forma de expropiación o, incluso, de acuerdo de permuta por otros suelos. De momento, el Ayuntamiento no adoptará ninguna de estas dos opciones, pero sí que quiere acondicionar el solar, una vez derribado el esqueleto, hasta que se desarrollen los suelos.

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